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No había dormido nada esa noche de tanto esperarlo, solo estaba ahí, abrazando su almohada como un desquiciado, ni siquiera Mika se quería acercar a él.

Reborn no llegaba, eran las 10 de la mañana y su novio no llegaba, era un sentimiento tan desesperante, se sentía tan vacío y solo, tan solo con sus deprimentes pensamientos que le decían que posiblemente el mayor no llegó a la salida ni a la casa fue por su culpa, porque es un exagerado, porque es un dramático, porque es insuficiente, porque es simplemente una carga..

Sí, una carga, así se sentía, una triste y deprimente carga para la persona que amaba, y ahora ya no tenía cómo comparar su dolor y separarla de su felicidad, porque en ese momento, Reborn no estaba ahí, porque fácilmente podría decir que no importa que no haya llegado a la salida con sus amigos, Reborn habría despertado a su lado de todos modos, pero no, ni siquiera hubo un despertar, no hubo un beso de buenas noches, no hubo un "te amo" aunque fuera falso, no hubo nada, solo él y su pesada soledad y la grieta que lo acompañaba, oh sí, esa no podía faltar, no le recordaba el tema con Auron, solo le transmitía los sentimientos de sentirse traicionado e indignado, y así se sentía, pero su angustia era no saber por qué, incluso su propia mente lo odiaba, porque le daba el sentimiento mas no el porqué de eso.

Aun recordaba su triste semblante la noche anterior, cuando lo esperaba con la carita destrozada por las lágrimas de una promesa rota.

Para empezar había comenzado a llover, y no era buena señal, Momon no era supersticioso ni mucho menos, pero acompañado con los eventos que se presentaban era imposible no imaginar que hasta el clima le traicionaba, como diciéndole "oye, solo te falta esto para completar tu triste velada", ¿alguna vez han sentido el sentimiento de sentirse abandonados, y esa emoción de sentir que nadie los ama, que nadie los quiere por más que sabes que aún hay personas que te quieren? Así se sentía él, era un sentimiento tan deprimente que acompañaba dulcemente a esa lluvia tan infernal, y era tan gracioso como la lluvia podía significar diferentes cosas para todos, porque algunas personas se tomaban de la mano para no resbalarse en los charcos, otras personas jugaban a pisar los charcos y resbalarse con ellos, otros reían amando la lluvia que se reflejaba mejor en los faroles de las calles, otras personas se refugiaban en los paraguas de sus parejas e iban juntos a sus casas, a abrigarse, a calentarse, a jurar amor eterno... Mientras que él estaba ahí, mirando la lluvia de manera triste, esperando a esa persona que tendría que traerle el paraguas y llevárselo lejos de ahí, esa persona que tenía que protegerlo de tan horrendo clima.

Pero su persona del paraguas jamás llegó, y tuvo que refugiarse en su propia camisa, esa camisa que nunca se ponía, pero que sabía que a su novio le gustaba, por eso se la puso.

_Momon, no va a llegar, ya vamos al restaurante o se hará tarde –habló Mara a manera de hacerlo entrar en razón, porque el chico solo se mantenía mirando la dirección por la que tendría que llegar su novio.

_Va a llegar.

_Llevas repitiendo eso por media hora, ¡no lo hará! –ciertamente, ella ya estaba harta de esa actitud, le parecía hasta una estupidez, no entendía por qué tanto sufrimiento, si se sabe que no lo quiere ¿por qué seguir aferrándose? ¿por qué a las personas les gustaba sufrir tanto?

_Mara, va a llegar, lo prometió, te juro que justo ahora dará la vuelta de la esquina –apuntó hacia ese lugar y por ahí solo pasó un triste vendedor de flores con todas sus bellísimas flores marchitadas-

_Axozer, háblale tú, yo ya no puedo –se rindió y se cruzó de brazos, no soportaba estar un segundo más bajo esa lluvia que para ella significaba la desesperanza-

_Momon, te prometo que va a llegar, tal vez más tarde, pero mejor esperémoslo en el restaurante, nos estamos mojando todos aquí –le habló el menor del grupo, tomándolo del brazo para transmitirle un poco de confianza-

Lovefool -RebornkunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora