Violentometro [Citrus•Meizu] AU

Nivel 4: Celar

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Era receso y Harumin, su pareja Matsuri, nuestra amiga Nene y yo estábamos charlando sobre temas sin sentido hasta que aquella incógnita cayó.

—¿Y cómo van las cosas con tú novia? – Preguntó la menor de los tres con una expresión seria. Tocar ese tema era algo realmente incómodo.

— ¿B-Bien, supongo? Si... van de maravilla – Dije con una sonrisa nada convincente para los ojos de la pelirosa, desviando después la mirada con nerviosismo.

— No mientas, Yuzucchi – Sentenció la castaña de mayor estatura, Harumin. Suspiré rendida, mentirle a mi mejor amiga era relativamente imposible, aunque claro esta que no le diria algo como "Las cosas con Mei se estan yendo al carajo. Me engaña desde hace no se cuánto, sus bromas estan pasando de nivel y me ha ignorando durante un día entero" suena muy bien, ¿No?

— No lo hago, Harumin –Qué descaro el mío, aunque es comprensible teniendo en cuenta todo lo que mencione antes.

— Yuzu, ¿sabes que cuentas con nosostros, no?-. Asentí ante la pregunta afirmativa de la pelinegra. Lo sabía perfectamente, y sabía que ellas siempre se encontrarían para mí cuando más lo necesitará, sin importar las circunstancias.

— Lo sé – Respondí agachando la mirada y con una voz entre cortada: sabía que las lagrimas no tardarían en aparecer.

— Entonces puedes confiar en nosotras – Sonreí internamente, sentía las lagrimas rodar por mis mejillas mientras que al mismo tiempo ligeros sollozos escapaban por mis labios.

Suspiré pesadamente. Creo que no eran necesarias las palabras para explicar el cómo iba mi relacion con Mei. La pareja entendió e inmediatamente rodeó mi cuerpo en un calido abrazo; sonreí, me sentía tan bien, me sentía protegida, amada...

Todo aquel cariño que recibía en ese momento se esfumo cuando jalaban mi brazo con fuerza; a causa de ello caí al suelo mientras todo un grupo se reunía en el lugar en donde estabamos.

— ¡¿Qué carajos haces con estas malditas reprobadas, Okogi?! – Gritó haciendo que su voz retumbara en mis oídos. Matsuri y Nene intentaron acercarse para ayudarme, sin embargo fue en vano. – ¡Ustedes no se acerquen imbeciles, esto es entre Yuzu y yo!

— Simplemente estabamos charlando, Mei – Hablé entre tartamudeos, sentía mis brazos temblar y un gran nudo en la garganta.

— ¿¡Hablando!? ¡Estabas de perra con esas dos! – Su voz se escuchaba exaltada, quebrada, pero furiosa. Le miré a los ojos, parecía que en cualquier momento lloraria, sin embargo no lo hizo.

— M-Mei, tranquila, so-sólo hablábamos – Trataba de convencerle, pero era inútil, ella se aferraba a la idea de que mis mejores amigas y yo hacíamos algo más.

— ¡Deja de decir estupideces, vi como te abrazabas con aquellas! – Las miradas de las demas estudiantes se posaban solo en nosotros dos. Harumin y Matsuri trataban de alejarlas, aunque simplemente era algo que no lograrian, pues eran una multitud. Malditas idiotas que van a donde no les llaman.

— Mei... – Le mencioné, esta me miró con una mirada de desprecio, esa mirada que siempre le dedicaba a aquellas personas que le lastimaron en un pasado.

— ¿Sabes qué? vete de puta. No me vuelvas a buscar, y recuerda las consecuencias de lo que acabas de hacer – Se fue sin decir más. Sus pasos se alejaban rapidamente. Agache la mirada mientras escuchaba los murmullos de aquellas personas que se encontraban alrededor mío.

Las lágrimas invadian nuevamente mis ojos, los sollozos no podía callarlos, estaba tirada en el suelo, me veia patético y tal como una basura que acababa de ser pisoteada.

Los murmullos no cesaban.

"¿La has visto? El nuevo juguete de Mei"

"¿Siempre ha tratado asi a sus parejas?"

"Pobre chica, realmente cayó bajo"

"Me da lastima".

Me puse en pie limpiando con mi antebrazo aquellas lágrimas saladas que habían escapado, suspiré pesadamente y me fui de aquel lugar, las chicas que anteriormente me acompañaba llamaban a mi nombre, yo simplemente hice caso omiso a sus llamadas.

-Estúpidos Celos de mierda-.
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