Algo nuevo [Deavy]

IV.

IV. Placer

—Bien.

Dee se sorprendió al escuchar la respuesta del contrario, claro que había otras formas de limpiar eso, Heavy pudo haberlo dejado así.
El pecoso no se iba a quejar de todas formas, lo tenía justo dónde lo quería.

El menor se inclinó hacía el torso del rubio con una pequeña mueca de disgusto y comenzó a lamer los rastros del líquido espeso que él mismo había dejado ahí.
Dee tomó el cabello rojizo de su hermano con la mano y lo sostuvo con fuerza, ante esto Heavy volteó su mirada hacía arriba para verlo.
¿Parecía que lo estaba disfrutando?
Ojos entrecerrados, respiración pesada, el maquillaje de sus ojos ligeramente corrido por el sudor... sexy.
Heavy se dió cuenta de lo que estaba pasando, la cosa no había acabado aún.
Este se tomó un segundo y acto seguido remplazó sus acciones anteriores con besos en el pecho pecoso del otro. Heavy pasó la lengua por sus pezones, Dee se estremeció ante esto, al mismo tiempo el pelirrojo recorría sus dedos por las costillas sobresalientes del rubio, jugueteando, volteando a ver a Dee de vez en cuando para ver cómo reaccionaba.

— C-Carajo. Me vas a matar Hev.

El mencionado continuó con su trabajo bajando hasta llegar al borde del pantalón del otro, estando lo suficientemente cerca lo notó. El bulto.
El mismo que había estado ahí desde ya hace un rato y que era un puto infierno para Dee.
El pelirrojo volteó nuevamente a su hermano mayor con sorpresa. Se encontró directamente con la mirada de Dee. Sus mejillas pálidas ruborizadas, no necesitó usar palabras, con esos ojos azules lo decía todo.

Heavy no habló tampoco, sólo tragó saliva y apretó sus labios mirando de nuevo al pantalón de Dee.
Era su turno.

El menor desabotonó la prenda y bajó la cremallera tímidamente, después sujetó el borde del pantalón y lo jalo ligeramente hacía abajo, abriéndose paso a la ropa interior del rubio, quien apretó un poco mas el cabello contrario al sentir una cálida respiración sobre su erección.

El pelirrojo se inclinó y dió un suave beso sobre la tela. Heavy sintió como aquel bulto se movió ligeramente ante el tacto.
Dee estaba perdiendo los estribos. Gruñó.

—Mmf, no me tortures así maldito enano...

Heavy sonrió un poco divertido, sus labios aún tocaban al otro por sobre la delicada prenda, le gustó molestar al mayor, la forma en la que su voz flaqueó por un momento.
Alejó su rostro y comenzó a masajear el pene de su hermano con su mano, haciendo que este soltara uno que otro jadeo, ante esto Heavy decidió finalmente bajar aquella prenda que era lo único que evitaba un contacto directo.

Se mordió el labio.

El miembro de Dee era... diferente al suyo. No sólo en tamaño y no de una manera negativa, el rubio simplemente estaba más desarrollado que él y se notaba, cosa que le llamó mucho la atención.

Heavy no se demoró mucho y empezó a masturbarlo, mientras que Dee soltaba gemidos muy sutiles que el menor adoraba.
Parecía que todo en Dee era perfecto para él.

Al mismo tiempo el pelirrojo se restregaba suavemente en la pierna de su hermano, claro que esta situación también le afectaba a él.

—Mfh, Heavy...

—¿Mh?

—Usa tu lengua.

Heavy se detuvo un momento.
—¿Mi lengua? ¿Cómo? - el pelirrojo ladeó su cabeza confundido.

—Sólo- ugh. Lámelo, ya sabes, como una paleta.

Heavy miró lo que sostenía entre sus manos por unos segundos dudoso, pero realmente no se sentía en la posición de negarle esa petición a su hermano.
Este inclinó nuevamente su cabeza hacía el miembro del mayor.
Tomó un gran respiro y acto seguido hizo lo que le indicó Dee.
Pasó su lengua por el glande del otro, limpiando un poco de presemen en el proceso, logrando que este mismo soltara un largo y suave gemido, como si hubiera estado esperando ese momento desde hace un rato.

Heavy prosiguió a pasear su lengua por el tronco del pene, explorándolo, disfrutando de los dulces sonidos que el rubio producía.

"Tal vez... "

Como si de un instinto se tratara, Heavy tomó el miembro con una mano y comenzó a chuparlo, igual que una paleta (tomó el ejemplo muy literal).
No lo hizo por completo, al principio sólo fue la punta, algo así como un "intento de prueba", sólo para saber si era efectivo.
Al escuchar un "mierda" entrecortado de parte del contrario confirmó que lo era.

El pelirrojo continuó aún más, llegando por la mitad, sintiendo que hasta ahí era su límite.
Dee no pensaba así.
Este sostuvo la melena contraria con fuerza de nuevo.

— V-Vamos Hev, puedes hacerlo mejor que eso — soltó con voz ronca, mientras empujaba la cabeza de su hermano hacia abajo.

Heavy por su lado se quejaba, intentando separarse, pero la mano sobre su cabeza no lo dejaba.
Sus ojos comenzaban a lagrimear, debido a los roces en su garganta, sentía como si se estuviese ahogando.
Después de unas cuantas ligeras embestidas a la garganta del menor, Dee finalmente aflojó su mano, liberando al contrario del agarre, el cual se levantó lo más rápido que pudo, tosiendo.

— ¡Mierda! —tosió de nuevo— ¡¿Qué chingados Dee?! — Se quejó mientras se sobaba la quijada.

— Aún no termino.

— Sí, bueno, ya te tardaste. No quiero hacer eso de nuevo.

Dee gruñó, algo molesto ante el comentario, pero intento mantenerse calmado.

El mayor se inclinó hacía rostro del contrario, haciendo que este reaccionará casi de inmediato, nervioso.

—... ¿Dee?...