Capítulo Uno

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Me quedé a su lado cuando la tormenta se avecinaba, yo sabía que todo sería un caos inmenso, que mi vida cambiaría más de lo que alguna vez soñé, pero supongo que ya estaba acostumbrado a los cambios.

Me quedé a su lado cuando la tormenta estaba sobre nosotros, cuando la lluvia parecía estar en nuestra contra, cuando el frío quería separarnos, y cuando parecía que era momento de renunciar, yo me quedé. Nunca dudé de mi decisión, jamás dudaría.

Ella me encontró en un momento en el que nada tenía sentido para mí. Sentía que de algún modo estaba atascado, sentía que la vida pasaba ante mis ojos y que yo no podía hacer nada más que mirar. Crecí con un micrófono en la mano, con un escenario bajo mis pies y con una multitud atenta a todos mis movimientos.
Mis viejos amigos estaban divirtiéndose; iban al cine, salían a un restaurante o simplemente daban un paseo. Sin embargo, yo no tenía tiempo.

Todos podrían creer que tuve suerte, que ser un idol era lo mejor que me pudo haber pasado. No obstante, yo me cuestionaba si tantos sacrificios realmente valían la pena. No creía que mi vida se redujera a estar en un escenario, eso no podía ser todo. Cuando sentía que me hundía, me presionaba aún más para levantarme y seguir, hasta que realmente ya no quería hacerlo. Fue ese momento en que ella me encontró, quizás yo la busqué a ella.

Recuerdo

No tenía lugar al que ir, no podía ir a casa porque mis padres vivían en una ciudad lejana a Seúl, no tendría tiempo de llegar hasta allí considerando el flujo de automóviles en pleno 24 de diciembre. La mayoría de los chicos fueron a sus casas, y los que no pudieron simplemente salieron con sus amigos de la secundaria, no quise interrumpir ninguno de sus planes. Fue entonces que BamBam me escribió para recordarme de su reunión navideña, era mi mejor alternativa. Llegué a eso de las nueve de la noche, él me recibió muy alegre y me guío dentro.

Era fácil distinguir algunas caras, aunque no estaba tan repleto como imaginé, había unas quince personas. Algunos de nuestros amigos estaban allí, miembros de su grupo, y solo dos chicas, eso creí. 

No me quité el abrigo, en realidad nadie lo hizo, el frío era gran revuelo en estos días. Admiré la decoración, quería reír al imaginar tanto esfuerzo realizado, aunque lucía bastante elegante, BamBam había hecho un buen trabajo, como siempre.

Sigo avanzando por el lugar, detengo mis pasos durante unos segundos para decidir en donde debería quedarme sentado por el resto de la noche. Escaneo el lugar de un lado a otro, hasta que la veo, allí sentada y sin decir nada, muy nerviosa y lo suficientemente tímida como para permanecer incógnita toda la noche. La miro durante largos segundos, asombrado quizás de sus bonitos ojos o de la diadema navideña que lleva puesta.

Me acerco y tomo asiento al frente, disimulando mi atención al celular o a la chimenea falsa que estaba detrás de ella. Hasta que, supongo, se percata de mi presencia.

—Hola, soy Lalisa Manoban —extiende su mano, a la vez que sonreía bastante feliz—. No me conoces, pero soy amiga de BamBam —me cautivaron sus ojos, tan enormes y tan sinceros.

—Jeon Jungkook, miembro de BTS —tomo su mano y luego la suelto.

—Claro —sonríe de nuevo, divertida de algo que dije, no lograba adivinar que le causaba risa.

—¿Eres parte de algún grupo? Perdona que no lo sepa—dirijo la mirada a otro punto que no sea ella.

—Sí, a Blackpink—es tímida al hablar, muy divertido de ver—. Y tranquilo, debutamos hace muy poco tiempo.

—He escuchado la canción, son buenas —estaba siendo honesto, la canción había sonado en más de una ocasión—. Solo que no había tenido oportunidad de ver el video completamente, lo lamento.

Yo te buscaba, y me encontraste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora