unexpected • elizabeth olsen

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título: unexpected. elizabeth olsen x T/N

advertencias: angst.

...

POV T/N.

En algún momento me pregunté cómo se sentiría amar a alguien de verdad, encontrar a esa persona con la que el sentimiento simplemente fluya y de un momento a otro pienses en esta todo el tiempo. En cada frase que sale de su boca, en cada gesto involuntario, en cada sonrisa, en todo lo que representa.

Yo nunca me había sentido de esa manera, quizás por mi juventud o mis grandes expectativas. Mis amigos me decían que no me preocupe demasiado, que todos tenemos a esa persona especial y que todo llega a su tiempo, por otro lado, otros me aseguraban que estaba bendecida al sentirme así, porque el amor duele y está sobrevalorado.

Sea como sea, algo irónico sucedió en mi caso y es que mi hermano mayor, Samuel, al parecer pudo encontrar al amor de su vida en un dos por tres.

Sam conoció a su chica en la universidad quien casualmente estudiaba la misma carrera que él, odontología. Yo fui la primera en enterarme de la relación, me sentí feliz por mi hermano, podía ver la ilusión en sus ojos cuando se refería a ella en nuestras conversaciones. Un par de meses después nos la presentó a mis padres y a mí en un día de almuerzo familiar, aceptamos su noviazgo gustosos.

La chica en cuestión se llama Elizabeth y supo ganarse nuestro cariño por su radiante personalidad y carisma. Mamá era su fan número uno porque siempre podía contar con ella para todo.

"Lizzie ¿Qué opinas de esto? ¿Qué opinas de aquello? ¿Debería plantar los lirios aquí?" A veces sospechaba que mamá la quería más que a mí.

Al principio fuí un poco más reacia que los demás al tratar de conocerla mejor, supongo que por los típicos celos de hermana menor pero a pesar de eso poco a poco empezó a ganarse mi confianza y llegó a un punto, que al igual que mi madre, también comencé a contar con ella para cualquier cosa. Le confiaba mis secretos y ella me confiaba los suyos. Como existía tanta complicidad entre nosotras ella fue la primera persona a quien le confesé mi sexualidad y nunca reaccionó de forma negativa, todo lo contrario, siempre fue mi soporte y me dio el impulso emocional que necesitaba para finalmente salir del armario con mi familia.

"Eres valiosa y mereces lo mejor del mundo, te admiro y tu familia también lo hará por tu valentía al aceptar quién realmente eres". Esas palabras me motivaron muchísimo así que ese mismo día decidí contarles a mis padres y a Sam.

Todo salió excelente, mi familia me envolvió en un fuerte abrazo apenas salió la confesión de mis labios, sin duda fue el momento más importante de mi vida.

Por esa y muchas más razones la relación que tenía con mi cuñada era única. Compartíamos tanto tiempo juntas que nos volvimos inseparables, tanto que se sentía extraño cuando ella no estaba conmigo. Elizabeth era una mujer interesante en su totalidad, su forma de hablar y expresarse denotaba inteligencia y su tono de voz pausado era cautivador, podía perderme en cada frase que salía de su boca mientras poco a poco memorizaba cada gesto involuntario que me regalaba al hablar, como el inclinar la cabeza a un lado cuando estaba pensativa o el sutil "Uhh" que siempre se le escapaba al empezar una conversación.

Pero en algún momento me di cuenta que las cosas marchaban por un camino inadecuado, al unir todos los puntos y captar todas las señales llegué a una desastrosa conclusión, encontré en ella todo lo busqué por tanto tiempo, todo lo que anhelaba en una persona. Muchas incógnitas surgieron de pronto.

¿Cuándo empecé a verla de forma diferente? ¿En qué momento se hizo imposible sacarla de mi cabeza? Sabía que esto era incorrecto, por supuesto que sí, estábamos hablando de la prometida de mi hermano, muy pronto se casarían.

Estuve ocultando mis sentimientos por el bien de esta familia durante algún tiempo. Mi plan fue empezar a evitarla hasta que aclare mis ideas y me deshaga de esos tontos pensamientos, esto fue algo casi imposible por las constantes visitas que nos hacía junto a mi hermano, así que buscaba cualquier excusa para estar fuera de la casa esos días y cuando coincidíamos en alguna fiesta trataba de estar lo más alejada posible.

