Las gotas comenzaron a caer con calma al húmedo suelo, creando una melodía que me sumerge a un mar de recuerdos que son dolorosos y tristes de mi existencia, llegando al momento exacto que me incita a la reflexión.
Mi vida es miserable y horrible, tanto... que ni sé lo que significa amor y cariño de familia, solo sé lo que es dolor en golpes y otras cosas peores que desearía olvidar, sin embargo no puedo hacer nada para olvidarlo, ya que mi vida siempre es así.
Y aunque sepa de dolor, también hay solo una mínima cosa que me salva de la realidad: el anime y el director. Son aquellos que me refugian y me traen felicidad y lo único con los que puedo ser yo misma.
Hacía bastante frío y cada rato me daban escalofríos en todo mi cuerpo, mi piel se achinaba. Me abrigué más en mi sudadera negra y froté mis piernas; tenia puesto mis medias oscuras pero el frío las traspasaba fácilmente. Recargué mi cabeza en la fría pared y suelto el vaporcito de mi boca.
Mis párpados me pesaban y solo los cerré por unos segundos, hasta que los abrí de nuevo, viendo hacía el techo que me protege de la lluvia; las gotas que se deslizaban por el borde del techo terminaban cayendo de varios ríos y creaban un solo charco hasta hacerse más grande.
Tuve la necesidad de saltar en ellas.
En ese momento, recordé cuando saltaba en los charcos riendo contenta y sola en un pequeño parque, con un traje puesto que me protegía de no enfermarme.
No había nadie sino solo yo y mi amiga la lluvia.
Desde muy pequeña he amado a la lluvia y sigo haciéndolo; cada vez que llovía era el momento donde el cielo se veía más de cerca y casi sentía que podía tocarla con mis manos.
Desde el techo del colegio, donde nadie viene y deleito nuevamente lo que hay frente a mis ojos. Mantenía mi celular encendido en la mano, con la lectura de un manga que había sido pausado por unos minutos. Lo apagué y lo metí dentro de una bolsita pequeña transparente de plástico y le hice un amarre para después guardarlo en mi bolsillo.
Caminé hacia las barandillas, mostrándome al enorme cielo grisoso que tenía a mi alrededor, dedicándome a mirar maravillada pero escucho un trueno tan repentino que provoco un sobresalto a la vez, que hizo sonar por toda la escuela.
No pude evitar soltar una risilla.Coloque mis manos en las barandillas para después recargarme en ellas.
–!Hey! -
Escuché una voz masculina y desconocida que estaba alejada de mi y giré mi mirada al costado de mi hombro para ver al dueño de dicha voz, se trataba de un chico parado en la entrada al techo.
– No te quedes ahí, estás mojándote! -exclamó haciendo señas con las manos de que me acercara
Coloqué mi mano en la cadera y lo miro con desdén.
– ¿Qué quieres?- Lo observo esperando una respuesta rápida pero noté que se puso nervioso y llevó una mano a su nuca.
– Ah, esto....te llama el director - Respondió nervioso el chico.
_¿Ahora?_ -
Sin responder, comencé a caminar hacía la puerta y mientras me acercaba a dicha puerta podía notar que una gota de sudor resbalaba de su mejilla..
Lo pasé de largo para así, bajar las escaleras y unos segundos después siento que va detrás mío por que el sonido de sus zapatos comienzan a resonar. En realidad solo el sonido de nuestras pisadas se oían y lo demás era silencio.
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Soy su reencarnación....yo soy Sakura Haruno [En curso]
Fanfiction"-El mundo puede ser tan...miserable-" Los personajes de Naruto no me pertenecen, solo a Masashi Kishimoto, exceptuando a mis personajes. Por favor evitar hacer copias. No insultarse. Si a partir de como vaya yendo la historia no te está gustando, a...