Love Belt, kookv

[🖇] 육

Habían pasado tres semanas desde que Jungkook había firmado aquel contrato. Una semana metido en su cuarto repitiéndose que estaba haciendo lo correcto. La segunda semana diseñando como loco y moviendo a toda su empresa de un lado para otro para obtener los diseños ya echos. La última semana, donde sabia que en cualquier momento llegaría Taehyung para mudarse con él, se la paso en los negocios de sus ex empleados al igual que en los múltiples bares y antros de su propiedad.

Jungkook no era solo reconocido en la industria del diseño y modelaje, si no también por ser un gran aportador a pequeños establecimientos con muchas ganancias, sin mencionar que era dueño de los bares "Gguk", lugares que podrías encontrar distribuidos en Seúl, reconocidos por sus muy llamativos precios.

Entre toda esa distribución, el jefe tenía su favorito, cerca de su casa, sin cámaras de seguridad, con seguridad estricta para que gente como "dispatch" no pudiera husmear, un lugar que Jungkook le gustaba llamar una utopía.

El azabache se encontraba sentado en una sala VIP, podía ver todo desde ahí, pero nadie lo veía a él, sonreía al ver que se divertían y los empleados eran tratados de buena manera al igual que bien pagados, antes de seguir con sus pensamientos sintió unas manos en sus hombros, una cabellera rosa se asomó por encima del hombro izquierdo de Jungkook.

—Ggukie, hace mucho que no venías por aquí, ¿ por qué me dejaste solo ? —dejando a un lado su antigua postura, su recién llegado se acomodó a lado de su jefe para subir las piernas a sus muslos.

—Jimin-ssi, tenía tanto trabajo que no podía venir, una disculpa.

Jungkook solo le sonría a pocas personas, entre ellas estaba Park Jimin que en su antro había ganado el apodo de Kitty Man, por sus excelentes servicios y atractivo físico. Para el menor era más que eso, ese hombre siempre lo había apoyado y confiaba ciegamente en él.

Kim Taehyung no lo podía creer, había llegado a un lugar extraño, con gente que ni siquiera conocía, con quien iba a vivir no se había presentado para recogerlo, justo en esos momentos iba a un lugar lúgubre. En lo más apartado de aquel antro, pudo distinguir a varias celebridades sentadas en las mesas sin temor a ser descubiertos por su sexualidad o rango de nacimiento.

Sintio asco al oler tantos aromas mezclados con alcohol, pero justo a final del túnel se encontró con Jeon Jungkook quien tenia a alguien en las piernas muy cariñosamente, para Taehyung el joven alfa no era más que un juguete, pero no le gustaba compartir, por lo que se sento justo enfrente de él quitándose el abrigo de piel que portaba, dejando ver una playera ajustada de cuello sin mangas, mostrando todas sus curvas en los lugares precisos.

─Disculpa, ¿tu eres? —sonrió Jimin de manera cordial, no le gustaban los espectáculos.

─¿Quién es él? —Taehyung no dudo en dirigirle la mirada a Jungkook.

—Hyung, el es niño Kim, niño, no tengo la necesidad de decirte quien es el y tu no te meterás con el, coge tu cosas y vamonos.

─¡Acabo de llegar!

─¿Te pregunte?

Y Jungkook salió del lugar, el de cabello rosa saco un pequeño suspiro, Taehyung tomo su abrigo al igual que sus pertenencias para esperar no volver a ver al chico.

─Mire joven Kim ─Jimin tomó a Taehyung del brazo para atraerlo hacia el─, se que tienes a muchas personas para lamento tus botas, pero Jeon igual, irás a su casa, con sus reglas, te sugiero comenzar a llevarte bien con el o serán los peores seis meses de tu vida.

Como si fuera nada, Taehyung se solto del agarre para largarse de ese lugar, para su bendición, el menor tenía listo un carro para irse a casa, a su nueva casa.

La casa de Jeon Jungkook a diferencia de Taehyung, era pequeña, un penthouse con un número limitado de cosas, muy espacioso, muchas ventanas y por lo que alcanzaba a ver, muchas recámaras.

El joven Kim sintio algo extraño en el momento en que Jungkook cruzo la puerta para gritar: "He llegado", al segundo se escucho una par de voces contestando: "Bienvenido" eso jamás había pasado en la familia de Taehyung, ni siquiera se daba la bienvenida.

A lo que Taehyung deducio que era la cocina se asomó una cabellera castaña, hombros anchos, gran altura.
─Me imagino que eres Taehyung, soy Kim Seokjin y al que vez a mi lado es Kim Namjoon, esperamos que tu estadía sea cómoda aunque breve.

Taehyung no supo que responder, por lo que solo se inclino a los que pensaba que eran sus superiores.

─¡Jungkook! Necesito que subas por...─lentamente una voz se iba haciendo más fuerte proveniente del segundo piso─...y que cheques los nuevos, ¡oh! Taehyung, ¿cierto? Soy Hoseok, un gusto, Jungkook, sube.

El recién nombrado se giro hacia el omega para sacar una sonrisa falsa, quitarse su chaqueta y aventarla en el sillón más cercano.

─Piso superior, segunda habitación a la izquierda subiendo las escaleras.

Y desapareció por las escaleras que había mencionado, el plan de Taehyung cada vez se iba complicando, Jungkook ni siquiera lo quería cerca, al igual que estar entre tanto alfa lo hacía sentir inferior, por supuesto, lo que jamás se imaginaba Taehyung era que los alfas tienen máscaras, que podía mejorar como omega, al igual del magnífico secreto que escondía el joven Jeon.