Esa táctica funcionó por unos meses pero Elizabeth era perspicaz y se dio cuenta de que algo no andaba del todo bien.

Era un domingo, día de reunión familiar. Como de costumbre me las arreglé para salir con mis amigos, esta vez iríamos a la playa ya que queríamos aprovechar el verano y las olas para ir a surfear. Me levanté temprano y con energía, tomé un buen desayuno y organicé todas las cosas necesarias. Justo cuando ya tenía todo en orden y me disponía a salir de mi habitación tocaron la puerta.

-___(tn) ¿Estás ahí? - Dijo una voz que conocía a la perfección. Entré en pánico ¡¿Cómo es que llegaron tan temprano a la casa?! Sentí que el corazón se me salía del pecho.

- Si... dame un segundo - Anuncié con un nudo en la garganta, respiré hondo y finalmente abrí la puerta.

Ver esos grandes e intensos ojos verdes por primera vez en mucho tiempo se sintió como un terremoto derrumbando todas mis barreras. Se veía hermosa con ese vestido azul floreado, tan guapa como la recordaba.

- Uhh, hola - Me regaló una sonrisa tímida al mismo tiempo que jugaba con el anillo de compromiso que adornaba su dedo anular.

- Lizzie... - Salió de mí una sonrisa ligeramente forzada, solo quería salir de allí.

- Veo que saldrás hoy - Mencionó desanimada a la vez que observó mi bolso de mano.

- Bueno, de hecho si - Evité sus ojos mirando hacia suelo - ¿Cómo has estado? - Realmente si la extrañaba y no quería ser descortés pero el estar cerca de ella era muy angustiante para mí en estos momentos.

- Ya sabes, todo igual, nada nuevo - Su voz sonó tan frágil que dolió, no pude soportar verla así y la invité a que pasara.

- ¿Sucede algo? - Dije mientras nos sentábamos sobre mis edredones - ¿Ahora que hizo Sam? - Se me escapó una risita, quería aligerar el ambiente. Sus labios rosados formaron una tenue sonrisa a la vez que su triste semblante se posaba sobre las pinturas de mi habitación.

- ¿Tú las hiciste? - Preguntó sorprendida ignorando por completo mi pregunta.

- Si, las pinté para un concurso de arte en la escuela - Con cierta timidez.

- Son muy bellas - Dijo de manera genuina - Espero que algún día puedas hacer una de esas para mí, la pondría en mi sala de estar para que todos la vean - Sonrió dulcemente.

- Lo haré, lo prometo. Después de aquello me miró directamente a los ojos, buscando respuestas y tratando desentrañar mi mente. Un atisbo de intimidación surgió en mí y como si tuviera un tic nervioso mire hacia abajo, volviendo preguntar - ¿Sucede algo?

- ¿Por qué me ignoras ___(tn)? - Alzó la voz con reproche, su mirada cambió de repente y se llenó de frustración, jamás la ví actuar de esa forma, mi nerviosismo creció aún más - ¿He hecho algo mal? ¿Por qué cada vez que intento acercarme a tí te alejas así? Ahora ni siquiera puedo verte los domingos y cuando le pregunto a mamá que es lo que te pasa ella tampoco tiene una respuesta.

­- Yo... yo estoy algo apurada Liz, mis amigos me están esperando - Agarré mis cosas rápidamente. Maldita sea, nunca quise que estemos en esta situación, ahora ella me detesta por no darle una respuesta pero si se la doy me odiará más, me tendrá asco.

- ¡Bien! - Se levantó agitada - Solo quiero que sepas que estoy realmente confundida, decepcionada y... - Empezó a sollozar y mi corazón se rompía cada vez más - Yo te aprecio y te quiero... mucho pero no puedo obligarte a que esto sea recíproco - Me dió la espalda, dispuesta a irse.

Así que la detuve y la miré a los ojos con una devoción que nunca sentí por nadie, porque solo la quería a ella.

Y entonces me besó.

Elizabeth Olsen & Characters ; One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora