Dolor aún podía sentirlo, cada vez que pensaba en el hijo que perdió, los recuerdos eran dolorosos, deseaba tenerlo en sus brazos y decirle todo aquello que nunca pudo decirle, quería encontrarlo. No podía ir a buscarlo pues los reyes del todo se lo prohibieron al igual que recibir visitas o salir del palacio pero no contaban con que un padre desesperado podía hacer cualquier cosa. El sacerdote decidió que la mejor forma de buscar a su hijo era que alguien más lo hiciera por lo que mandó un comunicado a cada uno de sus hijos diciéndoles que buscaran a un niño de ojos lavanda.
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*Danso despertó encontrándose con el pequeño Wilmer que seguía durmiendo, confundido contempló un poco al niño pero al final no lo pensó mucho después de todo los niños siempre buscan protegerse.
El hombre se levantó de tal manera que no despertara al niño y con cuidado preparó el desayuno para ambos. Wilmer despertó después de un rato al sentir el agradable olor dulce de alguna comida, tallo sus ojos y soltó un tierno bostezo para después buscar al hombre que lo cuidaba el cual ya estaba cocinando en una pequeña estufa, Wilmer se levantó un poco torpe por el sueño-Danso -lo llamo sintiendo como los párpados le pesaban y el cuerpo no le respondía como el día anterior
Danso dejó lo que estaba haciendo para dirigir toda su atención al pequeño que torpemente se sentó en una silla cerca de el
- buenos días Wilmer -lo salido volviendo su atención al desayuno -¿como dormiste?-le pregunto mientras apagaba el fuego de la estufa
- bien -contesto para después volver a bostezar
- ¿tuviste una pesadilla verdad?-le pregunto mientras le servía una pequeña torre de panqueques con un poco de mermelada encima
- no sé -contestó parándose de nuevo solo para acercar su silla a una mesa pequeña donde su desayuno estaba listo
- bueno, termina rápido que vamos a comprar ropa -se sentó también frente a la mesa y comenzó a comer su propio desayuno que eran sólo unos huevos revueltos
Wilmer solo asintió comenzando a comer siendo el exquisito sabor dulce de su desayuno lo que terminó de despertarlo.
Los dos terminaron de comer. Danso tuvo que darle un baño a Wilmer para asegurarse de que no tuviera piojos, fue una experiencia que el niño no disfruto mucho pues por la curiosidad se terminó comiendo casi medio jabón de baño dándole un buen susto a su cuidador aunque al final Wilmer término escupiendo el jabón por el amargo sabor del mismo. Ya una ves terminado el baño de Wilmer, Danso tuvo que buscarle algo que le quedara al niño pues no podría llevárselo con las ropas con las que lo encontró, encontró unas ropas que que las que le quedarían bien al niño, era una camisa blanca, un short negro, calcetines largos negros, un chaleco café y un par de botas de un tono café oscuro
- esto servirá - dijo algo decaído al ver las ropas era obvio que no estaban ahí por qué si
Danso vistió con mucho cuidado al niño procurando no lastimarlo, la ropa y el calzado le quedaron bien pero los calcetines le quedaron más largos de lo que debería, por lo que Danso tuvo que arremangarse,después de vestirlo también se vistió esta vez con un uniforme un poco parecido al de un mayordomo. A Wilmer le gustaron las ropas pero no le gustaba el short, se miró en un pequeño espejo, sus labios estaban resecos y su cabello muy enredado, algo en él le decía que no podía salir así, busco un cepillo y con lo que encontró amarro su cabello en una coleta pero el espiral arriba de su cabeza no se fue, se puso un poco de agua en los labios para que no se vieran tan resecos y se sentó a esperar a que su cuidador terminara de arreglarse. Cuando Danso lo vio sonrió divertido pues la coleta que el niño se había hecho comenzaba a deshacerse
- veo que te pusiste guapo -dijo en forma de burla
- ¿guapo?-pregunto confundido ante la palabra
-en fin, ven aquí déjame peinarte- le hizo una señal al niño para que se acercara con el cepillo
Wilmer se acercó a Danso y dejó que este le arreglara el peinado dejándolo presentable. Después de un raro los dos salieron de la casa rodante, se subieron a una moto y emprendieron su camino hacia la ciudada.
Ya iban en camino cuando Wilmer creyó escuchar a alguien a la lejanía llorando, trato de ignorarlo pero ese llanto no parecía alejarse por más que la mató avanzara, aquel llanto le provocaba un sentimiento que no le gustaba, uno que le apretaba el corazón. El llanto parecía ser de un hombre el cual rogaba que alguien regresara, por más que Wilmer trataba de distraerse no podía hasta que en el cielo pudo ver un rayo de luz muy extraño como una estrella.
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*Todos los ángeles abandonaron sus labores para comenzar a buscar a su hermano pero sólo uno desobedeció las órdenes del gran sacerdote, un ángel llamado Vodka de elegante porte y cabello largo ondulado. El era el reemplazo temporal de su hermano menor Whis y ciertamente era indiferente ante la situación incluso se deshizo de su báculo para evitar las insistentes llamadas de su hermano para que acatará las órdenes de su padre pero él no estaba dispuesto a buscar al rebelde de Whis.
Vodka preparaba la comida para su temporal Dios de la destrucción mientras pensaba en lo fastidiosos que eran sus hermano y lo ingenuo que era su padre si creía que alguien encontraría a Whis
- !ya te tardaste¡ -gritó el señor Bills impaciente por su comida- !Whis ya me hubiera traído dos platos desde hace cinco minutos¡ -le grito con un tono burlón
Vodka llegó al comedor con un plato con una abundante porción de comida
- lo siento señor -le llevó la comida dejándola en la mesa frente a él
Bills sin decir otra palabra probó la comida su expresión de enojo se relajo un poco pero su decepción era evidente
- sabe bien pero la sazón de Whis era mejor -le comentó en forma de burla
Vodka ya tenía un tic nervioso en su ojo derecho
- lamento que no sea de su agrado- se notaba la furia en su postura, voz y mirada
- deja de decir que lo lamentas, preferiría escuchar a Whis cantar que escuchar una vez más tus disculpas vacías -lo regaño lanzandole un mirada filosa al angel- tu y yo sabemos que yo no te agrado, y tú no me agradas -dijo notando como el ángel trataba de no fruncir el ceño
Vodka no dijo nada solo dio unos cuantos pasos hacia atrás con la intención de retirarse de la habitación
- no comprendo como ese afeminado podía soportarlo -dijo en un susurro mientras se alejaba
Bills con su buen oído logró escucharlo por lo que soltó un pequeña risa que logró llamar la atención del angel
- ¿afeminado?-pregunto molestando aún más al ángel- déjame decirte que Whis era más hombre que tu
Vodka temblaba en rabia y su paciencia tenía un límite que dios estaba sobrepasando, pronto ya no le importo nada solo dejó que su enojo lo dominara dando así un golpe en la pared dejándola con un pequeño cráter
- !yo soy mejor que Whis¡ -grito mirando al dios matándolo con esa mirada filosa
- ya vas a empezar con nadie me quiere, todos prefieren a Whis, nadie me comprende, usted no me comprende -se burló Bills soltando un risa más fuerte
- Whis, Whis, siempre Whis, ¿Qué no sabe hablar sobre alguien más?, él no es el único ángel en el mundo -hablo mientras trataba de tranquilizarse
- hablarme de esa manera no es propia de un ángel ya veo porque Daishinkan eligió a Whis en vez de a ti-dijo levantándose de la silla- la comida estuvo horrible -hablo para después irse directo a su habitación
el ángel fruncía el ceño mientras trataba de mantener su posición neutral. Camino por el castillo sintiendo como su cuerpo temblaba por el enojo que sentía,paso por una habitación donde estaba el viejo báculo de su Whis que Bills había atesorado para cuando su maestro volviera, lo miro con molestia y con ganas de romperlo en mil pedazos solo para darle una advertencia al dios más caprichoso de todos los universos
- no volverás Whis, yo me aseguraré de ello, contigo fuera solo faltara Korn -apretó sus puños mientras por su cabeza pasaban miles de maldiciones dirigidas hacia Whis y Korn
"quiero ver que lo intentes"
dijo una voz en la oscuridad que alertó a Vodka el cual comenzó a buscar su orígen pero no había nada estaba él solo en ese lugar.
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LA DULZURA DE VIVIR
Fanfictioncuando se desea algo tienes dos opciónes, hacer lo imposible por cumplirlo o dejar que se esfume con los años.