Conjunto de historias cortas y sencillas de leer. Contiene altas dosis de Yaoi e imágenes zuculentas (en medida de lo que nos permiten las normas de Wattpad)
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El más joven ya se encontraba durmiendo en su habitación, arropado por las mantas en la cama de la posada, la puerta de su habitación se abrió, dando paso a un intruso.
Garret no sabía que haría si una de esas noches Dylan cerrara la puerta de su habitación con llave, tal vez el lobo no podría dormir en toda la noche, pero eran esos pequeños momentos los que tanto necesitaba, ya se había obsesionado y no había marcha atrás.
Tal vez si supiera lo que ha estado haciendo todo ese tiempo que han estado juntos, no seguiría trabajando a su servicio, Garret tenía miedo de ello, era muy joven, era un humano y un varón, todo se cumplía en contra del lobo.
Dylan dormía profundamente, el lobo se aseguraba que así fuera siempre, Garret le arrebató sus sabanas, el muchacho dormía en ropa interior, algo que el lobo ya sabía, y se subió a la cama, encima de Dylan.
Las mejillas de Garret estaban sonrojadas, mirando ese cuerpo casi desnudo- Dylan- susurró en su oreja- ¿Estás despierto?- no hubo respuesta, el lobo introdujo su lengua en esta - mhhh- el gemido del muchacho era muy seco, muy flojo, era era la manera que tenía de saber si dormía, aunque Garret no tendría respuesta preparada si no fuera así.
El lobo no podía tomarse su tiempo, desearía tener una relación sana, sin esconderse en la noche, Dylan tenía el sueño pesado, pero no confiaba demasiado en su suerte, así que bajó hacia el plato principal.
Esos boxers eran lo único que tapaba el muchacho, Garret los admiraba, acercando su hocico a estos, expulsando aire caliente y babas que salían de su boca, lo que hizo que el chico no tardase en ponerse duro. Eso era lo que Garret quería.
Sin embargo, a pesar de tener mucho cuidado con el chico, Garret no tenía el suficiente con su entorno, pues a través de la ventana, desde la suficiente distancia, alguien observaba con un pequeño catalejo.
-Ohh- Gimió el muchacho -Mhhh- El lobo hizo otro tanto, con su boca ocupada lamiendo y chupando por encima de esa prenda, disfrutaba de la textura de lo que había debajo de esta, lamía sus genitales, y subía por el tronco, daba pequeños mordiscos -Mhhh-
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-Esto es muy caliente- El desconocido era Ulises, se encontraba en la distancia, a salvo en su habitación, babeando por esa escena, mientras con libertad tomaba su propio miembro con la mano libre y se masturbaba.
-Oh Dylan...- Garret le bajó la ropa interior, revelando su entrepierna, el tronco saltó totalmente duro, se lo metió en la boca de una, haciendo al muchacho gemir quedamente en sueños, Garret no quería que eso fuera así, miraba al chico, y quería que le mirara de vuelta, y que gritara de placer hasta quedarse afónico.
No era capaz de obligar al chico a dejarse, Garret cada vez se lo planteaba más, porque el chico no quería, no quiso aceptarlo, no prestaba atención a sus indirectas, no lograba sacarle un sonrojo por su cuerpo, no entendía sus declaraciones como sexuales.
Porque... ¿Garret lo amaba acaso? No quería lo mejor para el muchacho, el podría conseguírselo si lo dejaba en algún lugar agradable, con dinero y bienes, pero lo quería a su lado, Garret no sentía amor por el, mas bien era una malsana obsesión, quería su cuerpo, quería follar, besar sus labios, penetrar su trasero y chupar su pene.
Se sentía como una mierda, tenía ganas de llorar, y eso hacía que acelerara el ritmo, tomó una de las manos de Dylan y la puso sobre su cabeza, apretando los dedos mientras el daba lamidas al tronco y a los genitales, para volver a meterse todo esto en la boca, soltar los genitales y seguir con el vaivén.
