Jeon Jungkook es un joven alfa que desde pequeño tuvo que ganarse su lugar en el mundo, siendo respetado en diversos grupos sociales por sus muy amplias capacidades. Kim Taehyung es un omega bien acomodado, arrogante, nacido en un palacio y tratado...
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Jungkook estaba sonriendo más que nunca, sus sospechas eran ciertas, enfrente de él se encontraba el señor Kim, dueño de todo lo que veían, ambos sentados de un lado del escritorio se veían con sentimiento de amargura, superioridad y desafío.
—¿Si entiende en la posición que está? Sabía que no iba a aceptar tan fácil, sin un incentivo que lo motivara.
—Parece señor, que cree conocer a los hombres como yo.
—¿Me equivoque? —en esos momentos sacó un folder amarillo vaciando su contenido de varias fotografías—, por lo que tengo informado, este vulgar omega, Jin, es uno de sus mejores representantes joven Jeon, ¿qué pensarían los inversionistas al descubrir que está involucrado con un rapero a la vez modelo?
Jungkook apretó los dientes, las fotos eran bastantes comprometedoras, sabía que no había problema por su compañía, pero no querrían volver a contratar a sus hyungs tan fácil, peor para Namjoon, su compañía lo sacaría de inmediato, apenas y aprobaban que trabajara de casi tiempo completo en el modelaje.
—Dígame que quiere —la mirada del menor se volvió fría y calculadora.
—Seis meses, si en medio año joven Jeon no está encantado con mi retoño entonces quemaré las fotos y lo dejaré en paz, también podría pensar en otro candidato favorable.
—¿Por qué no se lo quedan? Son sus padres —Jungkook sacó su pluma para leer el documento que anteriormente le habían dado.
—Nuestro hijo tiene veinticinco años y sigue soltero, ¿cree que va a hacer un buen producto para el mercado?, Claro que no, todos desean un omega joven que pueda dar bebes rápido, Taehyung no tiene ahora ningún precio.
—Hmp —el menor término de leer para firmar—, me haré cargo de él, lo llevaré como si una mascota fuera, no me meteré con él ni dañaré su pureza, a cambio no debe publicar esas fotos, no verá a su hijo por aquí en medio año.
Ambos se levantaron de su asiento para estrechar sus manos como buenos empresarios, Jungkook se dispuso a salir de esa oficina con olor a abano, wisky y fragancia de Paco Rabanne.
—¡Por cierto! Taehyung suele ser un poco testarudo, al igual que mimado, le gusta que le den cariño y atención.
—Le quitare esos caprichos cuando este conmigo.
—¡Suerte! —la voz del mayor se notaba burlona.
Jungkook azoto la puerta para dirigirse con Namjoon de inmediato, no dio ni una palabra para que su hyung se movilizara de su lugar y caminar con el, no sabía lo que había pasado, pero si estaba seguro que el menor estaba enojado y que era hora de irse lejos de ahí.
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