Capitulo XVI

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Hans comenzaba a sollozar, la mujer de la cuál estaba enamorado, la única mujer que lo había aceptado apesar de sus errores y defectos ya no estaba más... Lágrimas gruesas brotaban de sus ojos mientras sujetaba a la figura de escarcha, con fuerza.

—El amor debe repararlo... por favor que funcione.— murmuró Anna sollozando aún tomando la mano de su hermana.

—¡Es hora Anneliese destrúyela!— gritó Clarissa.

—¡No! ¡No se atrevan a acercarse a mi hermana!— gritó Anna tomando una espada del suelo.

—¡Alejate del camino princesa idiota! ¡El trono le corresponde a mi jefa!—

—¡Te asesinaré yo misma si te atreves a acercarte Clarissa igual a ti Anneliese!— gritó furiosa.

Kristoff fue al lado de Anna intentando protegerla de ambas mujeres. Anneliese suspiró y bajó la cabeza, no sabía que era lo que debía hacer ahora ¿debia destruír para siempre a su hermana gemela? ¿o encontrar la manera de ayudarla? Su cabeza daba vueltas pero la respuesta no la encontraba. Aunque pensandolo bien, al observar que Anna realmente estaba preocupada por Elsa la puso a pensar por un buen rato. Elsa era querida por mucha gente y era injusto terminar con su vida solo por la sed de celos y venganza hacia su gemela. Suponía que la respuesta estaba muy clara frente a ella...

—¡Has algo Anneliese! ¡Ahora!— Clarissa pisoteó el suelo con fuerza y furia.

La gemela se quedó inmóvil y Anna caminó hasta ella furiosa—Anneliese, tu ocasionaste esto, encuentra la solución.— dijo Anna entre dientes.

—La única solución es el sacrificio...— Anneliese dijo en voz baja.

—Entonces que así sea, ¡me sacrificaré por mi hermana!— Anna dio vuelta a al espada y la apuntó a su corazón.

Kristoff se dio cuenta de inmediato y corrió hasta ella para quitarle la espada—¡Anna no!—

—¡Sin mi hermana esta vida no tiene sentido!— grandes lágrimas salían de los ojos claros de la princesa.

—Pero... sin ti mi vida no tiene sentido.— dijo Kristoff sollozando.

Hans reaccionó y giro para ver a la princesa aún en la misma posición.—¡Esa no es la solución Anna! Elsa sufrirá mucho sin ti... debo ser yo.—

Clarissa caminó molesta hasta Hans.—¿Enserio prefieres a este monstruo que a ti mismo o a mi? Mírame, soy ordinaria, soy perfecta y hermosa. Podemos gobernar juntos como reina y rey.—

—Clarissa basta ya.— Peter musitó entre dientes tomandola de los brazos.

—¡No! Estoy harta de que a ella la sigan tratando como una "reina" y que yo sea simple basura. Yo quiero ser reina y lo seré al lado de Hans.—

Hans posicionó la figura de Elsa con cuidado en el suelo y se levantó con enfado.—Jamás estarás a la altura de ser reina y jamás me voy a casar contigo, ¿entiendes? Elsa es la única mujer que amo, no me interesa si lo apruebas o no.—

—Hansie por favor...— Clarissa estiró su brazo para abrazar al pelirrojo y este se alejó y tomó su muñeca para detenerla.

—No te atrevas a tocarme, ni siquiera te atrevas a acercarte a Elsa o yo mismo te mataré. No me importa si voy a la celda por ello, estás advertida.—

Clarissa se soltó del agarre del pelirrojo e hizo un puchero, Peter intentó calmarla pero ella simplemente volvío a su antigua posición de brazos cruzados.

La princesa bajó la espada y la guardó antes de girar para ver a Anneliese de nuevo—¿Que hacemos entonces Anneliese? ¡Regresame a mi hermana!— Anna empujó sutilmente a Anneliese.

Mucho Más Allá (Helsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora