Stiles estaba sentado en una mecedora con una bebé en brazos, parecía tener menos de un año y era la niña más hermosa que había visto, su cabello era de color negro azabache, su piel pálida estaba salpicada de lunares y unos ojos de un peculiar tono verde le devolvían la mirada a través de unas largas pestañas, la habitación en la que se encontraban estaba llena de la luz que se colaba a través de las amplias ventanas.
Los dos se mecían lentamente, Stiles intentaba arrullarla, pero al parecer la bebé no tenía intención de dormirse pronto, entonces se levantó y la sostuvo con un brazo hasta la ventana, donde se podía ver todo el bosque, el ambiente era tan apacible que sentía una paz en su corazón y al parecer a la bebé también le agradaba por como observaba su alrededor.
Escucho a alguien acercarse y de pronto pudo sentir unos brazos fuertes rodeándolo y una barba que le hacía cosquillas en la mejilla, el abrazo que le daba el hombre a su espalda era tan cálido, que lo hacía sentirse seguro y amado, pero había algo que comenzaba a inquietarlo, porque no sabía de quien se trataba, su mente y su cuerpo parecían de alguna forma desconectados, porque a pesar de las dudas, no estaba haciendo ningún esfuerzo por separarse del hombre que ahora le acariciaba con suavidad su estómago y se sorprendió a si mismo cuando dirigió su propia mano libre a su vientre, pero eso no era todo sino que sintió unas pataditas, como si el bebé que llevaba gestando dentro, le recordara que estaba ahí, probablemente tenía unos 5 meses de embarazo.
— Gracias por la familia que me has dado Stiles, te amo tanto — escucho una voz grave a su espalda y aunque suponía que debía conocer al hombre que le hablaba con tanto amor, no lograba identificarlo, haciendo que toda la escena le resultara tan familiar y a la vez tan ajena.
— Yo también te amo porque gracias a ti pude cumplir mi sueño... — dijo y su propia voz le sonó rara, entonces giro un poco su cabeza para encontrarse con la persona a la que le había dedicado esas palabras y antes de poder pronunciar su nombre, un chirrido lo hizo despertar.
— ¡AGH NO, no de nuevo! — dijo molesto al escuchar su alarma sonando, se incorporó para desactivarla y se limpió con la manga de su playera las lágrimas que escaparon rebeldes de sus ojos, se tapó con sus cobijas el rostro, en un esfuerzo inútil de retomar el sueño donde lo había dejado, pero aunque intentaba concentrarse los últimos recuerdos se habían desvanecido de su mente y un sentimiento de nostalgia se apoderaba de él.
Termino por rendirse y levantarse de la cama, aunque no podía recordar nada especifico del sueño, tenía en claro que soñaba que él era papá, era por eso que lo invadía la nostalgia, porque sabía desde temprana edad que era estéril y que nunca podría ser padre por mucho que lo deseara, bueno no al menos de la forma tradicional, así que se metió a bañar y empezó a arreglarse porque a pesar de ser sábado Scott le había dicho que pasaría a su casa temprano, y como si lo hubiera invocado con el pensamiento unos minutos después entro a su habitación.
— Hola hermano.
— Hola Scotty — el moreno se sentó en la cama de su amigo a su lado, pero entonces lo miro fijamente.
— ¿Estas bien? ¿Volviste a tener esas pesadillas? — dijo al notar sus ojos un poco rojos e hinchados.
— No son precisamente pesadillas, pero si y lo peor es que despierto y no puedo recordar nada, es un poco frustrante, porque siento que significa algo.
— Tranquilo, seguro que algún día lograras recordarlo — dijo Scott poniéndole una mano en su hombro como apoyo y el moreno deseaba genuinamente que fuera así, porque sabía que esos sueños afectaban demasiado a Stiles — Eh por cierto ¿pudiste conseguir los apuntes de Lydia? — dijo cambiando de tema, de forma abrupta, pero Stiles lo conocía demasiado bien, para saber que no lo hacía de forma intencional.
— Si claro, están en mi mochila, oye ¿quieres salir a algún lado? ya sabes como en los viejos tiempos.
— Pensaba estudiar el resto del día — Lo miro un poco apenado rascándose la nuca — No sé cómo hay tantas cosas que se supone ya debería saber — dijo tomando los nuevos apuntes y guardando los anteriores.
— Yo también me lo he preguntado, es un misterio como lo has logrado hasta ahora, supongo que iré a devolverle a Lydia los cuadernos que desocupaste, ¿quieres que te lleve?
— Si, te lo agradecería amigo.
Y los dos bajaron de la habitación, Stiles tomo las llaves, mientras Scott le hablaba de los progresos en su estudio, el castaño lo escuchaba a medias y sabía que no debía de darle tanta importancia a su sueño pero no podía evitarlo, nadie lo entendía, pero a pesar de la realidad, el anhelaba demasiado ser padre y esos sueños lo hacían sentir que podía cumplir su mayor deseo, aunque no fueran reales, se aferraba a ellos como si fueran su única esperanza, subieron al jeep y el castaño manejo hacia la casa de su mejor amigo con la imagen de unos ojos verdes en su mente.
¡Hola! Es mi primer historia de temática OMEGAVERSE, disculpen de antemano los posibles errores, espero les guste y le den una oportunidad.
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Deseo inherente (Sterek)
Fanfiction(Concluida) ¿Los omegas nacen con un deseo natural de tener hijos?, ¿es algo que esta en su código genético? o ¿es parte de su instinto? si la respuesta a alguna de esas preguntas fuera positiva, serian muy buenas explicaciones para el sentimiento q...