Bnha X lectora

21.4 Realidad Deseada

Narra Kari.

Solamente podía ver oscuridad, a un lado y al otro, alrededor mío, todo lo que había no era más que oscuridad, la ausencia de luz.

¿Dónde estoy?

...

Escuché unos murmullos y de un momento a otro me vi en casa, mi casa. Las blancas paredes de mi habitación de estudio, mi cuaderno frente mío y yo sentada en el piso con las manos en el regazo.

-Kari!-escuché el grito de mi madre, miré de inmediato la ventana de donde venía su voz- ¿Te quedaste dormida otra vez?-preguntó ella, no podía verla pero por su tono sabía que más que una pregunta era una afirmación.

-Lo siento mucho, solamente me distraje por un segundo-respondí casi de inmediato-

-Sabes lo que sucede cuando te distraes, maldita estúpida!-sentí como una descarga venía a mi cuerpo.

Hasta ese momento no había sentido las conexiones que estaban a mi espalda, claro, tampoco recordaba que eso me daba ciertas descargas en zonas específicas. El dolor que sentí era tan real.

-Continua estudiando-dijo ella y cortó comunicación-

No entendía que había sucedido, yo recuerdo estar con Tamaki, después de un accidente y luego recuerdo cerrar los ojos, cuando ya todos los pasajeros habían sido evacuados. 

¿Esto es una sueño? Probablemente es un alucinación por la pérdida de sangre que estuve teniendo pero aún así esa descarga se sintió tan real.

Sentía el ambiente tan freso y seco de la habitación, todo se sentía tan real y vívido. Miré hacia mi ropa y mi blusa delgada de tiros y mis pantalones deportivos eran evidentemente mi ropa común antes de que ingresara a la UA, incluso en la UA yo usaba esta clase de conjuntos.

Revisé el libro que estaba leyendo, lo recuerdo bien, éste libro lo acabé el día antes de mi primer día en la UA. 

No sabía que hora era pero podía estimar que aproximadamente eran las 11 más o menos

"tendría que estar estudiando hasta mi hora de almuerzo si no recibía castigos, una descargar de intensidad 3 significaba que tendría que recibir dos castigos bajos, más o menos 45 minutos."

Mis pensamientos se iban organizando en mi cabeza, no quería reaccionar de alguna forma porque eso podría afectar a mi cuerpo físico y a los demás.

Escuché el zumbido delgado indicando el cambio de ambiente, cerré mi libro y me puse de pie para dirigirme a la entrada, de inmediato una descarga fue directo a mi. 

-Intensidad 4, conducta inadecuada-dijo mi madre-¿Tu piensas que comportándote de esa forma alguien va a querer estar contigo? ¡Eres una inútil y buena para nada!-

¿Qué hice mal? Me levanté como corresponde, me mantuve derecha y también me incliné, ¿Qué había hecho mal?

-Haces todo mal! Te lo hemos repetido miles de veces! Ya no eres una niña para no entender-ella seguía repitiendo-

-Lo siento mucho-me incliné hacia ella- 

-Eres una cínica!-exclamó ella- 

-Mamá lo siento mucho-respondí-

-¿Cómo te atreves a decirme así? ¿Vas a pedir disculpas? Tu comportamiento deja mucho que desear...-ella se calló por un momento a lo que yo simplemente bajé la cabeza- Veamos si con esto aprendes-un viento helado recorría por mi espalda, sentía como si mi sangre se fuera a congelar en menos de un instante.