Capítulo 36: El último pacto. La misa negra.

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2 de enero del 1948

3:00 am.

El policía fue llevado al sótano unas horas antes para llevar a cabo la misa negra y el sacrificio, para ello, encontraron sangre humana en un recóndito escondite de la casa que la bruja resguardaba para ella misma, cabe destacar que encontraron cinco túnicas negras en la habitación de la bruja para usarla ellos mismos. Les dieron una forma de garra a sus uñas y las pintaron de negro, las chicas tenían la boca pintada de negro al igual que los parpados en la parte baja de las cejas. El pavoroso y perturbado policía estaba atado de manos y piernas, tenía un trapo metido en la boca mientras gemía y sollozaba con los ojos llorosos cuando observaba su terrorífico entorno. Aradia abofeteó al policía con un fuerte golpe que le dejó la mano marcada y le quitó el trapo de la boca, –el hombre siguió lloriqueando y gritando–, Annette se quitó la ropa interior y se la metió violentamente en la boca para callarlo.

Previamente, trasladaron una vieja bañera al sótano y la llenaron de sangre humana y animal para iniciar el culto, encontraron tiza y una afilada navaja que sería la clave maestra de la ceremonia; no requirieron muchos objetos de brujería para la sesión, el hombre poseído estaba adormecido en un poderoso hechizo sobrenatural que lo mantenía debilitado, pero, aun así, gruñía y rezongaba entre los dientes como si fuese una furiosa bestia del mismísimo infierno. Los chicos mantenían la distancia hacia el hombre, su cama estaba en el centro de un inmenso pentagrama que protegía a los mortales de los demonios más peligrosos.

En el inicio del rito comenzaron cortándose la mano derramando la sangre sobre una vasija de cerámica, luego Jericco levantó la vasija a la altura de su boca y cerró los ojos bebiéndola enérgicamente, sus enrojecidos y carnosos labios se deleitaron de sangre como los de un vampiro, tenía el rostro muy pálido y los pómulos sobresalían en su cara dándole una facción de diamante. Alejo y Liam trazaron un espacioso círculo en el suelo mientras Aradia y Annette se besaban apasionadamente, estaban tensos con la apertura del rito, Jericco se acostó en el suelo dentro del círculo con las extremidades extendidas y Liam describió marcas, junto a la cabeza, a las manos y a los pies; proyectándose un total de cinco puntas.

Jericco se levantó y continuó bebiendo de la vasija compartiendo la apetitosa y suculenta sangre con sus dos amigas vampíricas, Liam y Alejo prosiguieron con la formación del círculo, empleando la línea de tiza en el suelo apareció la forma de una estrella al unir los puntos de dos en dos. Liam engrosó las gráciles líneas de la estrella con pintura roja, Alejo terminó de perfeccionar la construcción del pentagrama tradicional de invocación empleado en la magia negra.

Liam y Alejo levantaron al policía y le quitaron la ropa con lentitud, abrieron la tela con una cuchilla y cuando lo dejaron desnudo lo metieron obligadamente en la bañera, ya la ceremonia estaba por empezar. Le dieron un baño sangriento al policía mientras que las chicas lo lavaban con un delgado cepillo para no tocar la sangre con sus manos, el baño consistía en un importante proceso de purificación para realizar el sacrificio; con un incensario esparcían el humo del incienso quemado cuando Jericco lo movía alrededor del policía, el incienso representaba un olor grato y purificador de armonía para satisfacer la presencia de Satán con un aroma muy agradable.

Levantaron al policía después de que transcurrieran 6 minutos y 6 segundos, lo envolvieron con una toalla negra y lo secaron en plazo de otros 6 minutos, estaba clamando de horror en el piso. Jericco les ordenó a los presentes que juntaran las manos y empezó a orarle a Satán:

Ante ti Señor de la verdad y la luz me presento, –Jericco cerró los ojos y bajo la cara, el policía estaba emitiendo gritos y alaridos desgarradores–, nada poseo salvo mi propio ser y mi endeble humana naturaleza. Señor guerrero por excelencia, tus benévolas armas truncaron los sables de Dios. Protector de los hombres, ante ti acudo anhelando y buscando la protección.

𝐏𝐋𝐄́𝐘𝐀𝐃𝐄𝐒 𝟐: 𝐄𝐋 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora