Ese fue el mejor día que había tenido desde hace meses, y me prometí mantenerla cerca de mí. El primer mes fuimos amigos, amigos cercanos, era como si la conociera desde antes.
Solíamos hablar a diario, incluso en la madrugada, mayormente porque en esos momentos estábamos libres, no había ensayos ni entrevistas que pudieran hacerse a las dos de la mañana, al menos no comúnmente. Yo comenzaba a sentirme diferente, ella me hacía tan feliz que me constaba trabajo creerlo. Más que eso ella me cautivó con su amor por la vida, cuando nos reunimos por segunda ocasión ya sabíamos muchísimo del otro. Era San Valentín y de nuevo BamBam tenía una reunión, se hacía llamar a sí mismo El rey de las reuniones, supongo que también le gustaba rodearse de sus amigos.
No estaba seguro de como actuar, creí que sería muy pronto para tratarla informal y también sería odioso hacer como que si durante todo el mes no hubiésemos charlado a cada segundo. Tan pronto como ella llegó corrió a mí y me abrazó, supe que debía tratarla como deseaba.
Recuerdo
—¿Hoy si querías pasar tu día aquí? —se ríe traviesa, haciendo referencia a las palabras que usé hace unas semanas. Admiro que tiene buen sentido de la moda, sabe combinar una falda para parecer madura pero adorable, mucho más adorable.
—No he estado más seguro de algo en mucho tiempo, más de lo que realmente me gustaría admitir, Lisa—. caminamos hacia adentro, recogiendo nuestras diademas en forma de corazón llenas de brillitos —. ¿Por qué crees que BamBam siempre compra estas cosas? Es bastante extraño.
—Son lindas, así que no te burles —menea su dedo, me alegra saber que es la clase de persona que defiende a sus amigos —. Probablemente las compra porque siempre las usaba cuando vivíamos en Tailandia, supongo que es una tradición que perdura en él —me saca la lengua y sale corriendo a la mesa de dulces, la sigo. Come bastante, en su cuerpo tan pequeño es difícil creer la cantidad de dulces que puede llegar a ingerir.
Entrada la noche, en el mismo sillón de la última vez, nuestra conversación es más profunda y decido preguntarle sus verdaderos motivos para ser idol. Ante la pregunta parece meditarlo, hasta que una luz se enciende en su cabeza y se anima.
—Desde pequeña he amado bailar, recuerdo que solía usar un micrófono y cantar a todo pulmón, aunque siendo sincera el canto no es mi mayor fuerte —se ríe y me mira —. Mi mamá me inscribió en clases de baile, y yo esperaba cada lección con unas inmesas ansias. Solo podía pensar en bailar, mi mente giraba en torno a ello cada segundo de cada día. Conocí a BamBam porque su familia era cercana a la mía, además, estaban juntos en el grupo de baile. Solía ser mucho más bajo que yo, aunque siempre se niega en aceptarlo.
—No me sorprende, aunque ahora no estas ni cerca de su altura —me permito jugarle una broma, le hago un gesto para que continue.
—Comencé a escuchar Kpop y quedé enamorada, las letras y los bailes eran increíbles. Le dije a mi madre que quería ser como ellos y comenzó a investigar por aquí y por allá, descubrió que no sería nada fácil. Al principio mis padres dudaron, yo misma tuve momentos para meditarlo, pero decidí que sin importar lo duro que resultara iba a lograrlo, ellos respetaron mi decisión —suspira, supongo recordando aquello —. No te mentiré, cuando llegué aquí fue un golpe duro, nadie hablaba tailandés y a nadie le permitían comunicarse conmigo en inglés.
—¿Y qué hiciste? —su mirada delata felicidad.
—Ser feliz, sabía que todo era parte de mi sueño. Sabía que con cada pequeña dificultad me acercaba más a lograrlo. Puede sonar tonto, pero estoy cumpliendo un sueño y es lo más importante para mí.
—Por supuesto, estoy sumamente contento de que hayas conseguido hacerlo realidad—la veo, tan pequeña y tan sabia —. También estoy feliz porque gracias a ello te conocí, eres una gran amiga.
—Y tú eres el mejor conejo amigo del mundo —se burla de mí, yo pienso que ella se parece mucho a un patito.
Fin del recuerdo
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Yo te buscaba, y me encontraste.
FanficElla me encontró en un momento en el que nada tenía sentido para mí. Sentía que de algún modo estaba atascado, sentía que la vida pasaba ante mis ojos y que yo no podía hacer nada más que mirar. Historia corta. Totalmente original.