Salió por la mañana a comprar un café y despejar su mente. Se sentía tan solo, a pesar de estar rodeado de un millón de rostros. Se sentaba en silencio mientras vivía en un mundo de ruido. Extrañaba su hogar, la calidez de los abrazos de su madre, el olor a pan horneado... cada detalle que podía recordar le traía una nostalgia inpensable. ¿Quién diría que su pequeño sueño le saliera tan caro?
Marilyn Manson sonaba en sus oídos. Nunca le gustó demasiado ese cantante o ese género, pero la canción era expectacular. Desconocía el significado verdadero de la canción, pero el la interpretó como si ésta relatara la historia de su vida.
Los dulces sueños están compuestos por esto, ¿quién soy yo para estar en desacuerdo? he viajado por el mundo y también por los siete mares. Todo el mundo busca algo. Algunos de ellos quieren usarte, algunos quieren ser usados por ti. Algunos de ellos quieren abusarte, algunos quieren ser abusados.
El precio de la fama es lo primero que se le viene a la mente cada vez que escucha esa canción. No la considera satánica, no la considera mierda o gritos y ruido, la considera arte. Un arte trágico. Al igual que él.
Sentía cómo las lágrimas se acumulaban poco a poco en sus ojos, luchando por salir. Se llevó las manos a la cara, y removió esas gotas saladas de agua. Empujó la puerta de la cafetería y se dirigió al mostrador donde pidió un café irlandes y una rebanada de pan de chocolate. Pagó su orden, salió de aquel lugar y se encaminó al parque.
Hacía mucho frío, el cielo estaba infestado por nubes negras y los truenos sonaban. Pequeñas gotas de agua cayeron sobre él. Esa inocente llovizna poco a poco se fue transformando en un intento de diluvio. Él lo agradeció y al fin dejó escapar sus lágrimas que eran camuflajeadas por las frías gotas de lluvia. Parecía una escena sacada de una película, era como si los ángeles del cielo lloraran para tapar las lágrimas del chico.
Ya no le caía agua. Frunció el ceño pues aún llovía, así que decició alzar la cabeza para mirar al cielo, negro. Miró a su derecha y allí estaba una pequeña niña, con un paraguas inmenso, protegiéndolos de la lluvia. Instintivamente dejó de llorar, y forzó a su boca a hacer una rota sonrisa. Ni siquiera se había percatado de la presencia de la niña, hasta ese momento.
"Perdón si te incomoda, pero está lloviendo muy fuerte y creo que te enfermarás muy feo después de esto." habló ella, con una tímida sonrisa estampada en su rostro.
"Gracias." no hubo respuesta. Tomó otro trago de su helado café, sabía más a agua que a café ahora. "¿Cuál es tu nombre?"
"Zoe." él asintió, sentía cómo su corazón se le subía a la garganta. "Tú eres Luke...Luke Hemmings. Uno de los integrantes de 5 seconds of summer, ¿cierto?"
"Cierto." rió un poco y la miró detenidamente; era hermosa. "¿Eres una fan?" qué patético sonó eso, qué buen intento de coqueteo, Luke.
"Orgullosamente. Ustedes son asombrosos."
"Gracias, Zoe." se hizo un silencio nuevamente. A ella parecía gustarle la lluvia tanto como a él, la miraba con amor y sonreía sin razón. "¿Cuántos años tienes?"
"Tengo 14 años, Luke."
"Yo tengo 18, Zoe"
"Ya lo sabía." ambos rieron por lo bajo y se miraron mutuamente por algunos segundos, ella parecía tan tranquila, mientras él sentía cómo sus mejillas se tornaban rojas y cómo su pulso aumentaba con cada respiración.
La lluvia paró y ella cerró el paraguas.
"Debería irme." él la miró y asintió.
"Creo que yo igual, llegar y darme un buen baño caliente y tomar algo para la gripe. O me enfermaré."
"Sí, es una buena idea. Encantada de conocerte, Luke Hemmings de 5 seconds of summer."
"¿Volveré a verte?"
"Sólo si tú quieres."
"No puedo esperar para ello." Zoe se sonrojó.
"Dame tu celular, anotaré mi número, y mi twitter también." él hizo lo que ella pidió, después de unos segundos de teclear, Zoe le devolvió el celular al rubio. Sonrió cuando vio el nuevo contacto guardado.
"Hasta pronto, Zoe."
"Nos vemos en la noche, Luke."
No entendió lo que quizo decir, hasta después de unos minutos.
Esa noche tenía un concierto en esa ciudad; Londres.
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Morning rain //l.h |book 1|
ContoElla se enamoró de él desde el momento en que lo escuchó en la radio. Él se enamoró de ella en esa lluviosa mañana. Ella es demasiado joven para él.