𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫

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Wanda.

Sentí como los rayos de sol chocaban a mi cara, haciendo que abriera mis ojos y aún me dolía un poco la cabeza.

Fue en ese momento en que me di cuenta que no estaba en mi casa, está no era mi habitación. Estaba desnuda, me tape con la sábana y a mí lado estaba aquel chico de ayer.

¿Que me había pasado? ¿Acaso...? No puede ser posible, apenas lo conocí y ya tuvimos sexo. Trataba de recordar los sucesos de anoche pero me era imposible mi mente estaba en blanco.

Si mal no recuerdo, Steve y yo nos habíamos pasado de copas. Me estaba maldiciendo a mi misma.

Steve se removía a mi lado, despertó y ambos nos miramos confundidos.

- Wanda...no me digas que... - empezó a decir.

- Al parecer pasamos la noche juntos - susurré - C-creo que ya debo irme - me levanté de la cama y me cambié rápidamente.

Salí del departamento de Steve, al estar fuera agarre un taxi. Llegué a mi casa, revise mi celular y tenía muchas llamadas perdidas.

Mamá 10 llamadas perdidas

Matt 5 llamadas perdidas

Lía 8 llamadas perdidas

Nat 20 llamadas perdidas

Lancé mis tacones al aire y fui a mi habitación, me deje caer en la cama. Tratando de conciliar el sueño.

Steve.

Después de que Wanda se fuera, me cambié de ropa y salí para dar una vuelta.

Los recuerdos de anoche son muy borrosos, no recuerdo casi nada más que la lleve a mi departamento y después pasamos la noche.

Algo en mi interior insistía en ese pensamiento realmente estúpido. Me niego a aceptarlo.

No significa que sea malo sino que a mí parecer es imposible. Tan solo pensarlo me da un poco de miedo.

Veo mi reloj son casi las 2 de la tarde, oh por Dios, papá va a matarme había olvidado por completo el almuerzo con mis padres.

Corrí hacia mi departamento me cambié lo más rápido posible, de seguro Flash estaría decepcionado de mi velocidad.

Fui al estacionamiento y puse mi auto en marcha, al llegar mis padres me esperaban.

- Por fin apareciste - dijo mi papá y mi mamá me abrazó.

- Lo siento, anoche me quedé con unos amigos y no medi el tiempo - me senté al lado de mi padre y frente a mi madre.

- Lo importante es que estás aquí - dijo mi mamá y me dedico una sonrisa, desde que soy niño mi mamá siempre ha sido cariñosa conmigo.

- Hijo ayer te ví hablando con esa chica - me congelé ese instante.

- ¿De que chica hablas papá? - pregunté.

- Si Albert yo quiero saber - estaba nervioso con solo recordarla.

- Wanda Maximoff, es una hermosa jovencita y además hermana de Matthew Maximoff ¿Lo recuerdas querida?

- Claro que sí, ese muchacho es una buena persona ¿Acaso la chica que vimos la anterior es su hermana? - mi papá negó con la cabeza.

- No querida, esa otra chica es su prometida, su hermana es modelo y ayer ví que Steve y ella conversaban animadamente - ambos dirigieron su vista hacia mi y me rei bajo.

- Papá solo hablamos, es una chica linda y también amable - no la conocía a fondo pero por lo poco opino que debe ser así.

- Me gustaría que me la presentarán - el resto del almuerzo paso tranquilo, pero no dejaba de pensar en ella.

Wanda.

El sonido de mi celular hizo que despertara, en la pantalla apareció el nombre de Lía, conteste para poder hablar con ella.

- Hola Lía - dije y soltó un suspiro.

- Por Dios Wanda, te estuve marcando toda la mañana, no me contestaste ¿Todo está bien? - iba a contestar pero un dolor me vino a la cabeza.

- Si Lía todo bien, solo estoy un poco agotada.

- Matt estaba por ir a buscarte, estábamos preocupados por ti. Nat dijo que no te vio en toda la noche - lo había olvidado debía irme con Nat.

- Dile a mi mamá y a mí hermano que estoy bien, no sé preocupen solo estaba durmiendo - la tranquilice un poco.

- Bueno, llámame si necesitas algo - me despedí de Lía y me acosté nuevamente en mi cama.


























































Es posible que venga una sorpresa en la historia, no diré más que eso 😆

𝐔𝐧𝐚 𝐢𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚 - 𝐒𝐭𝐚𝐧𝐝𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora