Decir que el camino a casa fue silencioso sería decir poco, Lee Minho y Lee Felix, se encontraban en un taxi camino a su hogar. Ambos hermanos estaban metidos profundamente en sus pensamientos, el menor de ambos, Felix, pensaba en sus gustos, le gustaban los dulces, le gustaban los Bubble Tea, le gustaba el baile, de igual manera le gustaba leer, le gustaba el color amarillo, hasta podía admitir que le gustaban los gatos de su hermano, sin embargo el rubio no había reparado en su gusto por las faldas, no hasta que entro a esa tienda y todas las faldas de colores tan bonitos lo atrajeron, no estuvo seguro en qué momento tuvo una falda de un hermoso color amarillo pastel entre sus manos hasta que un chico lo animo a probarse tal falda, Felix sentía que iba a ponerse a llorar por la mezcla de emociones que estaba sintiendo, una parte de si le decía que se vería bonito con aquella falda rozando leve y dulcemente sus muslos pero en su interior también había una parte que le gritaba lo terrible que se vería y lo mal que estaba tan siquiera pensar en probarse tal prenda.
Estaba seguro de que si no hubiera sido por la llamada de su hermano Felix le hubiera hecho caso al chico y se hubiera puesto la falda, el tan solo pensar en cómo se hubiera visto la suave tela amarilla en contraste con sus muslos blancos siente sus mejillas sonrojar.
Al final Lee Felix tuvo que huir de la tienda bajo el temor de que su hermano lo viera, la parte racional de él sabía que Minho no le daría nada más que apoyo pero por alguna razón su cerebro no parecía estar en turno ya que su corazón le gritaba que sería una vergüenza que su hermano mayor (con el cual se acaba de mudar después de no estar en contacto por tres años) lo viera en un establecimiento como tal.
Y es que Lee Minho, a los ojos del menor, es alguien completamente genial, a sus veintiún años el castaño ya había logrado ser un bailarín excepcional que supera a muchos de sus superiores, el mayor también contaba con una personalidad perfecta que complementa su apariencia encantadora. Felix sabe que su hermano es completamente popular en su carrera, solo llevaba dos meses en el mismo campus y ya ha notado la cantidad de chicas que persiguen a su hermano.
Sinceramente eso no sorprende a Felix, quien siempre ha visto a su hyung como el mejor ejemplo a seguir, sin embargo es justamente esa visión de él que le da miedo de decepcionar.
Por su parte el gran Lee Minho a quien Felix teme decepcionar, se encuentra sumido en un espiral de culpa, el castaño presenció a su dongsaeng salir de aquella tienda, había sido inevitable no haberlo visto, como si del destino se tratase término enfrente de la tienda justo en tiempo para ver al rubio entrar y sostener aquella prenda con total delicadeza mientras que su cara denotaba miedo e inseguridad, así que Minho en ese momento sentía culpa, culpa por no haber enseñado bien al rubio, por no haberle enseñado a no tener miedo de aquello que le gusta, por no haberle enseñado a siempre defender lo que ama y mas que nada se sentía culpable por no ser alguien con quien Felix pudiera hablar libremente.
Es cierto que Minho y Felix no son los más cercanos, el mayor de los Lee había decidido estudiar Danza y Coreografía en una Universidad de Seúl mientras que el menor había optado por una universidad local de Gimpo con la misma carrera, todo cursaba bien hasta el tercer año de Minho y el segundo de Felix; por problemas con el centro educativo en Gimpo, el rubio terminara sus estudios en la misma Universidad que su hyung. Al inicio ninguno de los Lee supo cómo reaccionar a tener que convivir de nuevo pero a base de los recientes eventos Minho se haría cargo de mejorar su relación.
Cuando el taxi por fin llegó a su destino Minho trató de romper el silencio en lo que ambos entraban al departamento.
"Felix-ah, los profesores, bueno ¿todo bien en la escuela?" Aunque ambos hermanos vivieran en el mismo departamento ninguno podría hablar con totalidad de la vida del otro.
"Si, hyung."
"Eso está bien... ¿Por cierto, lograste gastar tu dinero en alguna cafetería?" Para tratar de ser más discreto y sutil el mayor empezó a buscar ingredientes para cocinar. "Recuerdo que fuimos a la plaza porque me dijiste que tenias dinero ahorrado y querías probar postres." Al estar de espaldas hacia su hermano el castaño no tenía idea de cómo estaba reaccionando su dongsaeng.
Pero si supiera que el rubio estaba a punto de explotar de los nervios, en la mente de Felix se repetían todos los horribles escenarios en donde su hermano le decía que lo había visto en esa tienda y que ahora lo odiaba y que le diría sus padres y que era una desgracia tener un hermano así y que...
"¿Felix?"
"Uh, las cafeterías que alcance a ver no parecían buenas." Eso Felix, crea una mentira. "Entonces... regresaré a la misma plaza." ¡Si! En su mente el rubio esperaba poder regresar específicamente a aquella tienda y a lo mejor poder probarse algo.
"Genial!... Bueno yo te puedo llevar de nuevo." Por favor, por favor, por favor. Minho esperaba que Felix considerara la posibilidad de mostrarle esa parte de sí mismo. "A lo mejor el fin de semana."
"Pues no creo que sea necesario hyung."
"Felix, considerando que te acabas de mudar y la ciudad es bastante grande creo que es mejor que te acompañe." La meta de Minho era verse serio a la par que amable para darle confianza al rubio y no dar espacio para refutar.
A sus ojos sentía que su hyung se sentía obligado pero Felix también quería obtener una relación más cercana con su hermano.
"Ehm, está bien hyung, creo que podemos ir el fin de semana... para tener más tiempo"
"Bueno, ya que eso está resuelto ¿Qué quieres comer?"
Ninguno necesitó pensar mucho para llegar a un acuerdo en lo que comerían y después prepararlo juntos rompiendo cada vez más esa pequeña barrera entre ellos.
ESTÁS LEYENDO
𝑩𝒊𝒏𝑺𝒖𝒏𝒈?!
FanficSeo Changbin y Han Jisung han sido amigos por alrededor de cinco años, pronto por cumplirse los seis, son aquel par de amigos que por su intimidad más de uno los han confundido por una pareja de verdad; la realidad es que su cercanía es algo tan nat...