❝ 𝐌𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐔𝐑 ❞ naegami ♡

||Día Veinticuatro||

-Día Veinticuatro: Haciendo las paces-

Nopelien🐴🤝

Narra Escritora ;

Ya era la hora de almuerzo, y aquel castaño todavía estaba en la cama recostado, todavía abrazando la almohada que reemplazaba a su rubio. Ningún sonido alguno en aquel departamento era presente, el castaño no pudo dormir mucho por la discusión con su pareja.

Makoto-¿Y si..le sucedió algo? O peor..¿Tal vez ya no me quier ver?

Abrazo con más fuerza la almohada y oculto si rostro en ella, tratando de callar los sollozos, se sentía solo, Byakuya no estaba y sus suegros tal vez estén trabajando.

Trás unos minutos, el ojos avellana decidió llamar a su mejor amiga Kyoko para matar el tiempo y olvidar la discusión. Tomo su celular y busco en sus contactos a su amiga, cuando la encontró tocó el botón de "llamar" espero unos segundos y su amiga ya le había contestado la llamada.

Kirigiri-Hola Makoto.

Makoto-H-hola Kyoko

Kirigiri-¿Sucedió algo con Togami?

El castaño se quedó en blanco ¿Byakuya habrá llamado a Kyoko? Se quedó un poco en sus sentimientos hasta que la voz de su amiga le hizo volver a la realidad. Soltó una risa nerviosa y baja, luego de unos segundos el menor suspiro mientras que la ojos lavanda esperaba su respuesta.

Makoto-Tuve una discusión con Byakuya..

Kirigiri-¿Cómo?

El menor le explicó cada detalle de la discusión, algunas veces su voz sonaba apagada pero siguió explicándole a su amiga.

Kirigiri-Ok, primero te arrastra hacía la sala, luego te lástima, se arrepiente y se fue sin más y todavía no vuelve.

Makoto-S-sí..

Kirigiri-Bueno, no te sorprendas pero ayer Togami se quedó en mi casa, me contó todo antes que tú..

Makoto-¿¡No le sucedió nada?!

Kirigiri-Casi lo golpeó pero luego recuerdo que te enojas y haces un berrinche.

La peli lavanda comenzó a reír mientras que su amigo estaba muerto de vergüenza pero por un lado se sentía feliz de que su pareja estuviera bien.

Kirigiri-Bueno, Togami irá al departamento en unos minutos, hablen con tranquilidad.

Makoto-Esta bien

La de ojos lavanda soltó una risa suave y se despidió de su amigo y el hizo lo mismo, después de colgar el castaño se fue directo a limpiar, ya que había tenido una noche muy larga dejando envoltorios de chocolate por todos lados, después de terminar se arregló el hizo la cama.

Se fue al baño y se miró al espejo por unos segundos, se sonrió a si mismo, tenía un poco de nervios pero quería arreglar todo lo ocurrido con el rubio.

Mientras tanto con el ojos celeste, este estaba dudando de ir a su hogar, estaba nervioso de que Makoto no le perdonará y se fuera de su vida. Dio un suspiro y se arregló un poco, tomo sus cosas y se fue a despedir de sus amigas.

Kirigiri-Le haces daño de nuevo y no tendré piedad.

Celestia-Tranquila querida, yo tengo confianza de que Byakuya no lo volverá a lastimar.

Kirigiri-Eso espero...

Byakuya-Bueno, yo me voy, gracias Kirigiri por no matarme y Celes por dejarme dormir acá.

La peli negra asintió con una sonrisa en su rostro, mientras que la peli lavanda estrechaba su mano con la del rubio, sin más el mayor abrió la puerta y se retiró.

Este tenía una llamada de su padre, ya que este de quién sabe dónde se enteró de la discusión con su pareja, el padre de Byakuya le ofreció pasar por el y dejarlo, pero el rubio se negó. El padre no quiso insistir y dejó a su hijo, colgó la llamada y se dispuso a caminar a paso calmado aunque el por dentro estaba nervioso algo no muy usual en el.

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Camino unas cuantas cuadras para al fin llegar al departamento, fue al ascensor y coloco el número del piso donde él vive con su pareja, espero unos minutos para llegar y se fue directo a la puerta de su hogar, quedando frente a frente con la puerta.

Un cosquilleo de nerviosismo recorrió su espalda, los miedos de que su castaño no le viera como antes era su pesadilla, suspiro para tranquilizarse y temblando tocó la puerta dos veces. La tercera vez no fue necesaria, ya que la puerta fue abierta de inmediato.

Byakuya visualizo a su pareja con una expresión igual a la suya, el también estaba nervioso, el silencio era incómodo que ni siquiera ellos le comprendían. Con un poco de nervios el de ojo celestes decidió romper el silencio.

Byakuya-M-makoto y-yo...

No pudo terminar la frase, ya que Makoto se había lanzado hacia su pecho mientras que lo abrazaba, Byakuya sintió unos pequeños sollozos, correspondió el abrazo con las manos temblorosas y de un momento a otro sus ojos color celeste se encontraban con lágrimas. Abrazo con un poco de fuerza al castaño, aunque estos tuvieron la discusión ayer, para ellos fueron siglos sin hablarse.

Sin más la pareja se miró, Byakuya todavía con lágrimas al igual que Makoto, el rubio acerco su rostro con el del castaño y junto sus labios, formando un beso, aquel beso se trasmitía varios sentimientos y palabras que no se podían explicar.

Se quedaron así unos segundos y se separaron, mirándose a los ojos Makoto le regaló una sonrisa a Byakuya. Una señal de que lo perdonaba, el rubio hizo lo mismo, pero de un momento a otro este ya estaba ocultando su rostro en el pecho del menor. Estaba llorando, abrazaba a su pareja mientras que el castaño le acariciaba la espalda con cariño.