Capítulo 2.- Heridas.

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"Tienen suerte, no saben lo que les esperaba por allá. Es un verdadero campo de batalla, no como el juego de niños que armaron por aquí."

"Seguro volveremos por ustedes en unas pocas semanas. No piensen en huir, aunque tampoco los creemos capaces."

"¿Crees que Lilly siga siendo tan débil frente a esa chiquilla? Abel nos contó sobre eso, pero creí que sólo eran exageraciones."

Cada oración nueva ocasionaba que su sangre comenzará a hervir, pero el roce del arma contra sus cuerpos era aviso suficiente para no intentar nada temerario o todo terminaría mal. Cada paso los alejaba más del barco que mantenía prisionera a Clementine, pero sin armas ni una estrategia, tenían suerte de que sus guías se hicieran cargo de los caminantes a los alrededores, más por seguridad propia que por la del grupo de chicos.

Después de alejarlos lo suficiente, como bien ordenó Lilly, comenzaron el camino de regreso. En todo momento mantuvieron un ojo sobre ellos, así como la amenaza latente de poder herirlos, todo antes de perderse entre algunos árboles y arbustos pasados los segundos. Confiaban en su habilidad para despistarlos los minutos suficientes para lograr zarpar.

Quienes no tardaron en aparecer después de considerarlo seguro fueron el resto de los chicos: Ruby, Tenn, e incluso Willy, que al ver como escoltaban al resto, no tardó en seguirlos de cerca entre los arbustos, dejando de lado el asunto de las provisiones. Todos fueron cautelosos y en extremo cuidadosos de no llamar la atención de vivos ni de muertos, mas preocupados por los primeros y el peligro que representaban.

- ¿Qué ocurrió? - Fue la pelirroja quien preguntó. - ¿Dónde está Clementine? - No era muy buena controlando sus nervios. Lo demostró aquella vez cuando estaban en el invernadero y esa faceta volvió a relucir en esos momentos. - ¡Respondan!

Alvin comenzó a patear un árbol cercano. Sin la azabache para controlarlo, las respiraciones pasaban a segundo término. ¿De qué servía plasmar sus deseos de protegerla en un papel si al final de cuentas no podía volver para ayudarla? Paró después de cortos segundos. ¡Estaba realmente enojado! Pero desquitarse en un área tan abierta sólo atraería la atención de los caminantes, y sin armas y con un chico herido, todos eran presa fácil.

- Debemos volver. - Alegó el pequeño. Nadie pareció escuchar, salvó el chico del gran saco, que sólo atinó a negar con pesar.

- Es muy peligroso. - Obvió Louis. Por supuesto que las ganas de volver eran comparables con las del menor a su lado, pero eso requería de mas que sólo el deseo de regresar a ayudarla. Y de todos los presentes, eran pocos quienes estaban dispuestos a embarcarse de regreso, o bien, quienes estaban en condiciones.

No, no parecían apreciar lo de recién. No parecían tener en cuenta lo ocurrido con Minerva ni lo que pasaría con quien denominaban su líder en un par de semanas.

- No podemos dejarla allí, ¡le harán daño! Ella no dejaría que nos hicieran nada, ella no dejaría que nos separarán así. ¡Por eso hicimos esto!

- ¿La dejaron? - Cuestionó nuevamente la pelirroja, ante la mirada de sorpresa y cierto temor de quienes no sabían de esa información. Y ante todo, la pregunta "¿por qué?" relucía con fiereza en las facciones de su rostro, demandantes y en extremo preocupados.

- Primero nos pone a pelear y ahora quiere hacerse la heroína. - Alegó Violet.

Todos pronto prestaron atención en sus palabras, en particular AJ y Louis, con especial molestia de este último. No tardó en hacerle frente. Primero quería que se tomará las cosas en serio, y cuando por fin daba la cara para proteger a sus amigos y a la chica que le gustaba, para salvarlos del trato cruel de los saqueadores, se atrevía a incordiar a Clementine de esa manera.

[TWDG S4] | Necesitas una sobreviviente y eso es justo lo que soy | [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora