"Por tu culpa mi corazón sigue resistiendo la razón es que tu nombre está grabado profundamente en mi. Sólo estoy esperándote en un extraño laberinto"
-Taemin, Stone Heart-
Volví a mirar mi reloj por sexta vez, ya mi paciencia se estaba agotando, era la tercera vez que Mian Mian fallaba a una cita, lo que más me enojaba era que ella era quien las hacía.
Y en especial un día como hoy, en el día del amor y la amistad, pasé mi mano derecha por mi cabello y me levanté, justo en el momento que un chico que conocía muy bien pasaba por mi lado en sus patines, porque en el restaurante que estaba era un lugar jovial y a los dueños les gustaba esto.
Y allí me encontraba yo mirando a Zhan, con su pelo un poco más largo y castaño que la última vez, se deslizó hasta una mesa dejando una malteada donde estaban sentados una pareja que podía decir eran esposos, ambos llevaban anillos y se sonreían.
Seguí con la vista a Zhan y lo vi sentarse masajeando su cuello en una de las mesas vacías, sacó su teléfono y una galleta del delantal y comenzó a comerla, y sin saber el porqué comencé a caminar hasta donde estaba sentado él.
Cuando me vio sonrió para mí, porque nosotros ya teníamos historia, sí, yo conocía a Xiao Zhan, habíamos sido compañeros de habitación el segundo año de universidad y nos llegamos a conocer muy bien, de hecho más que muy bien, yo había contado todos los lunares que tenía en su cuerpo, y él, él recorrió cada parte de mí con sus labios y lo habíamos disfrutado.
Hasta qué él decidió cambiar de universidad y alejarse, hasta yo no volver a verlo más, de hecho cuando descubrí que estaba trabajando en The Cold no me atreví a entrar al lugar la primera vez, pero después lo hice, aunque no lo vi ya que ese día no estaba de turno, y la verdad no esperé verlo hoy, porque se supone yo tenía una cita, una que se iría a la mierda sí decidía llegar, porque yo ya tenía otros planes.
ㅡ¡Wang Yibo! ㅡsu voz alegre como siempre hizo revolotear algo dentro de mí.
Algo que yo había sentido en el pasado.
ㅡZhan-Ge, es grato verte, pensé te había tragado la tierra ㅡcomenté.
También sonreí, y no fue difícil volver a verlo, y pensé que sí, porque él se había alejado sin decirme nada, y aún sus palabras se repetían en mi cabeza.
ㅡYibo yo siempre tengo una razón para como actúo, te pido que no hagas juicio de mí sin antes saber mis razones.ㅡfueron las palabras de Zhan tres días antes de irse.
Y ahora después de dos años lo tenía de frente, ya no estaba enojado, porque en realidad ahora que lo tenía de frente sólo quería ayudar a Zhan a cumplir una larga lista de cosas que quería hacer un día junto a su pareja.
ㅡ¿A qué hora sales hoy?
ㅡDespués de que termine está galleta me toca un turno de una hora más ㅡXiao hizo una muesca mirando al mostrador.
Parecía cansado, por lo que fui atrevido y me acerqué hasta el dueño del lugar, después de todo Liu Haikuan me debía un favor.
Y fue mi día de suerte, porque el dueño del lugar y esposo de un primo mío, aceptó liberar a Zhan-Ge antes, quizás mi día no sería malo después de todo.
ㅡ¿Serías mi cita hoy? —pregunté sentándome en la mesa de nuevo.
ㅡ¿Qué? Pero aún me queda una hora y...
ㅡYa hablé con tu jefe, eres libre por el resto del día, así que ¿Aceptas?
Los tres segundos que duró para responder fueron eternos, pero asintió, por lo que comencé con la primera cosa de su tonta lista.
