Capítulo 2 | Primer Descontrol

1.7K 219 14
                                    

Hola! Aquí corto mensaje de la autora, vale por spoiler también, pero creo que es importante advertirles:

Él, no es Mew.

NO es nada más jaja xD Disfruten la lectura!

○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~○~


Luego de su primera metamorfosis, el joven Gulf de 16 años había descubierto con el tiempo algunos cambios, como que sus sentidos eran más agudos que los de las personas comunes y corrientes. De esta forma, tuvo que aprender a entenderlos y hacerles caso, ya se había salvado de varios problemas huyendo debido a una opresión en el pecho lleno de un mal presentimiento; también gozaba de buena vista, de un agudo oído y delicado olfato, los cuales se multiplicaban en los tres días de metamorfosis.

Es por esta extrema sensibilidad que huía de las multitudes de personas, también solía transportar en su mochila frascos de perfumes o retazos de telas perfumados con sus olores preferidos, además de sus inseparables auriculares. También adoptó otras costumbres intentando evitarse disgustos, como que después de las clases de deportes, esperaba a que las duchas y los vestidores se vaciaran para hacer sus necesidades –no le gustaba oler mal, ya que le molestaba sentir una fragancia diferente a la usual sobre su cuerpo–. Fue bajo este contexto que aconteció una odisea para el joven.

¿Por qué estaba ocurriéndole esto? Gulf contó y volvió a contar las semanas desde su última transformación y no se equivocaba, su metamorfosis debía llegar la próxima semana ¿Se adelantó? ¿Esta cosa puede adelantarse? Se parece a la menstruación de mi hermana, pensó el joven dentro de su agonía. Mientras antes corría por el campo sintió su estómago revolverse y tras agruparse alrededor del entrenador su respiración demoró más tiempo en acompasarse y su cuerpo en enfriarse ¿aquello eran señales? Podía interpretarlo así. Gruñó molesto bajo la regadera, golpeó las frías cerámicas con su frente, angustiado debido al rápido calor abrumador que empezaba a nublar su vista. Nunca había sentido la metamorfosis arrollar tan rápidamente con su cuerpo.

No entendía muchas cosas de su propio organismo y le molestaba, le angustiaba, se sentía impotente. ¿Por qué me pasa esto a mí? Aún con la angustia y la vista cada vez más borrosa mira atentamente los mechones que alcanzan su frente pigmentándose de un blanco antinatural, viendo también cómo sus uñas se alargaban hormigueando sus dedos, alejó sus palmas de su vista para mirar aún más abajo, a su miembro erecto y jadeó.

Enredó sus finos dedos en su albino vello púbico y tras un escalofrío que viajó por su columna vertebral se dejó caer de rodillas. Encorvó su espalda y llevó cada mano a su entrepierna, una por delante suyo a su miembro y otra por detrás a su dilatado y húmedo agujero. El deseo sexual también llegó más rápido que otros periodos. ¿Será que en realidad le excita masturbarse en un lugar público? ¿O correr el riesgo de ser descubierto en cualquier momento? Que estúpido. No debería cuestionar mis gustos ahora, debo salir de aquí y llamar a mamá. Su mente aún funcionaba bien, pero sus piernas no respondían y sus manos se movían desesperadas sobre sus zonas erógenas.

– ¡Ahh! – salió de su garganta la satisfacción de haber chocado sus dedos contra su próstata, aumentó el ritmo de ambas manos, necesitaba correrse inmediatamente. El calor abrumador noqueó su consciencia y obligó a su sistema motor autómata que priorizara la eyaculación. –¡Mhhg! – apretó los labios mientras vibraban sus cuerdas vocales con rabia y frustración. No era suficiente. Sus manos no eran suficientes. No podía eyacular, ni siquiera su puño completamente dentro le alzaba al cielo. Necesitaba algo más grande. Más largo. Más profundo. Más caliente.

Los ojos verdes del joven albino devoraron al desconocido que se asomó con curiosidad a las duchas, las cuales no tenían paredes y solo las separaban de los vestidores una pequeña cortina. El compañero que llevaba el uniforme del equipo de básquetbol y sus zapatillas en una mano miró con desconcierto al chico tirado sobre las cerámicas del suelo, aún bajo la ducha. No sabía que había un estudiante albino. ¿Cómo nadie lo notó antes? Con semejante cabello, fantásticos ojos... cremoso tono de piel... increíbles curvas... y... Mierda.

El albino le dio la sonrisa más sexy que había visto en su corta vida y soltó un jadeo, en menos de un parpadeo aquel delgado cuerpo le agarró del cuello y le azotó contra la pared bajo la lluvia de agua con una fuerza descomunal, estampando su boca sobre la suya con violencia, frotando su entrepierna contra la naciente erección debajo de sus pantalones.

El joven estudiante dolido y muy agitado aparta la cabeza para respirar y se desgarra el labio, el atroz ardor le llenan los ojos de lágrimas que recorren sus mejillas junto al horror tras notar cómo el albino pasa su rosada lengua sobre la sangre en sus propios filosos colmillos. Le gruñe mientras reparte besos por su mandíbula y baja por el cuello sin dejar de oprimir su desnudez contra su cuerpo aún vestido. El pánico inunda al estudiante y entiende a la perfección que si no huye será violado violentamente por ese ser que parece carecer de humanidad y en el mismo segundo que piensa que debe huir de ahí a cualquier costo, el albino le barre las piernas cayendo al suelo sobre él, desgarrando su ropa volviendo a gruñirle, mostrando su blanca dentadura y sus dilatadas pupilas.

Era un depredador sobre su presa.

El estudiante de verdad creyó que aquel monstruo iba a matarlo y luego a violar su cadáver, así que se sacudió con fuerza intentando zafarse de aquel cuerpo que parecía débil pero que lo tenía prisionero sin esfuerzo alguno, con cada extremidad sobre las suyas, aun rodando sus caderas sobre su miembro ahora descubierto y totalmente erguido. ¿A pesar de su miedo su cuerpo reaccionaba positivamente? Creyó que nunca había visto a su hombría tan dura y grande como en ese momento. El cuerpo sobre suyo aprovechó los segundos de sorpresa donde dejó de luchar para empalarse él mismo, ambos soltaron un gemido de placer y sorpresa. Desde su postura, el desconocido observó el lubricante transparente escurrir por su miembro cuando el albino levantó las caderas, solo para volver a dejarse caer. Junto al fuerte olor dulzón que azotó sus fosas nasales dejó los ojos en blanco, abrumado de tanto placer. El joven sobre suyo ubicó ambos pies a cada lado de sus caderas para impulsarse y penetrarse ágilmente a una velocidad arrolladora. Parecía una máquina de follar. Admiró la belleza del joven albino, su cuerpo definitivamente era una delicia a la vista y se movía tan bestialmente como un animal en celo.

Sin limitarse se dejó llevar por la desvergonzada lujuria y tras correrse dentro del hermoso joven, lo empujó para que cayera de espalda contra las cerámicas y lo folló, más lento y torpemente, pero el albino no pareció quejarse, solo le miraba con... ¿Alivio? Y se tocaron, besaron, entró y salió hasta temblar por la fatiga de sus músculos, gritaron, jadearon y gimieron hasta que les dolió la garganta.

Gulf quedó satisfecho y el deseo sexual pareció dormirse en su pecho, sus pupilas se contrajeron a su estado natural y su consciencia regresó a su cuerpo, así, se dio cuenta de la gran cagada que había hecho.

El Ser Diferente ♡MewGulf♡ OmegaverseAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora