Morning rain //l.h |book 1|

13.

"¿Podrías pasarme el queso, por favor?" pidió amablemente con una sonrisa en su cara. Había una canasta de papas fritas en frente de ella. Amaba las papas. Su padre lo sabía, y que la hacían particularmente feliz. Así que cada Jueves después de su cita en el hospital la llevaba a la misma cafetería de siempre y ambos pedían lo mismo de siempre: papas fritas y un licuado de fresa. Él no era un fan de las papas pero las pedía porque Zoe se terminaba su canasta, quedaría con hambre y él le daría su comida.

"Aquí tienes, princesa." posó la botella de queso amarillo al lado de sus papas. Amaba cuando su padre le llamaba princesa. No importaba qué edad tuviera, siempre sería su nenita. Apachurró la botella y extendió el líquido amarillo por toda la canasta de papas.

"Papá, ¿Quieres ir al cine hoy?" invitó. A diferencia de muchas chicas de su edad, y mayores y menores que ella, le fascinaba pasar tiempo con su padre porque sabría que llegaría un momento en el que ya no podría hacerlo.

"Nada me haría más feliz."

"Siempre dices eso en cada cosa que propongo, Dios." rió antes de negar suavemente con su cabeza, su melena caía en sus ojos, y las puntas de su cabello se mancharon de queso.

"Es que tú me haces feliz." sentenció. Nunca podría encontrar un amor más puro que el de un padre. Nadie la amaría como él. Ni Luke. Ni una mascota. Ni un amigo. Nadie. Eran él y ella. Y Luke. Pero él no contaba del todo. "¿Qué pasó con los chicos que conociste el otro día?"

"Ellos..." bufó "Bueno, están de gira, ahora están en Estados Unidos."

"Pero ¿No has mandado mensajes o algo? Pensé que eran amigos o algo así."

"Son gente ocupada, papá. Creo que prefieren ganar dinero que hablar con una tonta niña adolescente."

"Entonces son demasiado idiotas, ¿Quién podría preferir el dinero a pasar algo de su tiempo contigo?"

"Luke." su padre frunció el ceño, no estaba seguro de quién era ese Luke, el baterista o el chico que parecía asiático. Pero aún así asintió.