Capitulo 2

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Muzan Kibutsuji

Ambas hermanas se encontraban cara a cara con del Rey de los Demonio, la persona más poderosa entre todas, las más temida y respetada. Muzan Kibutsuji estaba al frente de ambas chicas con un traje bastante elegante mirandolas fijamente sin ningún tipo de sentimientos, mientras que las mismas simplemente se mantuvieron tranquilas sin moverse ni un centímetro, con la frente en el suelo y con la mente en blanco. Se preguntaban si su superior fue quien las salvo? Y el por qué lo haría? Pero sus preguntas serían respondidas más rápido de lo que ambas se esperaban, ya que aquel hombre se acercó a ellas para empezar hablar.

-Nos volvemos a ver gemelas, TN y Elizabeth....-Dijo Muzan en un tono frío.

-Igualmente. Señor es un honor volver a verlo...-Dijo TN con todo respeto.

-Ambas lamentamos estar presentes ante usted con esta apariencia tan desdichada...-Dijo Elizabeth ya que tenían sus ropas sucias, mojadas y algunas heridas se estaban por terminar de regenerar.

-*Por qué siempre nos persigue la desgracia?*-Pensaba TN moviendo su colita de un lado al otro.

-*Tengo hambre....Quiero soba...*-Pensaba Elizabeth.

Aquel hombre se acercó ambas chicas para luego enterrar sus uñas en la cabeza de ambas y así darles de sus sangres. Pero por muy raro que fuera ninguna de las dos se movió o sufrió de estamos en cambio si simplemente se desmayaron en aquella posición sin hacer ningún solo ruido, mientras que las venas de todo su cuerpo se marcaban con suma fuerza. Muzan estaba convencido que aquellas demonios no eran unas simples inútiles como muchos demonios los cuales creo, ellas eran especiales y sumamente poderosas. Las había creado hace muchos años y con solo un pequeño tramo de su sangre que ni siquiera podría darle tanto poder a un demonio, pero a un así ambas chicas se volvieron extremadamente fuertes a pesar de la escasa cantidad de sangre y que no habían comido a una persona nunca. Recordaba claramente aquel día...

Flashback.

Todo aquello sucedió hace unos 400 años en una hermosa noche nevada. Había ido de paseo por un bosque hasta que se encontró con una casa con las luces encendidas. Muzan Kibutsuji no tenía ningún problema con algún aperitivo de noche, así que sin más entro de golpe a la casa dejando bastante aturdidos a quienes vivían ahí. Una hermosa mujer de cabellos negros, un hombre de ojos azules y cabello rubio, dos adolescentes de por lo menos 15 años y una pequeña niña de 4.

-Quien es usted? Salga de nuestra casa ahora mismo...-Dijo el padre de la familia.

-Solo mueran...-Dijo Muzan quien extendiendo su brazo y de un movimiento sumamente rápido había logrado cortar a la mitad aquel hombre, y herir a la mujer de gravedad quien salió volando chocando contra una de las paredes. La sangre había decorado todo el lugar.

-Corran!! Hijas!!!-Dijo la mujer. Ambas gemelas reaccionaron rápidamente, pero al momento en que una de ellas iba a tomar a si pequeña hermana el hombre lanzo su brazo, la rubia logró jalar a su hermana, pero su prqueña hermana no tuvo suerte al ser asesinada. Era algo tan horroroso.

-Kiri...-Dijo la de cabellos negros destrozada al ver la muerte de su pequeña hermana.

-Vamos!-Dijo la de cabellos rubios tomando de la mano a su hermana, mientras empezaba a llorar. Corrió rápidamente hasta la puerta detrás en donde ambas tocaron con sus pies descalzos la nieve.

-Nii-chan...-Dijo la de cabellos negros. Un ataque llego primero provocando que ambas hermanas cayeron al suelo completamente heridas, mientras que sufrían de un dolor insesante que recorría todo su cuerpo.

-Hermana...no mueras...-Dijo la rubia.

-Tu tampoco...-Dijo la de hebras negras tomando la mano de su hermana.

Las EncargadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora