¿Quién es el asesino? ¡El enigmático caso de los Chaotix!

Agencia de los Detectives Chaotix

Era una noche tranquila, como cualquier otra. El cielo estaba despejado, dejando ver un espacio azul oscuro con un espectáculo de magia y brillo que transmitían cada una de las estrellas titilantes; Mobians hacían su rutina de vida, algunos comiendo, otros cansados de una larga jornada de trabajo, ignorando todos lo que el espectacular paisaje celestial les ofrecía, excepto yo.

Vector me llaman, y mi nombre es. Me encontraba recostado en mi escritorio, esperando alguna misión, mínimo una sencilla luego de días sin comer (no literalmente). Escuchaba música mientras contemplaba el cielo que se notaba desde una ventana, esperando lo antes dicho. Mientras tanto, mis amigos Espio y Charmy, se relajaban en un rincón haciendo cada uno quién sabe qué. Hasta que de pronto...

*¡Ring, ring! ¡Ring, ring!*

Finalmente, luego de mucho tiempo de espera: el sonido tan escandaloso del teléfono. Mis compañeros llamaron mi atención, pues la música tan alta que se reproducía en mis audífonos me impedía escuchar el llamado de un cliente en apuros. Ya atento de lo que ocurría y emocionado, me quité los audífonos y tomé con tanta rápidez el teléfono que casi se me resbala del escritorio. El camaleón morado y la pequeña abeja se acercaron velozmente a atender la llamada junto a mi. Luego de decir nuestro slogan, una voz familiar sonó en el teléfono y yo solo pude pensar:

Sonic, ¿Sucedió algo? ¿Por qué la angustia? Algo no anda bien.

En lo que intenté calmar al erizo, unas palabras escalofriantes salieron de su boca. Ni yo ni nadie lo podía creer. Tails había...

MUERTO

Rayos y centellas aparecieron repentinamente en el cielo y nubes grandes cubrieron el hermoso acto de las estrellas, dejando múltiples gotas de agua fría caer; es como si el mundo estuviese llorando por lo ocurrido.

Quedamos en shock, no lo podíamos creer. Tails muerto... Simplemente algo imposible para nosotros. Estuve boquiabierto por unos segundos, Espio petrificado y el pobre Charmy estaba que se desmayaba. En seguida, recuperé la razón.

Continuó hablando el erizo, este expresando con todo el dolor de su alma lo triste que se siente tras la partida de su mejor amigo. Y lo entiendo, debe ser muy fuerte que tú mejor amigo se vaya muy de prisa, sin compartir todo el tiempo que pudo haber durado hasta la muerte natural; espero por Dios que nunca pase a mis amigos o a mi para no sufrir ni que sufran ellos. ¿Quién? ¿Quién de alma tan impura habría hecho ésto? ¿Qué motivos tuvo de arrebatarle la vida a un niño inocente?

Afirma Sonic que el lugar de los hechos es en el pequeño taller de Tails, en dónde múltiples inventos útiles y otros no tanto, eran creados por la mente brillante del jóven zorro amarillo. No nos dió más datos, pues era mejor que nosotros inspeccionaramos la escena del crimen. Con una despedida llena de tristeza, Sonic colgó.

*Click*

Esta no era la misión que tenía en mente. Deseaba haberme conformado con lo que tenía en vez de estar pidiendo que algo malo le pase a alguien para que pueda comer. 

Sin sombrillas ni chaquetas, bajo la tremenda tormenta empezamos a correr lo más rápido posible hasta la casa del zorro de dos colas. El suelo estaba resbaloso y el diluvio impedía que Charmy pudiese volar libremente, así que tuvo que seguirnos a pata. Tal vez exagere, pero creo que casi morimos de hipotermia, pues esas gotas estabas realmente heladas.