CAPÍTULO 6: UNA ATRACTIVA PROPUESTA

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Me sorprendí mucho al girarme dispuesto a propinar un puñetazo y encontrarme con Murtagh. Iba atraviado con unos pantalones marrones, una jersey rojo, pues para ser primavera hacía bastante frío a esas horas de la mañana, y además, llevaba una especie de túnica muy poco apropiada para un Jinete.

- ¡Por todos los Shur'tugal de la historia Murtagh! ¿Qué haces así vestido? - pregunté con asombro y una pizca de repugnancia.

- Oh, venga ya Eragon, no me mires con esa cara de asco, pareces un dragón apunto de expulsar una bola de fuego y ya que no me preguntas sobre ello y solo te importa mi atuendo, te contaré mi viaje a lo largo de este tiempo.- dijo enfurruñado.

- Lo siento hermano, la verdad es que me ha sorprendido mucho verte aquí. Por supuesto, cuentame, aunque creo que deberíamos ir a buscar a Shap...

- ¡MURTAGH! - rugió Shapira. ¡Que alegría volver a verte! ¿Qué haces aquí? Cuentanos todo por favor.

- ¡Vaya Eragon! Parece que tu dragona se alegra más al verme que mi propio hermano - dijo mientras le hacía una suave caricia en el lomo a Espina.

Os contaré.- dijo, y unos segundos más tarde empezó a narrar sus aventuras.

Nada más despegar ya quería volver, pero la verdad, es que necesitaba tiempo para ser libre y conocerme a mí, ya que estaba sometido a los gustos y peticiones de Galbatorix.

Ni Espina ni yo sabíamos muy bien a donde ir, así que decidimos volar y volar y solo aterrizar para nuestras necesidades, incluso muchos días me los pasé durmiendo encima de Espina por una herida grave que sufrí en el costado, pero no te preocupes, ya está casi curada. El caso es que tras pasar un mes volando decidimos ir a visitar a Arya y tener el placer de conocerla, una vez que llegamos allí, aunque sólo pasamos 2 días, conocimos a 3 nuevos Jinetes y Arya me pidió que los empezara a adiestrar ya que no sabía nada acerca de tu paradero, así que antes de decidir nada, teníamos que buscar un lugar seguro y tranquilo para adiestrarlos y pensamos en Vroengard, así que pusimos rumbo hacia aquí y ya nos ves.- concluyó su historia.

- ¡Uau! Si que has hecho cosas durante este tiempo. A ver esa herida del costado.

Se sube la camiseta dejando al descubierto la herida, que, por cierto tenía una pinta muy fea.

Apoyo mi mano derecha sobre la herida y segundos más tarde ya no hay ni rastro de ella.

- Bueno, debo decirte que nada más instalarnos y limpiar la isla, Shapira fue en busca de Arya para traer consigo a los nuevos Jinetes, yo creo que no os cruzásteis por un día o dos, así que bueno, aquí llevan conmigo dos días, en cuanto sea la hora de despertarles os presentaré, hoy íbamos a hacer una actividad grupal, así que si Espina y tú lo deseáis y no estáis muy cansados os pido que os unáis a nosotros, te contaré todo lo que se hasta el momento de ellos.

Nos quedamos hablando por una hora o dos y cuando nos quisimos dar cuenta ya había amanecido así que fuimos a despertar a los chicos.

¡BUENOS DÍAS PEQUEÑOS JINETES! TENÉIS 10 MINUTOS PARA SALIR AFUERA.- vociferamos los dos a la vez.

Al vernos a Murtagh y a mí juntos, Ian preguntó: ¿Quién es este tío? Mientras que la pequeña Annabeth corrió a esconderse detrás mía.

-¡IAN, MUESTRA TUS RESPETOS! - gritó Shapira. Es el hermano de Eragon.

La pequeña Annabeth, al escuchar esto pudo deducir que no era una mala persona, así que salió de detrás mío y le dijo a Murtagh con una sonrisa de oreja a oreja:

- ¡Hola! ¿Murrteg?

- Es Murtagh pequeña... Annabeth gritó ella. Encantada de conocerte pequeña Annabeth.

- ¡ERAGON, ERAGON! ¿Se va a quedar? Yo quiero que se quede.- dijo dulcemente.

- JAJAJAJAJAJA. No lo sé pequeña, eso es algo que tiene que decidir él.

- ¡MURTAGH, MURTAGH! ¡QUEDATE! -gritaba la enana saltando de felicidad.

- Anda chicos, id a buscar a vuestros dragones, posiblemente allí estará Shapira, ella os presentará a Espina.

- ¡Vaya Eragon! Menuda suerte has tenido de encontrarte con estos Jinetes.

- Lo siento por la contestación de Ian, no sé que le habrá pasado, y bueno, ya has escuchado a la pequeña Annabeth, está verdaderamente entusiasmada con tu llegada.

- No te preocupes, la verdad es que Ian me recuerda mucho a mí.- contestó.

- Y bueno hermano, que me dices, ¿te quedarás?

Shur'tugalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora