Bnha X lectora

21.5 Mi don: Hero

Narra Kari

Tres días, donde estaba sometida a diferentes pruebas que me parecían más dolorosas pero eso era solamente el comienzo de lo que pasé, no eran resistencia y ya o algunos moretones, eran heridas profundas, operaciones abiertas que simplemente no eran tratadas como debían, nadie pedía mi opinión, nadie me avisaba, lo único oscuro era mi largo cabello, el resto del lugar e incluso mis ropas eran blancas.

Mi cuerpo eran más cicatrices, puntadas, cortes que cualquier cosa, la comida no existía para mí, únicamente recibía una pastilla cada período de tiempo y me la tragaba así. Las temperaturas eran lo peor, frías como los polos y luego cálidas como en el desierto, casi cada hora se cambiaban, me alteraba los nervios.

Aún así...No me importaba, esta pesadilla parecía ser real y quería sentir algo, incluso si era dolor quería sentirlo, algo, algo que me recuerde que sigo viva, que sirvo para algo, que tengo un objetivo.

El tercer día comenzaron a tomar mis medidas, mi cuerpo estaba cálido y me estaban tocando con reglas para medir cada extremidad de mi cuerpo.

-Sube a la balanza-dijo una mujer que no reconocía, hice caso con miedo-  35 kilogramos -dijo ella a lo que otro sujeto anotó- 

-Disminuyó 5 Kilos desde la última vez-dijo ella, tomé percepción de cuando había sido la última vez que me habían pesado y eso fue para el examen de las licencias-

Flash Back.

-Kari, es tu turno-dijo Momo con el tablero en mano-

-Bien-respondí y me subí-

-Oh vaya, pesas 45-dijo ella sonriendo- tu estatura es... Bien, estás en un buen peso, algo bajo pero está bien-dio una sonrisa-

Fin del Flash Back.

-Su estatura disminuyó un centímetro-dijo el que tenía el pisapapeles-

-Levanta los brazos-dijo la enfermera o doctora y pasó por mis manos la cinta para tomar mis medidas, ella las dictaba hasta llegar a mi cintura- Aumentó 5 centímetros 

-¿Cómo? ¿Otra vez?-preguntó-

-Sí...Ya no podrás comer y tendrás que ejercitarte de nuevo-dijo la que tomaba mis medidas- Anota entonces 55 centímetros de cintura-dijo él-

Ellos seguían revisando cada dato mío para que luego pudiera vestirme y continuar con lo que ellos me pidieran, otros dos días más en los que dejaron de darme pastillas.

-Tienes que seguir corriendo-decía uno de los doctores-

-Ya va a una velocidad elevada-dijo otro-

-Puede aumentar-mencionó otra, escuché el ruido de los botones y la máquina incrementó su velocidad a lo máximo, empecé a correr aún más y ya no podía, no sentía mis piernas, no había comido en días, di un brinco para ayudarme con mis manos y dejar a la sangre fluir.

Recibí una descarga nuevamente, ellos comenzaron a gritarme y yo apenas podía distinguir los gritos "Eres una inútil, una buena para nada, no sirves", poco a poco todo se fue poniendo oscuro.-

.....

-Tienes un lindo pelo...-mencionó una voz femenina, con mucha dificultad abrí los ojos-