The Four Musketeers. [2]《H.P Segunda Generación》

12. Regalos de un desconocido.

Narrador Omnisciente:

—¿Y bien?. ¿Qué ocurre?.—Preguntó Alex, en cuanto llego con sus dos amigos al despacho de McGonagall.

—Alexandra, su hija ha venido con la señorita Granger ha darme la noticia de que Harry recibió un regalo sin remitente.—Dijo Minerva, con un semblante severo.—Por lo que también su hija, recibió uno igual.

—Bella, ¿Qué has recibido?.—Preguntó Elizabeth, con calma.

—Esto.—Murmura, y del bolsillo de su túnica saca un libro de tapa negra, y con palabras en dorado resaltando.—Tiene dos iniciales. S.S. no conozco a nadie con esas iniciales.

"El Rey y la Espada Mortal."

—Es un viejo ejemplar, solo pocas familias lo tenían.—Dice McGonagall, observando el libro.—Aún así, le pediré que me lo entregue, debo revisarlo.

—¿Por qué?.—Comenzó Bella, a interrogar.

—Porque sí, Isabella.—Contestó Alexandra.—Dame el Libro.

La menor miro a su madre, muy extrañada por su reacción. Jamás le había llamado por su nombre completo, ni siquiera cuando hacía travesuras que sobrepasaban los límites.

—No. No se los daré.—Negó, tomando el libro con fuerza entre sus brazos.

—Es por tu bien, Bella.—Murmura Zack, intentando apaciguar las aguas.

—No me dicen de que me protegen, ¿Por qué debería dárselos?.—Hablo con firmeza. Esa valentía y coraje, eran completamente herencia de su padre.

—No debes saberlo, y punto. Dame el libro, y fin de la conversación.—Dijo su madre, entre dientes. Acercándose.

Bella puso su mano delante de ella, e hizo que su madre volara hacia atrás. Los otros tres adultos, miraron a la chica con temor. La joven tenía sus ojos levemente blancos, y de sus manos se notaban ciertas luces de color rojo.

—Bien, Bella. Tranquila, no nos des el libro. Pero tranquilízate.—Dijo Elizabeth, con calma. No debían hacer enojar a la joven que no tenía ancla que la controlara.