❝ 𝐌𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐔𝐑 ❞ naegami ♡

||Día Veintitrés||

-Día Veintitrés: Discutiendo-

(Hay violencia, no es tan "oh está potente" pero si hay,,)

Narra Escritora ;

Desde que Makoto encontró a Byakuya borracho, las cosas habían cambiado, el castaño no le dirigía la palabra y siempre salía de casa a quien sabe, el rubio de verdad estaba muy arrepentido, trato de hacer algo pero cada vez que trataba de hablar con su novio, este le ignoraba.

Ahora el castaño estaba en el sillón leyendo un libro, mientras que el rubio trabaja en su computadora, el único sonido era del aire que venía de la ventana. El silencio era cómodo, pero Byakuya quería romperlo, todo siguió así hasta que el sonido del libro siendo cerrado por Makoto fue lo que llamó la atención del ojos celeste.

Byakuya-¿Sucede algo, Makoto?

El castaño se mordió el labio tratando de ocultar la decepción y la tristeza, pero era casi imposible, y el rubio era consciente de eso.

Byakuya-Sabes que me puedes decir todo si es que algo te molesta, yo trataré de cambiarlo.

Makoto cuando escucho las palabras de su pareja, sintió como se decepcionaba más del rubio, ni siquiera el, de todo lo que estaba sintiendo era capaz de darse cuenta que él es el causante de su daño.

Makoto-¿En serio..Tú?

Byakuya-Vamos Makoto, dime qué es lo que sucede trataré de cambiarlo.

El castaño ya no se podía esperar algo más, el se zafó del agarre del rubio y se retiró está vez si para irse a la habitación para después cerrar la puerta. El ojos celeste se quedó mirando como su novio se retiraba, dio un suspiro largo y luego volvió a lo suyo.

Cuando el mayor se había sentado en la silla y hacer de nuevo su trabajo, sintió un dolor de cabeza insoportable, puso su mano en su frente, mientras que pensaba en lo sucedido. Al darse cuenta que él quien estaba mal era Makoto y que él causante es nada más que el fue un golpe fuerte.

De golpe se paró de la silla y fue directo a la habitación, cuando la abrió vio como su pareja estaba tomando unas cuantas de sus ropas y las guardaba en un pequeño bolso.

Makoto se percató de que su pareja estaba en la habitación, le dio una mirada de decepción y volvió a lo suyo sin importarle que Byakuya estuviera ahí.

Byakuya-Makoto, por favor, deja de empacar y ven a la sala por que tenemos que hablar.

El castaño dejó de hacer lo que hacía, pero su mirada no la notaba su pareja, tenía unas ganas de romper en llanto y su garganta tenía un nudo. Se mordió el labio y siguió guardando prendas suyas, hasta que sintió como el rubio lo jalaba, este cuando reaccionó trato de zafarse lo cual falló varias veces. Fue obligado a ir a la sala, pero Byakuya no lo había soltado si no que lo estaba arrastrado para que fuera.

Makoto-¡Suéltame, también puedo caminar, además ya estamos en la sala!

Forcejeó varias veces pero no podía, pero el rubio sujetaba su muñeca con más brusquedad causando unos cuantos quejidos por parte del menor. No basto unos minutos para que el ojos celeste tomara con más brusquedad al ojos avellana, lo suficiente para dejar una marca, provocando un gemido de dolor y unas cuantas lágrimas por parte del menor.

Makoto-¡T-togami, m-me duele!

Byakuya-¿¡Ahora me llamas por mi apellido!?

El rubio apretó más fuerte la muñeca del castaño, mientras que este solo le rogaba que lo soltará. Trás unos minutos lo único que se escuchaba eran los sollozos de su novio, Byakuya al escuchar a su pareja sollozar pudo reaccionar, con terror soltó a su pareja los más rápido posible para luego mirar la mano la cual estaba lastimando al ojos avellana.

Las palabras no salían, tanto fue su enojo que llegó hasta lastimar hasta la persona que más amaba en el mundo. Sin más el rubio solo miro al castaño quien estaba tembloroso mientras que soltaba sollozos, le partió el corazón ver cómo su pareja sufría y que el mismo sea el causante.

El ojos celeste ya no podía soportar lo que había hecho y mirar a su pareja en ese estado no lo ayudaba, sin pensar dos veces el tomo su bolso de trabajo guardo sus cosas y tomo un paraguas junto con sus llaves. Ya sin más que llevar, el rubio abrió la puerta del departamento y salió, afuera estaba lloviendo y era demasiado tarde. No le importa nada ahora, solo quiere irse rápido por qué no puede creer lo que había hecho.

Luego de salir del departamento, el rubio estaba caminando a pesar de llevar consigo el paraguas, no lo estaba ocupando, camino desesperado y luego de unas horas comenzó a correr, como si alguien estuviera atrás suyo, y no era exactamente eso. El estaba corriendo del recuerdo, quería escapar estaba tan arrepentido que no sabía que pensar.

Por otro lado, el castaño al ver cómo si pareja se fue sin más, rompió el llanto, sus pensamientos le echaban la culpa de que su pareja le hubiese hecho aquello, sin más el se recostó en el suelo abrazándose a si mismo mientras que sus lágrimas caían.

Makoto-B-byakuya..vuelve a casa..

Se repetía constantemente, era demasiado tarde y además estaba lloviendo, puede que su pareja no vuelva y le haya pasado algo por el caminó.

Makoto-V-vuelve a casa sano y salvó..por favor..

Todavía estaba tembloroso, y todavía le dolía la muñeca, no servía de nada quedarse en el suelo llorando, se levantó del suelo mientras que todavía sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Se fue a la habitación y se recostó en la cama, puso una almohada en el lugar donde debería de estar su pareja y la abrazo mientras que lloraba.