Y aquí estoy parado escuchando todo lo que dice el caballero de más o menos unos 56 o 58 años; habla, habla y habla a pesar de tener esa edad el caballero habla muy bien.
Lo bueno es que también está Alicia para que escuche todo lo que yo no he escuchado, ósea en resumen todo.
- Caballero - lo interrumpo levantando la mano
-Dígame - me sonríe
- Lo importante es que salga todo bien - abrazo a Alicia para acercarla hacia mi
- No se preocupe joven, todo saldrá perfecto - sonríe y asiente
- Gracias
Agarró a Alicia y la saco de ahí
- Pero ¿que te pasa Francisco?- para en seco quedando mas atrás - ¿acaso estás arrepentido de todo esto? - Grita agitando sus manos
- No - me giro - amor ¿como dices eso?
- Pues eso es lo que parece - tenía una cara de tristeza, sus ojos se les oscurecieron
¡No! Claro que no, yo no estoy arrepentido de todo esto.
- Sólo estoy cansado, ayer no dormí bien y ese tipo hablaba y hablaba
- Nos estaba explicando todo Francisco-
- Bueno, ¿lo has escuchado? - me acercó más - por que si es así, ¿de que te preocupas?
- ¿sabes que más? - Dice girandose - yo me voy, ve a casa y descansa yo veo lo que nos queda, por que es harto para estar descansando en estos momentos
- Mi amor, espera - dije acercandome para mirarla a los ojos - no te enojes ¿si?
- ¿Como quieres que no me enoje si andas con sueño todos los días, andas pensando en otras cosas y ni siquiera me has ayudado? - Dice observandome fijamente
- Lo siento, simplemente...
¿Realmente estaba preparado para hacer esto? Sólo tengo 20 años.
- Ah! Se me olvidaba - Dice con ironía - mi madre nos regalara la Luna de miel
¡Wow! La familia de Alicia tenía bastante dinero, sus padres son de una empresa muy conocida, pero nunca pensé que ella nos iba a regalar el viaje, esto es asombroso.
- ¿Enserio? - fue lo único que pude articular
- Si- se cruza de brazos
¡Grandioso! - pienso con ironía
Ahora la familia de ella me debe adorar, nunca le he caído muy bien a la Mamá, pero ahora realmente no se que ocurrió.
- ojitos, ya por favor, no quiero que estés enojado conmigo
- Bien - comienza a caminar hacia el auto y yo la seguí
Lo sabía, seguía enojada ya que no me dedicaba ni siquiera una mirada.
Decidimos ir al departamento en el cual vivíamos y así poder descansar y conversar un momento.
- ¿Estás bien? - Dije al entrar al departamento
- No se - Dice mirándome - no se que hacer Francisco
- ¡ey! ¿Como que no sabes que hacer? - Dije agarrándola de sus hombros - yo te quiero, tu me quieres
- Si, pero -
- ¿Estás dudando? - Dije mirándola a los ojos
- No, yo te amo y no te quiero perder - me abraza - sólo que estoy nerviosa, cada día falta menos
