Mantener las fantasías y los sueños en un mundo quebrado era de vital importancia. Daba esperanza a un mañana mejor, un mundo sin una pizca de dolor ni de preocupaciones, dando también gran fortaleza para continuar, pero incluso a veces, ciertos sueños podían llegar más lejos de lo esperado.
Javier lo creía con fiereza en esos instantes, mismos donde permanecía sumido en vaga confusión.
Por supuesto que aquella joven de piel morena, cabello rebelde e increíble fuerza de voluntad e inteligencia permanecía presente en sus pensamientos. ¿Cuántas veces, gracias a ella, consiguió vivir en anteriores ocasiones? Le debía más de lo esperado, o bien, sentía una deuda que no podría saldar jamás, pues, a final de cuentas, ¿dónde podría encontrarse?
Sabía de sueños y esperanzas, ¿pero como estar seguro del bienestar de una joven que tenía largo tiempo fuera de su radar, en especial, en lo amplio del país donde estaban? ¿Qué tan afortunados tenían que ser para creer volver a juntar sus caminos con tan formidable guerrera, o bien, con tan envidiable sobreviviente?
Javier se quedó sin palabras. Conocía, vagamente, y por palabras de Kate, lo que Gabriel llegó a sentir por la pequeña joven de singular gorrita. Y con eso en mente, es que daba respuesta a lo que parecía una plegaria del joven: volver a verla. Era sencillo imaginarla en el semblante de alguien más. En ocasiones, sentía poder admirar a Mariana en alguien más, aunque de ella tenía la certeza que jamás volvería a verla, y aunque creía con fervor que Clementine seguía con vida, no creía que pudiera encontrarse en ese navío.
- Gabe...
¿Cómo podía Javier tocar el tema? Muchos sabían de la relación que él mantenía, esa fuerza con la que defendió sus sentimientos, por la que estaba dispuesto a ayudarla y a permanecer a su lado sin importar nada, así que, ¿cómo podía romper las esperanzas de alguien teniendo eso en mente? A veces ni siquiera él sabía cómo abordar ciertos temas, aunque no por ello dejaría de intentarlo.
- ¿Cómo puedes estar tan seguro? - Cuestionó al menor.
Gabriel asomó un gesto de molestia. ¿No había ya demostrado lo suficiente en los últimos años? ¿Por qué no debería creerle? ¿Cuando le había mentido? Bufó, de mala gana. Y en toda esa molestia, entendía a qué se refería. No tenía pruebas, salvó el corto gesto que logró admirar a la distancia, pero tampoco podía culpar a sus ganas de verla. Era la primera vez que lograba ver a Clementine en alguien más, y bajo esa idea, es que podía asegurar que era ella.
- Tenía una gorra. No pude apreciar su rostro de frente, ni tampoco el logo en ella, pero estoy seguro de que es ella.
- ¿Y tú sabes que significaría que Clementine este allí con esa gente?
- Lo sé muy bien.
Hubo silencio después de esa reepuesta.
Y recordaron así un enfrentamiento de hace tantos años.
Todo iba de maravilla. Con él "en mando", con la ayuda inigualable de Kate. Muchos estaban agradecidos de su ayuda. Fue, gracias a ellos dos, junto con la recién mencionada Clem, que habían reconstruido muros seguros para salvaguardar el bienestar de los pocos que quedaron con vida, agradecidos en parte, y dolidos por todos aquellos a quienes perdieron, sentir que tuvieron que superar con el tiempo.
Lo difícil fue después. Afuera, existían mil personas que requerían de ayuda, pero, ¿cómo discernir entre alguien que de verdad la requería y alguien que seguramente fingía? Una marca, como la perteneciente a los anteriores líderes, no daba seguridad de nada. Era un juramento a medias que perdería validez cuando la vida del individuo estuviera en peligro.
ESTÁS LEYENDO
[TWDG S4] | Necesitas una sobreviviente y eso es justo lo que soy | [Fanfic]
Fanfiction⟩ Clementine estaba dispuesta a dar su vida y servicios para Delta a cambio de la seguridad y bienestar de los chicos de la escuela Ericson. Lilly, después de admirar su determinación, aceptó la oferta. . . Aunque era de esperarse que las cosas no s...