Tu Hechizo Perverso

5

Otro días más en su vida, otro día más que tendría que cargar su propia culpa. Lo había vuelto a hacer. Así se levantó cierta bruja en su habitación por los rayos del sol, que se asomaban juguetona y enérgicamente. Es fastidioso, a pesar de eso ella se lo agradecía pues sino, no se hubiera despertado. Perezosamente fue levantado hacia su armario, donde se hallaba ya listo su uniforme de la institución. Un suspiro pesado se le escapó. Y lenta y calmadamente, puesto que el sueño no se le había ido del todo, se fue vistiendo.

Ya vestida, aún le quedaba por arreglar sus desordenados cabellos matutinos. Esto provocó un suspiro, una vez más. Dirigiendo su mirada hacia su espaldar en donde se hallaba, un extraño reloj. En letras extrañas para nuestra lengua, pero que obviamente la de cabellos menta si entendió y por lo visto su reacción fue como si aun fuese temprano. Pues se dirigió hacia su cama para ordenarla y doblar su ropa para ponerla donde corresponde. Aún no se había peinado, pero no era algo le tomara importancia, pues eso era más que fácil y rápido para ella.

Ya habiendo terminado, se puso a observar su cama, como si esta la hipnotizara y la llamase. No tardo mucho en sucumbir ante aquel supuesto llamado y se arrojó a esta salvajemente, cayendo de cara sobre el edredón, arruinado de nuevo. Sentía como si sus párpados le pesaban y poco a poco los iba cerrando. Se sentía cansada, solo quería dormir si es posible todo el día y no ir a la escuela. Ese sentimiento mañanero que provoca la escuela en la mayoría de los estudiantes.

Se olvidó de todo y casi todos. A no ser que en su pequeño 'sueño' pudo ver a cierta humana, que se alejaba de ella dejándola muy, muy atrás sin voltear, sin esperar.

Eso fue suficiente como para que abra su ojos rápido y se incorpore, exaltada y completamente despierta. Estaba que jadeaba para recuperar un poco la calma. Lo cual logra y recuerda que tiene que ir a la escuela. Mira el reloj desesperadamente. Solo faltaban aproximadamente 10 minutos para que comenzaran las clases en Hexside. ¿Siente que algo falta, ignorarlo es bueno? Bueno...

Esto la alteró, e hizo que un conjunto de maldiciones salieran de su boca. mientras tomaba sus cosas y salía de su habitación rápidamente. Fue al cuarto de los gemelos para ver si ya se habían levantado y si no era así, tendría que levantarlos, de nuevo. Sin embargo al abrir la puerta sorprendentemente ya no estaban. Por lo que ya no le presto más importancia y fue cual rayo a la institución, claro sin dejar de maldecir en el camino, por haberse dormido, por los gemelos no haberla despertado, porque simplemente no sabe qué más excusar para maldecir.

Llegó, tras unos 7 minutos de haber corrido una maratón. Jadeo un poco, pues aunque tenía resistencia, se había cansado un poco. Algunos la miraban de forma extraña, algunos confundidos, sorprendidos incluso ella podría jurar que un par se sonrojaron. Estaba confundida ¿Había algo en su cara? o tal vez en su cabello... Se acordó que no se había peinado, los mechones de su cabello, estaban desordenados, dándole un toque rebelde, y algo intrigante a la vez que algo atractivo.

Una nueva ola de regaños y maldiciones hacia ella misma surgieron. ¿Cómo se pudo olvidar de peinarse? Ella no se lo explicaba. En una acción rápida, se colocó la capucha de su uniforme, en ese momento le agradeció al titán por esa facilidad, y se dirigió a los baños rápidamente.

No quería que más gente la viera así, ya faltaban... Revisó un reloj que estaba colgado en la pared convenientemente al costado de la bruja y marcaban que faltaban ¿16 minutos? Su rostro se llenó de duda, pues cómo era posible que su reloj se haya atrasado solo... Edrick, Emira... Pensó y estaba en lo correcto. Y pues los gemelos habían entrado a su habitación a ver si ya se hallaba despierta, encontrándose con una Amity desparramada en su cama con el uniforme puesto. Ahhh... con una muy potencial broma nadie se resistiría ¿o sí?  Eso no favoreció a que su estado mejorará, se podría decir que fue lo contrario.