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Chan caminaba al lado de Jun, con una gran sonrisa sobre sus labios y abrazando un lindo y pequeño peluche con la forma de un gatito y pensó que no podía ser más feliz, hasta que Jun lo tomó de la mano y lo hizo entrar a un restaurante, pero no cualquier restaurante favorito.

Era un simple restaurante de hamburguesas pero tenían las mejores malteadas y las mejores hamburguesas con queso.

—Éste lugar te encantará tienes que probar... —la oración de Jun se quedó a medias puesto que escuchó la voz de Chan.

—Las hamburguesas con queso... ¿que?, ¿creías que eras el único que conocía éste tipo de secretos del universo? —preguntó aquello con una pequeña risa para después jalar un poco el brazo de Jun e ir hasta el mostrador.

—Yo pediré una hamburguesa con extra queso y papas.. también una malteada de vainilla —pidió aquello con una gran sonrisa para después dirigir su mirada al mayor quien lo miraba con una sonrisa, pero no cualquier sonrisa, se sentía... diferente, se sentía bien.

—Oh... yo quiero lo mismo, pero que la malteada sea de fresa —dijo aquello para después sonreírle a la chica del mostrador y sacar su billetera al mismo tiempo que Chan.

—Paguemos juntos — dijo el menor dándole su parte correspondiente mientras sonreía, Jun dudó un poco pero después de un momento tan solo asintió y tomó lo que el menor le daba para así pagar su comida e ir a sentarse a una mesa cercana puesto que les llevarían su comida.

—Whoa, en serio pensé que no conocerias éste lugar... tal vez debimos ir a otro lugar... —JunHui dijo aquello haciendo que el menor negara suavemente con la cabeza.

—Me encanta aquí, es uno de mis restaurantes favoritos, así está perfecto —aseguró aquello con una pequeña sonrisa la cual hizo al mayor sonreir también.

Ambos se sentían bien, la compañía del otro los hacía sentir cómodos, no tenían que hablar mucho aunque podían hacerlo y el silencio no era incómodo si no relajante.

—¿Cómo llegaste a la conclusión de que parezco una nutria? —Chan rompió el silencio con aquella curiosa pregunta por la que Jun soltó una pequeña risa.

—Tu mirada y tu sonrisa, hay dos cosas que hago con mi celular todo el tiempo, una es jugar y la otra es ver videos de animalitos, me gustan bastante las nutrias, son muy tiernas y más cuando están felices, sus ojitos hacen medias lunas adorables... tu... tú haces lo mismo cuando sonríes, así que eres una nutria. —Después de aquello Chan quedó sin habla, aquello le había parecido tan dulce, ahora amaba ser una maldita nutria.

Y estuvo a punto de hablar cuando la mesera se acercó dejando su pedido frente a ellos, ambos agradecieron mientras sus bocas se hacían agua gracias a el delicioso aroma que aquellas hamburguesas desprendían.
De nuevo el silencio fue roto pero está vez fue gracias al estómago del mayor quien en automático miró a Chan, sintiendo como su cara comenzaba a enrojecer, mucho más en el momento en el que el menor soltó una gran carcajada.

—Yah.. es porque tengo mucha hambre —dijo aquello y el menor tan solo se limitó a asentir suavemente.

—Está bien Hyung —dijo mientras su sonrisa sólo se agrandaba —Comamos — dijo aquello tomando su hamburguesa y mordiendola mientras sonreía.

Aquella comida siguió mientras ambos jugaban y hacían bromas entre ellos, ambos compartieron sus malteadas y a Jun le parecía gracioso hacer enojar a Chan robando de sus papitas aún cuando el tenía las propias.

En conclusión ambos pasaron un rato agradable y divertido en compañía del otro, ahora estaban caminando hacia sus casas, decidieron caminar en vez de tomar el autobus para tener un poco de más tiempo juntos.

Mientras caminaban Jun solo podía pensar que era un idiota por no haberse fijado antes en Chan y el menor tan solo podía pensar en lo enamorado que estaba de Jun aunque éste no lo supiera.

—Whoa, hoy se ven muchísimas estrellas —Aseguró el menor mientras miraba hacia el cielo, era cierto, el cielo lucia más lindo que de costumbre, las estrellas y la luna brillaban como nunca, realmente estaban teniendo una noche perfecta en esos momentos.

—Mi abuela decía que las estrellas nos miran... ¿crees que lo estén haciendo —Jun preguntó aquello mientras mientras caminaban.

—Tal vez... pero están muy lejos... aún así... ¿crees que nos puedan ver desde allá arriba? —En ese momento el mayor pareció pensar un poco lo que iba a decir pero finalmente solo asintió.

—Sí, ya te lo dije, tu sonrisa es especial, brilla mucho seguro la pueden ver —dijo aquello mientras le sonreía a lo que Chan frunció el ceño.

—Pero ni siquiera estoy sonriendo... entonces no nos pueden ver —Chan bromeó con aquello para después soltar una risa.

—Pues ahora nos ven, ya sonreiste —Jun dijo aquello haciendo sonreír una vez más al menor para después seguir caminando.

Después de algunos minutos más caminando el menor se dio cuenta de que estaban cerca de su casa lo cual le hizo voltear su mirada hacia su hyung con el ceño fruncido.

—Su casa debía estar antes de la mía hyung y ya casi llegamos a mi casa... ¿vivimos cerca? —Chan le cuestionó aquello mientras caminaba a su lado, sorprendiendose cuando Jun negó.

—No, pasamos por ella hace un buen rato —respondió aquello con naturalidad a lo que Chan rápidamente dejó de caminar.

—¿Entonces que hace aquí?, debió haber ido a casa, ya es tarde y hace frío —dijo aquello casi como un regaño, pero se quedó congelado cuando sintió como Jun tomaba su mano para obligarlo a caminar.

—Exacto, está oscuro, hace frío y podría pasar algo, por eso me aseguraré de llevarte sano y salvo a casa, después puedo tomar el autobus de regreso, no es mucho camino y la parada está cerca —Chan no replicó más ante aquello, no podía hablar, tan solo se quedó mirando la manera en la que sus manos estaban unidas, había soñado demasiadas veces caminar de esa manera con el mayor y ahora se estaba cumpliendo.

Minutos después llegaron a la casa del menor, pasaron por aquel bonito jardín que tenía la madre de Chan y lastimosamente para el, tuvieron que soltar sus manos.

—Debes mandarme un mensaje cuando llegues a casa—el menor dijo aquello parándose en la entrada de su casa sin querer entrar realmente mientras mantenía un pequeño puchero en sus labios.

—Mh, está bien, te avisaré, ahora tu entra, hace frío —Jun le sonrió esperando a que entrara a su casa.

—Lo haré... gracias por hoy hyung, me divertí mucho, espero que podamos volver a salir muchas veces en el futuro —sin pensarlo dos veces se acercó a Jun y lo abrazó, sonriendo al sentir que el mayor hacia lo mismo.

—Te aseguro que volveremos a salir muchas veces más —aseguró aquello e hizo algo que Chan realmente no se esperaba, tomó delicadamente el rostro del menor y dejó un suave y cálido beso en su frente. —Ve adentro — después de aquella indicación se alejó un poco, Chan sólo asintió suavemente, nuevamente estaba sin habla y con un sonrojo que le llegaba hasta las orejas.

—Yo... te veo en el instituto —dijo aquello para después rápidamente entrar a su casa, aquello había sido lo más tierno del planeta para Jun quién se fue de ahí para poder tomar el autobus, sin saber que en esos momentos Chan estaba recostado en su cama abrazando a más no poder aquel pequeño peluche de gatito.

「Apariencia gatuna 」「JuNo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora