Esa noche me dijiste que tenias miedo de perderme.
Y te dije que no te tenias que preocupar por eso, yo jamas me alejaría.
Después empezamos hablar de mis miedos, y te dije que no me gustaba la oscuridad y tu dijiste que tenia que acostumbrarme a ella.
Y lo hice.
Supere mis miedos, y cuando la luz se prendió aparentemente tu también venciste los tuyos porque ya no estas aquí.