Mi Demonio Luna (Híbrida)

6: ¿Qué eres?

HELYANAANYELINA

Máx

Salgo de la habitación para dirigirme a la cocina, Emma vino hace unos minutos para decirme que el desayuno estaba listo y que todos estaban esperando a que yo bajara para desayunar. Suelto un suspiro cansado, durante estas tres semanas que Alex a estado inconsciente e tenido muchos problemas, después de que se desmayara en mis brazos mientras gritaba la trajimos a la casa e inmediatamente llamamos al doctor de la manada, pero no pudo encontrar algo que nos dijera que le había sucedido. Dos días después de lo ocurrido, la manada más temida y fuerte, Manada Tempestad, volvió a surgir después de años sin dar señales de vida. Eso a causado problemas y miedo en los integrantes tanto de mi manada como de las demás, mi manada es una de las más fuerte ya que soy el Alfa de Alfas. Lo que implica tener más enemigos y autoridad, según el Alfa de la Manada Tempestad era el Alfa de Alfas. Según cuentan el Alfa tuvo que abandonar la manada para salvar a su bebé y a su Luna, pero antes de hacerlo advirtió a su manada mantenerse oculta hasta que él apareciera o su hijo, quien sería el nuevo Alfa. Mi manada está preocupada porque si es cierto que la manada a salido de su escondite por la llegada de su nuevo Alfa, eso significa que probablemente quiera obtener el puesto que tenía su padre de Alfa de Alfas y pueda haber una guerra entre su manada y la mía por el título.

Llego a la cocina y veo a todos hablando, veo a Sam quien viste unos pantalones negros y una camisa roja. Daniel viste unos pantalones azules y una camisa blanca, Diego viste una camisa verde y unos pantalones negros, Marcos unos pantalones cafés y camisa negra. Por mi parte visto unos pantalones negros y una camisa del mismo color. Observo a Marcos que tiene la mirada gacha, después del día de su transformación a estado buscando a su mate, fue a las manadas más cercanas y no la encontró. Desde entonces está triste y decaído, piensa que la Diosa Luna lo castigó y no le otorgó mate.

Aclaro mi garganta para que noten mi presencia y haci lo hacen, los ojos de mi beta son los primeros en hacer contacto con los mios.

-Máx-sonrie-Que gusto que hoy desayunes con nosotros-comenta, y se porque lo hace, en las últimas dos semanas no e salido del despacho a desayunar.

Le doy una sonrisa de boca cerrada y me siento, el ambiente se siente tenso pero le resto importancia. Emma empieza a servir el desayuno. Empezamos a desayunar, unos huevos revueltos con panecillos y otras cosas que no se que sean. Pero saben ricos.

Estoy tan centrado en comer que no me doy cuenta que todos están viendo algo detrás de mí. Frunso el ceño y volteo. Abro los ojos a tope, sin poder creerlo aún, después de tres semanas sin ver sus hermosos ojos ahora lo hago. Se encuentra de pie en la puerta, viste unos short negros cortos, una camisa hasta el ombligo celeste, unos tennis blanco y un gorro de lana que tapa su cabello ya que se encuentra en un moño.

-¿Qué?-pregunta-Parece como si estuvieran viendo a un fantasma-sonrie. Su sonrisa, joder, si que la había extrañado.

-Casi...-susurra Sam.

En menos de un segundo Marcos se abalanza sobre ella, sus brazos le rodean la cintura, ella suelta una risa mientras con uno de sus brazos rodea el cuello de Marcos.

-¡Joder! No sabes cuánto te extrañe-susurra. Ella frunce el ceño pero no dice nada.

-¡Hey!-chilla Sam-Es mi turno, quítate-empuja a Marcos para poder abrazar a Alex.

-Tranquila fiera, es toda tuya en fin, ni la quería-Dice de forma desinteresada Marcos. Sacándole una sonrisa a Sam.

-No sabes lo preocupada que me tenías-le dice-Si vuelves a hacerlo te mato ¿vale? Lo juro que te mató-se separa y le da una sonrisa. Alex suelta una carcajada haciendo que una sonrisa se forme en mi cara.