-MHH- En este punto, el lobo aumentaba cada vez más la succión, en este punto, no sería la primera vez que Garret tendría que dejarlo todo y esconderse, tal vez bajo la cama, pues ya sabía reconocer cuando estaba a punto de despertarse o no, todo era por el tono de los gemidos.
Ya era hora de terminar, sabía que el muchacho estaba cerca, apretó su mano, y con ella su propio pelaje en la cabeza, podía mantener la fantasía de que Dylan era quien le agarraba, Garret no podía seguir mirando al muchacho, no veía su cara, cerraba sus ojos y se lo imaginaba sonrojado, y eso le daba ánimos para seguir chupando, subía y bajaba su boca y usaba su lengua para darle el mayor placer posible, degustando su hombría, saboreándola.
Por su parte Ulises se relamía los labios, y empezaba a masturbarse más rápido, disfrutando de la escena que se desarrollaba a varios metros de su habitación- Vamos lobito....- Decía en susurros mirando específicamente esa boca tragándose y soltando el tronco del muchacho -Haz que se corra, trágatelo todo-
-Nggg- Dylan se corrió, dos cargas dentro de la boca de Garret, el cual las degustó y tragó de inmediato, relamiéndose los labios, mirando el cuerpo perlado de pequeñas gotitas de sudor, aun durmiendo, quería seguir, chuparle más, o follarle, pero era arriesgado continuar, tendría que esperar hasta mañana.
-OOOOH- Ulises jadeó corriéndose en las paredes y cristal de la ventana, el por su parte se imaginó que el chico se habría corrido en la boca del lobo- Sucio y calentorro canido, te lo has tragado todo ¿eh?- dijo a nadie, disfrutando de la escena. -Parece que lo bueno ya acabó.-
Garret le puso de nuevo su ropa interior y se dirigió de vuelta a su propia habitación, pero no iba a dormir todavía...
El agua recorría su pelaje, mientras el lobo chupaba dos dedos, visualizando la escena anterior en su cabeza, y masturbándose salvajemente, no era capaz de hacerlo delante del muchacho, la ultima vez que lo hizo casi no pudo aguantar las ganas de follarselo ahí mismo, además, limpiar su esencia era bastante más difícil que tragarse la del muchacho.
-Ohh.. Dylan... te deseo tanto...- Gemía con sus mejillas totalmente coloradas mientras subía y bajaba su mano por su tronco, ayudándose de la otra, tenía que hacer esfuerzos parar no salir de la ducha y entrar en la otra habitación a continuar con el muchacho- AHHh-
Garret se corrió en el fondo de la ducha, el agua recogía todo en segundos, y el lobo respiraba acaloradamente, pero incluso eso no fue suficiente, sin darse más tiempo de descanso, el lobo continuaría masturbándose durante mucho tiempo.
En la habitación de Ulises no quedaban pruebas de lo que ahí había pasado, el hechicero pelirrojo había guardado y limpiado todo, sus luces estaban apagadas, salvo por el pequeño destello que daba el puro que se estaba fumando. El humano había seguido al lobo el suficiente para descubrir su patrón, los había oído por casualidad hará tres noches, y dedujo que su comportamiento se repetiría en más de una ocasión, comprobó que así era, la noche siguiente el lobo volvió a comerse al pequeño, y la siguiente también, además los seguía durante el día, el lobo le tenía ganas, eso estaba claro, y hacía lo posible por retrasar su salida de la ciudad, pues parecía que tenían encargos pendientes.
-¿Cuanto tiempo has estado así, lobo?- Preguntó al aire, se imaginaba al lobo haciendo eso durante semanas, tal vez meses. -Tal vez... quiera observarte más de cerca- Dice, antes de apagar su cigarro, y dormir.
Al día siguiente Dylan fue el primero en despertar, rascándose la cabeza, decepcionado consigo mismo, levantó las sabanas y miraba sus boxers, viéndolos empapados, y notando su propio miembro también empapado.
-Otra vez me pasa-
Soñaba con Garret y se despertaba así, cada día estaba avergonzado de que eso sucediera.
