UNA VIDA DESPUES DE LA MUERTE

23 2 0
                                    

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que llegué a Nueva York, pero mi estadía aquí ha sido realmente agradable. Shorter ha estado presentándome a sus amigos de la universidad, y poco a poco me he ido integrando con ellos. Especialmente he conectado con Ash Lynx. Cada vez que estoy a solas con él, siento una extraña tristeza que me hace querer abrazarlo. Es una sensación extraña y abrumadora que a veces me aleja un poco, pero con los demás es diferente.

La última vez que vi a Ash, la tensión entre nosotros fue tan intensa que me sentí mareado. En mis sueños, el rostro rubio del chico ha estado apareciendo con más frecuencia, gritando mi nombre cada vez más fuerte. Esta noche me desperté abruptamente, llorando en silencio sobre mi cama y cubriendo mi rostro con las manos, con los ojos cerrados.

"¿Por qué? ¿Por qué sigues apareciendo en mis sueños?", murmuré mientras secaba mis lágrimas. Nadie sabe de este sentimiento que me ha estado acosando desde hace mucho tiempo. Siento como si estuviera reviviendo algo que quedó incompleto en una vida pasada. Es extraño que siempre tenga estos sentimientos que me invaden día tras día.

Me levanté de la cama y fui a darme una ducha. Luego me vestí con mi estilo extravagante, pero que siempre está a la moda. A los chicos les gusta mi forma de vestir. Pronto salí de casa y nos reunimos en la cafetería donde conocí a Ash. Shorter quería que nos lleváramos mejor, así que organizó una especie de "cita".

"Ja, estoy tan nervioso", murmuré mientras daba un sorbo a mi batido. En ese momento, él entró con gesto molesto y se sentó frente a mí, mirándome fijamente. Luego pidió una bebida, así que sonreí para aliviar la tensión entre nosotros.

"No muerdo, ¿eh?", bromeé mientras lo observaba. Él hizo un gesto de molestia, pero luego sonrió y pareció relajarse. Pronto comenzamos a conversar tranquilamente.

"Eiji, ¿cuánto tiempo piensas quedarte?", preguntó Ash mientras tomaba un sorbo de su bebida.

"Ah, pienso quedarme hasta terminar la universidad, no lo sé", respondí. Íbamos a seguir conversando, pero algo llamó mi atención: un arma que Ash llevaba consigo. Sin pensarlo dos veces, esbocé una sonrisa.

"¡Hey! ¿Puedo verla?", pregunté. Él se echó a reír mientras me miraba.

"¿Tan pronto quieres verla?", dijo con picardía. Me sonrojé al escuchar su comentario, pero aclaré rápidamente que me refería al arma. Sin dudarlo, él me la prestó. En ese momento, Shorter llegó y se quedó en silencio, observándonos atentamente. Yo también me quedé en silencio mientras lo miraba.

"Jamás pensé que Ash Lynx dejaría que alguien más tocara su arma", comentó Shorter en voz baja. Me quedé callado. Ash pronto apuntó con su arma a un hombre, y Shorter me tomó y nos escondimos detrás de una barra. Los disparos comenzaron a resonar en el lugar, seguidos de una persecución que no pude seguir. Estaba confundido, pero el grito de Ash hacia mí me hizo darme cuenta de que él era quien aparecía en mis sueños. Grité su nombre tan alto como pude, pero fui capturado mientras los hombres murmuraban que pronto se rendiría ante alguien que no pude escuchar el nombre.

|Dos horas después|

Estaba amordazado y con las manos atadas, sin saber qué estaba sucediendo a mi alrededor. Pero pronto escuché la voz de Ash, quien propuso un intercambio: él por mí. Mi respiración se agitó y quise gritarle que se fuera, pero cuando me tomaron y me arrojaron a los pies de Ash, él me abrazó de inmediato y susurró en mi oído: "Ve a tu derecha". Me quedé un poco congelado, pero seguí sus instrucciones. Allí estaba un chico con rasgosasiáticos junto a Shorter. Ambos se miraron y, como si fuera una señal, se unieron al "juego".

"¡Ash!", grité a todo pulmón al ver que le habían disparado. Pero él rápidamente dijo que solo era un rasguño. Después de 30 minutos de tiroteo entre ellos, finalmente pudimos encontrar un lugar tranquilo. Me acerqué a Ash y le ayudé a vendar su brazo improvisadamente. Lo miré entre lágrimas.

"¿Por qué sigues aquí?", susurré mientras lo abrazaba y cerraba los ojos.

UNA VIDA DESPUES DE LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora