Mundo Drogadicto ~ Mi droga lleva Tu Nombre ¦ Jeon Jungkook

×6

Pov de la chica:

Era una casa en muy mal estado, mirando mejor, se notaba que el chico era soltero.
Alcé mis cejas mientras me adentraba en aquella cueva humana, mirando el suelo el cual estaba lleno de suciedades.

—Uh... — Dí un quejido de frío frotándo me las manos.

— ¿Pasó algo? ¿Quieres vodka caliente?

Lo miré de forma extraña inclinando mi cabeza de un lado.

— Díme que estás bromeando —Hablé incómodamente

Pov Jungkook:

¿La chica no sabía diferenciar entre humor y algo serio? Muy raro todo, lamí mis labios y cerré la puerta tras nuestra.

— ¿Ahora tengo que mantener la casa limpia? — Pregunté de manera fastidiosa

—Sí, ¿Me puedo duchar?

Asentí lentamente mientras frotaba mi nuca, le señalé el pasillo para que supiera dónde se situaba el baño.

—Iré a buscarte una toalla y ropa, para luego poner la estufa.

La chica se dirigió al baño, y yo tras ella para irme a mi habitación, espero que no le moleste que yo le dé mi ropa.
Agarré una de las toallas más limpias que tenía, junto a la ropa, y fui hasta la puerta del baño, toqué tres veces, dejé las cosas en el suelo, y esperé a que responda.

—Que sepas que tienes las cosas frente a la puerta.

Tomé aire ampliamente y me fui de ahí, para limpiar y ordenar la habitación más o menos, para que durmiera bien, y yo en el sofá.

Una vez acabado todo me tiré en el suelo con los ojos cerrados y tapados con mi ante brazo.
Escuché unos pasos y miré hacia arriba.
Me incorporé sentándome cómo indio mirándola.

— ¿Cómo te llamas, chica?

—Me llamo Vanessa, ¿Y tú? —Frunció el ceño mientras se sentaba en el margen de la cama.

—Jungkook, pero me puedes decir Jung.

Esta asentió lentamente mientras se tocaba el cuello con una expresión facial de dolor.

—¿Tienes a dónde ir si mañana te vas? —Le pregunté seriamente.

—Ah...No, te explico, llegué a Corea hace unos días, supuestamente tenía que estar viviendo con mi amiga, pero... —Miró sus manos— Un día no apareció en todo el día, así que decidí en buscarla mala idea-.

—Y entonces te secuestraron esos, ¿Verdad?

—Uh... Sí, y respondiendo a la primera pregunta, no, no tengo a dónde ir.

Asentí apretando mi mandíbula para pensar, me metí en un lío tremendo.
¿Debo de cuidarla? ¿Tengo qué trabajar?
¿Tengo que tener la casa limpia? ¿Tendré que esconder toda mi droga?
Muchas cosas... Ah!