LA DULZURA DE VIVIR

6-DANSO

De un momento otro despertó en una superficie húmeda bajo el cálido toque de los rayos del sol, algo aturdido parpadeo un par de veces y contemplo un momento el cielo sintiendo curiosidad por las nueves que se movían, pronto sintió el frio del viento lo que lo obligo a levantarse de una forma un tanto torpe, su cuerpo estaba entumecido y él estaba confundido, no sabía dónde estaba o como había llegado ahí aunque realmente no recordaba nada, miro todo a su alrededor con curiosidad notando que había mucho césped húmedo y suave bajo sus desnudos pies el cual le hacia cosquillas, sonrió un poco moviendo juguetonamente los dedos de sus pies jugando con el césped, contiguo jugando hasta que se dio cuenta de que podía avanzar, a paso lento camino hasta llegar a un pequeño charco que se robo su curiosidad, se inclino y miro su reflejo bastante sorprendido, vio que tenia la piel muy clara, era alvino pero lo que mas destacaba eran sus hermosos ojos color lavanda los cuales le gustaron al instante, miro una ves mas su cabello estaba repleto de risos pero resaltaba mas un espiral que se formaba arriba de la cabeza, miro todo su cuerpo percatándose de que era bastante pequeño, le causo gracia y se acerco al charco metiendo su manos en este comenzando a jugar nuevamente esta ves moviendo sus manos que comenzaban a sentir lo tibia que estaba esa agua que se ensuciaba por el barro

-agua -hablo desprendiéndose así mismo por su voz que no le gusto mucho al ser algo chillona

después de un rato le comenzó a doler el estomago pues su cuerpo le estaba reclamando alimento, para su suerte un olor desconocido y que parecía provenir de algo comestible inundó su nariz haciendo que siguiera el olor como si fuera un animal, se adentro a un bosque que no había notado por estar jugando, se escuchaban los pajaritos cantar cosa que le gusto y se hubiera quedado a escuchar más las melodías del bosque pero su cuerpo no dejaba de pedirle alimento por lo que el pequeño niño escuchaba atentamente esos sonidos mientras seguía el olor de la comida el cual lo llevó a un especie de casa rodante en ella estaba un hombre alvino asando carne para hamburguesas, al niño se le hizo agua la boca al ver como esa carne se cocinaba en la parrilla una sensación un tanto familiar, el hombre alvino se fue por algo dentro de la casa lo que le dio una oportunidad al niño, se acercó sin mucho cuidado y aprovechó para tomar algo de esa comida, con mucho cuidado tomó una de las carnes, le soplo para enfriarla y después comenzar a comerla saboreandolo con bastante gusto

-rico -dijo el niño haciendo unos movimientos extraños casi exagerados por el buen sabor de la comida sin embargo un sonido interrumpió su deleite

- oye ¿qué estás haciendo?-salio el hombre mirando al niño

el niño se asustó por lo que salió corriendo con la carne en manos pero como sus piernas aun no le respondían bien se tropezó cayendo de cara al suelo pero no dejó que su comida se ensucia

- oye cuidado -hablo el hombre acercándose al niño para levantarlo y revisarlo asegurándose de que no estuviera lastimado

el niño bajó la mirada asustado y comenzó a hacer pucheros lo que preocupó al hombre que pensó que tal vez el niño se había lastimado

- perdón -habló el niño devolviendo la carne aun con la mirada hacia abajo

aquel hombre solo observo al niño, le sonrió y soltó un suspiro, no parecía enojado

- no pasa nada, cómetela es tuya -le hizo una pequeña caricia en el cabello y después sacó un pañuelo con el cual limpió las lágrimas del niño

el niño levantó la mirada y sonrió teniendo un brillo de alegría en sus ojos, cuando el hombre terminó de limpiarle la cara comenzó a comer su carne degustando nuevamente

- oye ¿quieres acompañarme a comer?-le pregunto amablemente a lo que el niño asintió sin pensarlo mucho

después de que el niño se terminara su carne el hombre le preparó una hamburguesa, lo sentó en una mesa y lo miró fijamente con bastante curiosidad

- niño lo llamó antes de que comenzara a comer- ¿como te llamas? -le pregunto con un tono amable para no asustarlo

el niño lo pensó un poco pero al final no sabia que contestar pues no se había puesto a pensar su nombre, de un momento a otro a la mente le llegaron solo dos letras

- Wi.....- trato de recordar- Wilmer (de origen germánico, significa: fuerte deseo) -contesto rápido al ser lo primero que pensó

-mmm...suena como un nombre extranjero -opinó el hombre sin abandonar su sonrisa

- tu -lo señala a forma de preguntarle su nombre

- ¿a, quieres que te diga mi nombre?- le pregunto confundido por el extraño hablar del niño

- si-asintió con la cabeza comenzando a comer

- me llamó Danso (de origen africano, significa: hombre fiable)-contestó sin dejar de mirar al niño

- ¿hombre fiable?-pregunto Wilmer entendiendo lo que significaba aquel nombre

Danso miró al niño algo sorprendido

- si creo que eso significa, Wilmer ¿donde están tus padre?- pregunto serio pues por esa zona no había más casas que la suya

- ¿padres?-pregunto puesto que no comprendía qué era eso

- si tu mamá y tu papá ¿donde están?-siguió preguntando como todo adulto responsable

- no tengo- dijo como ultima respuesta que se le ocurrió pues aun no sabia que era eso, terminó su comida y miró fijamente a Danso

- eres huérfano -dedujo para después pensar un poco- oye qué te parece si te quedas conmigo hasta que encontremos a alguien que te cuide -sugirió realmente sin pensarlo mucho

el niño asintió feliz pues eso significaba comida para diario, Danso aun no podía creer que un niño como él este solo normalmente niños como él son conservados por sus padres ya sea para presumir o por que si los quieren, noto que el niño llevaba una bata que realmente no reconocía de ningún hospital cercano por lo que dedujo que se había escapado de algún lugar, cualquier adulto hubiera dejado al niño en alguna estación de policía o quizás dejarlo a su suerte pero al verlo tan deseoso de comida le quedó claro que ese lugar de donde se escapó el niño no era nada bueno, el como humano no permitiría que le hicieran nada a ese niño que ahora disfrutaba de una simple hamburguesa.