"Dicen que la guerra no cambia nunca, pero hay una cosa que olvidan:
-La Guerra no cambia nunca... Pero la gente... Siempre lo hace-"
No ha pasado más de 1 año desde que la Gran Guerra entre la Unión del Ártico y el Estado de Berlina, ganada por la Unión del Ártico, a costa de grandes pérdidas y millones de muertos, nuevos cambios en el mapa global se dieron tras la victoria de la Guardia Roja sobre los Tigres de Hierro, y muchas, pero muchas cosas más se dieron en tan poco tiempo.
Ahora, en la heróica ciudad de Iron Peak, miles de personas han llegado en busca de una mejor vida trabajando en las fábricas de la Morgan transportation Corp., la cuál era la responsable de la reconstrucción de la ya desolada Iron Peak.
En el centro de la ciudad, un convoy militar de gran extensión hace una parada para dejar suministros y equipos para los afectados por el anterior asedio a Iron Peak, en un camión KrAZ-255 baja un pelotón de soldados, de los cuales se destaca un hombre de robusta complexión, tes blanca, ojos azules, cabello castaño oscuro, mirada sanguinaria, portando un AK-47 y usando a diferencia de sus camaradas, una Ushanka o gorro Ruso, notándose además de una medalla brillante y varias heridas de bala en el cuerpo.
-"¡Hey Dmitri! ¡No te retrases!"-
-"¡Voy en un momento!"-
Dmitri se quedó observando los edificios semidestruidos por el bombardeo que sufrió la ciudad en su día, mientras la nieve caía lentamente y el sol empezaba a ganar altura.
De repente, recordó aquellos momentos cuando peleaba por las cercanías de Prokorovka, es esa maldita trinchera qué casi fue arrasada por el fuego de los obuses y el rugir de las ametralladoras, mientras cientos de Panzers formaban la punta de lanza antes de ser contenidos por los cazatanques Rojos y los Tanques medios justo a medio kilómetro de su posición.
Una escena horrible ese día, los gritos de dolor y desesperación por todos lados, el ruido de los motores, el incesante bombardeo por ambos lados y la sangre... Corriendo tal río desbocado mientras la nieve y luego el agua hacían del campo de batalla un completo barrizal de fango y el hedor insoportable que irritaba la nariz.
-"¡DMITRI! ¡DEJA DE HACERLE AL TONTO Y VEN AQUÍ!"- gritó uno de sus compañeros.
Dmitri salió rápido de su recuerdo y corrió inmediatamente junto a sus compañeros de pelotón.
-"¡Por Dios Dmitri! ¡Apenas llegamos a casa y ya estás queriendo flojear como un oso!"-
-"Perdón Stephan, estaba recordando todo lo que ocurrió el año pasado"-
-"Bah! Cómo sea, los chicos y yo vamos a festejar nuestro regreso a casa en el Bar del barrio bajo, ¿Vienes?"-
-"Iré más tarde, quiero ver a mi familia primero"-
-"Okey, ¡Pero no me hago responsable si ya no hay más vodka cuando llegues!"-
-"Ah?, ¡Eso ni de broma cabrón!"-
-"Jejeje, vale, te guardaré un poco "Coronel""-
-"Ya mejor lárgate antes de que te dé una buena con mi AK, los veré más tarde a todos"-
-"Más te vale venir Dmitri, si no Fiódor se va a acabar todo el alcohol del Bar"-
-"Jejeje... Seguro"-
Tan pronto como sus camaradas se alejaron, Dmitri puso rumbo al nuevo hogar donde su padre y hermanitos vivían mientras reconstruían la ciudad, en los Barrios Bajos, casi a las afueras de la ciudad.
Applecrest, Iron Peak.
Dmitri esperaba con ansias regresar a su querido hogar, desde que su madre murió luego de dar a luz a su hermano menor, él tuvo que hacerse cargo de los demás junto a su hermana Olga, la segunda mayor de los hermanos, puesto a que su padre se volvió un maldito alcohólico y desempleado.
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Amor bajo Rosas Y Balas
Storie d'amoreLa Gran Guerra finalmente termino, mientras tanto, Dmitri Volchock, uno de los muchos soldados que lograron volver a sus hogares de la tierra de nadie, ahora debe hacerse cargo de una familia empobrecida por la guerra, cuidando de un alcohólico padr...