𝒇𝒐𝒖 - [luwoo]

Extra 3 - Johnny

Tras una larga y cansada velada Johnny encendió su teléfono como último recurso poniendo una canción que a él tanto le encantaba, comenzó a susurrar pequeñas frases al compás de la letra mientras acariciaba la cintura de su novio que yacía dormido. A pesar del alto volumen de sus bocinas pudo escuchar con claridad los gemidos y gritos en la carpa junto a la suya, torció su boca en una sonrisa socarrona y alzó el volumen de su teléfono para así ignorar aquellos sonidos, estuvo a punto de salir de su propia carpa luego de escuchar un sonido extraño para esas circunstancias, como lo era un golpe seco pero la mano de su novio lo detuvo y pensó por un momento que solo era su mente jugándole una mala pasada luego de haber bebido alcohol en exceso.

Entonces cayó en profundo sueño.

Fue el primero despertar y el primero en poner un pie fue de su tienda, le regaló un beso a su pareja y le acarició los cabellos, cuando estuvo fuera levantó sus manos y comenzó su extraña rutina de estiramientos, y poco antes de terminar su novio lo acompañó, hablaron por un rato, soltaron una que otra risa y se dieron un par de besos, hasta entonces se encontraban alrededor de la fogata que solo emitía calor. Ambos observaron a su amigo Doyoung salir de su carpa con la mirada baja y al momento de levantar su mirada se encontraron con los ojos perdidos y un invisible rastro de lágrimas, el primero en ponerse de pie fue Ten el cual le preguntó qué es lo que le pasaba. Cuando Johnny escuchó que Taeyong había desaparecido un suave recuerdo golpeó su mente y se alarmó.

Sin importarle absolutamente nada se metió en la carpa de Yuta y Sicheng y les alertó sobre lo ocurrido, minutos después salió con estos dos a sus espaldas, hizo lo mismo con Jaehyun y Jungwoo, llevándose una escena traumatizante pero poco le importó. Una vez todos estuvieron fuera, tomándole casi dos horas enteras tratar que Jungwoo se despertara, les indicó a sus amigos como iban a dividirse para comenzar con la búsqueda y se aseguró de llevarse a Doyoung consigo.

Sus piernas comenzaban a dolerle después de caminar horas y horas, se detuvo a tomar un poco de aire cosa que sus compañeros le copiaron, Ten apretó su mano con fuerza luego de unos minutos de haber retomado su camino deteniéndolos a ambos nuevamente.

—Esperen —murmuró su novio y él se detuvo al instante—. ¿Escuchan eso? Las pisadas y algo más...

Johnny no logró escuchar nada, aun así levantó la mirada encontrándose con una imagen que no lograría quitarse en un par de años, un cuerpo alto y robusto sostenía un hacha en una mano y en la otra... un cuerpo que a él se le hacía conocido pero no descifraba exactamente de quien se trataba. Volteó la mirada y se encontró con la expresión asustada de su novio y puedo cubrirle la boca antes de que soltara un grito que los pondría en peligro a los tres, llevó con cuidado y silencio a su novio ocultándolo detrás de un tronco seco y podrido, se escondió detrás de él y antes de volver en busca de Doyoung vio algo caer junto a él, el Walkie Talkie no dudó ni un solo segundo y se contactó con la persona detrás de la línea advirtiéndole. Cuando estuvo dispuesto a ir en busca de su amigo este ya se encontraba rumbo a donde se encontraba él, quiso gritar su nombre pero esta vez, fue Ten el que le cubrió la boca, vio como un Doyoung caminaba hasta el peligro y vio también como él le proporcionaba un fuerte y doloroso golpe hasta tirarlo al suelo y dejarlo inconsiente. Vio en silencio como este se alejaba entre la espesura del bosque y sin dudarlo nuevamente se puso de pie para ir en busca de su amigo.

—Ten, cielo, tienes que quedarte, ¿entiendes? —le susurró a su novio el cual lloraba en su pecho negándose a dejarlo ir—. Estaré bien, no te preocupes por mí, solo no te muevas de aquí y si te sientes inseguro trata de huir pero con muchísimo cuidado, ¿vale? Te amo.

Ten asintió aún con lágrimas en los ojos y se abrazó a si mismo cuando su novio abandonó su escondite para ir tras su amigo. Johnny los siguió sigiloso y a paso lento, tomó una gran ventaja gracias a la sangre de aquel cadáver que había dejado un rastro en el camino siendo más rápido en ubicarlos.

No supo exactamente el tiempo que pasó hasta observó como él se metía a una cabaña llevando a ambos cuerpos a rastras al interior de la morada, no escuchó nada por una fracción de minutos y comenzó a gritar.

—¡Maldito hijo de perra!

Soltó gritos desesperados sin saber con exactitud qué hacer en aquella situación, gritó con todas sus fuerzas implorando que dejara en paz a su amigo y que se lo llevara a él a cambio pero nada, ni un sonido. Se dejó caer de rodillas al suelo y llevó sus manos hasta su rostro sollozando en silencio, luego de aquello escuchó el sonido de unas fuertes pisadas acercarse a él, levantó el rostro con lentitud y observó a la persona frente suyo, no pudo observar bien sus facciones porque su rostro se encontraba manchado con sangre en todas partes, Johnny gimió por puro miedo, tembló cuando una mano ajena se acercó hasta levantar su rostro con brusquedad.

—Déjalo en paz, por favor, llévame a mí, él no hizo nada —chilló a Johnny temblando y tropezando con sus propias palabras.

—¿Exactamente a cuál? —él preguntó en respuesta.

Johnny lo miró confuso y mordió el interior de su mejilla. Él se puso de pie y lo obligó a rastras a seguirlo, al entrar a la cabaña Johnny observó el infierno que le esperaba dentro, trató de ignorar todo lo que acababa de ver y se dedicó a observar el cuerpo mutilado en la mesa del centro, era Taeyong, era difícil ignorar el gran tatuaje en su brazo aunque este no estuviera completo. Lloró en silencio por el destino de su amigo y también por el mismo que él tendría. Y algo más llamó su atención. Había un cuerpo aparte del anterior en una silla, la cabeza gacha y una gran cortadura en la cabeza, pudo ver la sangre brotar de la herida y sintió náuseas, se percató de la ropa que traía y era la misma que traía Doyoung hace unas cuantas horas, su enojo creció y se puso de pie como pudo para encarar al causante de todo aquello. Al dar un paso su cuerpo chocó con otro mucho más robusto, tembló de nuevo y tragó saliva.

—¿Porqué? —preguntó Johnny.

No obtuvo respuesta alguna. Sintió luego una mano presionar su cuello con fuerza y cerró los ojos con fuerza dejando caer algunas lágrimas acumuladas.

Ten, debo volver por él.

Sintió el aire abandonar sus pulmones cada que los minutos pasaban, sus manos de dirigieron al agarre que le ejercía el extraño y trató de quitarlas en vano, su rostro comenzaba a perder color, su cabeza le dolía y no sentía su cuerpo, estaba desvaneciéndose poco a poco.

—El más fuerte sobrevive.

Las palabras hicieron eco en su cabeza, sus ojos se mantuvieron abiertos todo el tiempo pero no vio nada y luego, cayó al suelo.