Desapareciste.
Igual que todo lo demás.
¿Ahora con quién más puedo hablar?
Estoy perdida.
Cuando te fuiste, te llevaste todo contigo.
Pero tu ausencia esta dondequiera que mire.
Es como si hubiera un gran hueco en mi pecho.
El tiempo pasa.
Pero, en cierta forma, me alegro.
El dolor es lo único que me recuerda que tu fuiste real.
Que todo lo que vivimos lo fue.