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Jaehyun recorrió el cuerpo desnudo de su novio con sus manos bajo el arrollo, se dedicó en acariciar cada centímetro de su piel haciendo que su novio soltara gemidos y suspiros ante su tacto, llevó sus manos hasta su pene erecto haciendo que los gemidos de Jungwoo se intensificaran, sus manos continuaron recorriendo su anatomía hasta que llegó a la pequeña y estrecha entrada del menor, introdujo dos dedos mientras repartía besos en la piel del cuello de su novio el cual solo se dedicó a gemir y rogar por el pene del más alto. Segundos después, Jaehyun se hundió en su interior con fuerza por lo necesitado que estaba. Estaba mal, no debían de estar haciendo esas cosas cuando sus amigos, la mayoría, se encontraban muertos. 

Se amaron en silencio siendo la luna la única testigo de su amor o eso creían... a lo lejos, una figura masculina los miraba... lo miraba a él, a Jungwoo, disfrutando ver como era penetrado por el chico más alto, disfrutando de las expresiones del chico lindo llevando las manos a su miembro y en segundos comenzando a masturbarse. Un acto demente.

Los chicos se separaron cuando estuvieron calmados, Jaehyun le colocó con cuidado y amor la ropa húmeda a su chico e hizo lo mismo para sí, lo cargó en sus brazos y lo llevó fuera del arrollo acostándolo en un lugar plano y limpio, se acostó junto a él consumido del cansancio y cerró los ojos al igual que su amado.

Jungwoo abrió los ojos cuando sintió un dolor punzante en sus muñecas, al hacerlo se encontró con la triste y preocupada mirada de su novio. Quiso ponerse de pie para correr hacia a él, abrazarlo y besarlo mucho pero el dolor en sus manos y tobillos lo hizo volver a la realidad, llevó la mirada a sus manos y observó un camino de sangre, muchos, deslizarse por sus muñecas hasta sus manos y por último goteando en el suelo, un alambre de púas enrollaba las muñecas de sus manos y lo ataban con fuerza en ambos costados de la silla, lo mismo ocurría con sus tobillos. Miró a su novio por segunda vez y este se encontraba al igual que él, con las únicas diferencias de que Jaehyun se encontraba de pie y en vez de un alambre de púas tenía cadenas, como deseaba estar en el lugar de su novio. Un joven o adulto, que podría ser; no lo sabían, entró por la puerta de la que dedujo que era la cocina. El hombre lo miró y pudo notar calidez en su mirada todo lo contrario cuando miró a su novio, con indiferencia.

—Pido perdón por eso —comenzó a hablar el desconocido apuntando las manos inmóviles de Jungwoo— fue lo único que encontré para apresarte.

Y allí cayó en cuenta de que aquel chico apuesto era en realidad el asesino de todos sus amigos. No dijo nada y bajó la mirada, molesto. Él se acercó hasta el menor de los tres y tomó su mentón para levantar su rostro y seguido darle un beso en la comisura de los labios y Jungwoo se sintió asqueado.

—No lo toques, jodido idiota —reclamó Jaehyun con el rostro ardiendo de enojo.

—Cierra la maldita boca o lo mato, ¿oíste? —el cuerpo de Jungwoo tembló cuando sintió un filudo cuchillo acariciar su cuello.

Jaehyun se quedó perplejo y observó todo lo que él le hacía a su bebé, aún no se sobrepasaba con su niño así que podía controlarse al menos un poco. Sus celos aumentaron cuando comenzó a tocar de manera sucia a su chico. Sus ojos ardían al ver a Jungwoo quejarse y tratar de alejarse en vano del más alto.

—¡Deja de tocarlo maldita sea! —gritó en un impulso arrepintiéndose luego de haberlo hecho, o claro que lo hizo.

—¿Qué serías capaz de hacer si me follo a tu lindo noviecito? —preguntó él con cierto tono burlesco, ambos sabían que no podía hacer nada porque se encontraba inmovilizado—. Lo haré, si y los dejaré ir. Tendrás que apreciar todo o sino tu bebé será mutilado, por mí —él sonrió con burla y se alejó de Jungwoo para quitarse la camiseta, su cuerpo era realmente bueno, estaba muy trabajado y las cicatrices que lo marcaban lo hacían ver mas atractivo. Jungwoo se sonrojó y Jaehyun se sintió celoso y molesto por ello.

—¿Podrías quitarme esto... 

—Yukhei —respondió entendiendo su pregunta y segundos después acercándose a él para aflojar los alambres soltando sus extremidades. Jungwoo se sintió libre y quiso correr fuera del lugar pero estaba prohibido, si lo hacía asesinaría a su novio y como él no tenía las fuerzas suficientes para ponerse de pie terminaría con el mismo escenario que muchos de sus amigos.

Jungwoo volvió a mirar sus manos observando lo muy dañadas que estaban y no quería mirar abajo, Yukhei tiró todas las cosas que se encontraban sobre su comedor y cargó a Jungwoo para luego colocarlo sobre aquella mesa mediana, Jungwoo volvió a temblar cuando sintió las manos de aquel desconocido sobre su vientre, se sentía extraño porque nunca en su vida había reaccionado de aquella manera como lo hacía únicamente cuando su novio lo tocaba. Se imaginaba lo mal que podía estar pasándola Jaehyun al ver a un completo desconocido además de psicópata tocar a su pareja, le asqueaba el hecho de estar siendo usado como una puta. Yukhei lo desnudó con brusquedad despojándolo de sus prendas en un par de segundos, sintiéndose sucio y sumiso al estar completamente desnudo frente a su novio y un completo extraño. Yukhei se alejó del cuerpo del pequeño para buscar unas sogas y atar nuevamente sus extremidades siendo esta vez un poquito delicado. Jungwoo se estremeció cuando los dedos de Yukhei acariciaron sus pezones ya duros quiso pedir más pero el pene del mas alto introduciéndose en su apretado agujero lo hicieron derretirse. Lo único que Jaehyun podía observar eran las muecas que Jungwoo hacía cuando Yukhei embestía en su interior sin pena alguna, parecía estar sufriendo pero a la vez parecía estar disfrutándolo, no lo sabía.

—Ya, Y-yukhei —susurró Jungwoo con una vocecita temblorosa— déjanos ir.

Yukhei se negó y continuó embistiendo con fuerza a Jungwoo ansioso de llegar al esperado orgasmo, uno al que después de muchos años no había alcanzado. Jungwoo sintió su tercera corrida y se desplomó quedando dormido en unos instantes, Yukhei no paró sin importarle el hecho de que quizá, probablemente lo había lastimado y mucho.

Esta vez Jungwoo se despertó al sentir el dolor punzante en su parte baja, dándose cuenta de que ahora se encontraba en una cama y no sobre la mesa donde ayer había estado, pensó que todo era un sueño y giró para abrazar a su novio pero los fríos ojos de Yukhei lo hicieron detenerse segundos antes de que su mano tocara su piel.

—¿Dónde está mi novio? —preguntó haciendo un pequeño pucherito, despertar con él todas las mañanas se había vuelto en una rutina.

—Se fue —contestó Yukhei con simpleza—. Dijo que no quería verte más porque le dio asco lo de anoche y maldijo haberte conocido.

Jungwoo se puso a llorar por las palabras del más alto, ¿acaso era cierto? Jaehyun no sería capaz de decirle algo parecido pero al no encontrarlo por ningún sitio le hizo confirmar sus dudas. Tantos años de relación se habían ido a la mierda solo porque había tenido sexo con otro chico, a simple vista estaba mal pero lo hacía por ellos, para salvarlos y al parecer Jaehyun no entendía con claridad aquello.

Se sintió mal y Yukhei estaba ahí para quererlo. Para jugar con él.


𝒇𝒐𝒖  - [luwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora