Capítulo 5: Selección

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Nos acercamos juntos a la puerta de entrada, donde los maestros estaban recibiendo a todos los estudiantes.

-¡Dumbledore!- gritaron mis tres nuevos amigos y corrieron hacia el Señor de la gran barba blanca, los seguí con torpeza, escondí mis manos en los bolsillos.

- Me alegra verlos de nuevo, chicos- Su voz era cálida y amigable -Tu debes ser T/n la de Beauxbatons- Asentí y traté de darle la mejor sonrisa -Descuida, estas en buenas manos- Me sonrió de vuelta

Los chicos me dieron un breve recorrido por las instalaciones comunes, Harry se mantuvo a mi lado todo el tiempo repitiendo que todo estaría bien y en algunos instantes me daba pequeños abrazos que me reconfortaban.

Todos los estudiantes fuimos llamados al gran comedor, tuvimos que separarnos, ellos se fueron a su respectiva casa y yo me quedé al centro junto a los niños de primer año esperando que una casa se nos fuese asignada.

-Buenas tardes queridos estudiantes- Dumbledore habló- Es para mí un honor dar inicio a un nuevo año escolar...

Todos los estudiantes aplaudieron y vitorearon, dejé de escuchar, el pánico se apoderó de mi, los niños frente a mí comenzaron a pasar y a ser asignados, entre menos quedaban junto a mí más crecía mi ansiedad.

-T/n Sartre- Dumbledore me sonrió y pidió que me sentase en el banco frente a todos, mis manos y cuerpo entero temblaban.

Colocaron el sombrero en mi cabeza y este cobró vida.

-Oh la la, c'est magnifique- el sombrero habló alto y con autoridad- Hace mucho no veía a un Sartre, es un honor- Me sonrojé, todos los ojos estaban sobre mí expectantes- Difícil decisión

En mis pensamientos rogué por quedar en Griffyndor como mi padre y así también poder estar junto a mis amigos, cerré los ojos implorante.

El sombrero chasqueó la lengua y continuó-Interesante...la fuerza de un Griffyndor, la creatividad de un Ravenclaw, la lealtad de un Hufflepuff y la determinación de un Slytherin- hizo una pausa y pensó- pero hay una cualidad que sobrepasa todas las demás...¡Hufflepuff!

Mi corazón se detuvo, escuché los gritos y vitoreos de Hufflepuff, no estaba en la casa de papá ni de mis amigos ¿Qué se supone que haría?

Me levanté e intenté sonreír, mientras caminaba a la mesa de Hufflepuff una mano se alzó, un chico castaño y bastante atractivo me indicó que me sentara a su lado, obedecí y con cuidado me senté, no muy cerca de él.

-Cedric Diggory- me tendió su mano y yo la tomé- Me alegra mucho que seas una Hufflepuff- me mostró una amplia y gran sonrisa que devolví con torpeza y me sonrojé.

Sentí que alguien me miraba, levanté la vista hacia la mesa de Slytherin, Draco estaba con la mandíbula tensa y los puños apretados sobre la mesa, sus nudillos se tornaron blancos, mis ojos avellana chocaron contra los suyos grises y brillantes que en ese momento se veían oscuros, tragué con dificultad y desvíe la mirada.

Luego de comer Cedric me presentó a sus amigos, todos eran muy lindos, los que mejor me cayeron fueron Owen y Heidi, me contaron que los tres eran parte del equipo de quidditch y que debería ir a verlos entrenar algún día.

-Podrías ser nuestra porrista personal T/n- Cedric me guiñó el ojo a lo que me sonrojé, tomó y mejilla- Eres tan tierna-sonrió

-Cedric bajale a tu promiscuidad, la estas asustando- Dijo Heidi poniendo los ojos en blanco a lo que todos reímos.

Se ofrecieron a terminar de mostrarme la escuela ya que el recorrido de los prefectos era sólo para estudiantes de primer año.

Me dijeron la contraseña para nuestra sala común y me mostraron los dormitorios, aproveché para instalarme y ordenar todo mi equipaje, les dije que los alcanzaría más tarde.

Iba caminando por el pasillo un poco pérdida y mi hombro golpeó contra el de alguien más.

-Ya se te hizo costumbre- Dijo Draco con esa sonrisa burlona en la cara

-Yo...lo lamento, estoy un poco pérdida- Dije y baje mi rostro apenada.

-Diggory dejó tirada a la nena- soltó- Pero si en el Gran Comedor te le estabas lanzando como la zorra que eres. -Dos chicos que iban junto a él se rieron

Me quedé paralizada ¿Qué le he hecho para que me trate así?

- No me hables de esa forma- le dije alterada.

-Deberías sentirte halagada de que al menos te dirija la palabra- empezó a caminar y uno de sus secuaces me tiró al suelo

-Pidele a Cedric que recoja su basura- escupió

Era mi primer día, mi primer maldito día y ese imbécil ya me estaba haciendo la vida de cuadritos.

-Señorita Sartre, ¿Qué está haciendo en el suelo?- La Profesora McGonagall se acercó a mi, rápidamente me levanté y me limpie la túnica.

-N-nada- Dije nerviosa- Creí haber visto un knut y quise recogerlo

Me lanzó una mirada dubitativa y siguió su camino.

Fred y George se acercaron a mi de inmediato.

-¿Todo bien?- me miraron preocupados- Yo les sonreí

-Sé que podemos hacer para divertirte- Fred miró a George y este me alzó para ponerme sobre su espalda y llevarme corriendo por el pasillo, no podía dejar de reír por las caras que hacía Fred y como trataba de empujarnos para que yo cayese.

Salimos al patio donde se encontraban Ron, Hermionie, Harry, Ginny y unas cuantas personas más que me presentaron como Luna, Oliver y Neville, estaban jugando Gobstones.

Luego de varias rondas contra cada uno.

- ¡No puede ser!- Ron pasó sus manos en su cabello frustrado- ¿¡ Cómo es que ganó de nuevo!?

- En defensa de T/n, Ron, tu eres muy malo en Gobstones- Todos reímos

- ¡Pero si nos ganó a todos!- Dijo Harry aún entre risas

- Bueno...- Dije un poco apenada- En defensa de todos ustedes- copié lo que dijo Hermionie- Soy campeona Nacional de Gobstones en Francia desde que tengo 11 años

-¡Eso no es justo!- gritaron todos para luego empezar a reír

- ¡Oh T/n! ¡Ama y Señora de los Gobstobes!- Fred y George hicieron una reverencia ante mí

- Eso, inclinense ante la reina de los Gobstones plebeyos - Me paré y alcé mi túnica como un vestido de manera elegante a lo que todos rieron.

El resto de la tarde pasamos tranquilos, riendo, jugando y riendo aún más, me despedí de ellos a la hora de la cena, hablé con Cedric, Heidi y Owen, me aconsejaron para mí primer día de clases.

Ignore las miradas fulminantes de esos ojos grises en mi espalda.

Cedric me acompañó hasta la entrada de los dormitorios de chicas, me dio un beso en la mejilla y se fue, sonreí instantáneamente.

Salem me recibió contento, le di de comer a él y a Nott quien tambien estaba feliz de verme.

Me dí un baño y me recosté en la cama, mañana iba a ser un gran día, o al menos eso esperaba.

Rómpeme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora