Quartet at the ballet

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La relación entre Amy y Luz, no habia cambiado nada desde ese día, ellas seguían siendo amigas, sin embargo era muy obvio que los coqueteos entre ellas incrementaban cuando ambas estaban completamente solas, lo cual se estaba volviendo cada día más cotidiano, pues Eda seguía con la idea de que Luz fuese la dama de compañía de Amy, por lo que, ignorando el daño que le hacia a las chicas, buscaba que ellas la mayor parte del tiempo juntas, mientras ella arreglaba con Lilith el momento en que se encontrarían con la emperatriz.

Los días pasaron y finalmente después de muchas adversidades, una oportunidad se presentó.

- El fin de semana – Comenzó la pelinegra – La reina asistirá al ballet, es la oportunidad perfecta para que Amity la vea

- Amy- Susurró Luz cuidando que nadie notara la molestia en su voz, por desgracia Lilith tenía una audición muy fina

- No cabe duda que es la princesa – Advirtió – Debe acostumbrarse a ser llamada de esa manera o la reina va a pensar que es otra impostora, además – Añadió dirigiéndose a Luz – Tu ni siquiera deberías de hablarle con tanta confianza, a partir de ahora serás su dama de compañía, deberías dirigirte a ella como ''princesa'' o ''su alteza'', no por su nombre

- Lilith – Llamó Eda notando la incomodad de ambas chicas – Podríamos hablar un momento en privado

- Bien, Princesa, Luz, regresamos en unos minutos

Las hermanas Clawthorne salieron de la habitación dejando a ambas chicas solas

- Entonces – Comenzó Luz intentando aligerar el ambiente– Quieres que te diga princesa

- Callate... Sabes nunca pensé que esto sería tan complicado

- Pero es por tu bien, Amy, perdón Amity

- No me digas así

- Pero ese es tu nombre, aunque a ninguna nos guste, Lilith tiene razón

- Solo dime Amity cuando ella este – Susurró – Sera nuestro secreto

- Como ordene... Su alteza

- ¡LUZ!

- No dijiste nada de eso

- Eres una idiota – Exclamó mientras la abrazaba

- Pero aún así me adoras – Se burló mientras la abrazaba con más fuerza

Fuera de la habitación ambas hermanas observaban la escena

- ¿Cómo permitiste que esto pasara? Edalyn

- ¿A qué te refieres?

- No me mientas, te conozco y se cuándo lo haces, además ambas son demasiado obvias

- Intenté evitarlo, pero fue imposible... Simplemente se enamoraron

- Sabes que no podrán estar juntas

- Ambas conocimos a la emperatriz, sabemos que lo aceptara al final

- Son de mundos muy diferentes Edalyn, ambas somos la prueba de que su relación va a ser imposible.

- Solo déjalas disfrutar el momento, ok

- Te detesto...

El fin de semana finalmente llego, por insistencia de Lilith y Eda, Luz y Amy debieron utilizar los vestidos de noche que habían comprado en su primer día en Paris.

- Princesa – Habló Luz, ofreciéndole el brazo a la chica para dirigirse al ballet

- Vas a estar con eso todo el día ¿Verdad? – Pregunto mientras entrelazaba ambos brazos

- Por supuesto

- No me sorprende

- Ejem – Llamó Lilith – La dama de compañía debe ir unos pasos atrás

- Lilith – Regaño Eda

- Tienen que acostumbrase – Respondió – Como sea, necesito ir con la emperatriz, para que la veas – Posterior a esto la mujer se retiró del lugar

- Luz – Llamó Eda – Debo ir a.... antes al salón donde va a ser la presentación, sabes donde es – Luz asintió – Vayan con calma, las veo más tarde

Luz sonrió al ver a la otra mujer dejarlas solas

- ¿Nerviosa?

- Un poco, hoy voy a volver a verla y realmente apenas y recuerdo la última vez que la vi

- Ella va a adorarte, tranquila

- ¿Cómo estas tan segura?

- Porque yo lo hago – Respondió – Hay que ir rápido, no debemos hacer esperar a Eda

- ¿No deberías ir detrás mío? – Preguntó señalando sus brazos aún entrelazados

- Cuando veamos a Lilith, prometo alejarme

- Odiaría que lo hicieras

- Pero prefieres eso a tener que escucharla quejarse

- Honestamente... Si

Ambas se dirigieron entre bromas al ballet, ese día sus vidas cambiarían para siempre, pero no eran las únicas. En el ballet, una joven pelirosa se encontraba esperando a que estas chicas llegaran al lugar, mientras pensaba en lo que debía hacer.

Pues a pesar de lo que poco que habían hablado, Amy le parecía una chica realmente interesante, genuinamente estaba interesada en ella, por lo que no sabía qué hacer, por un lado, ella conocía las consecuencias que se avecinaban si ella realmente fuese la princesa Amity, los problemas que se originarían en Boiling Isles si es que uno de los miembros de la familia imperial siguiese con vida, pero su parte heroica, como ella le llamaba, pensaba que podía salvar a Amy, que podría alejarla de aquellas que la hicieron involucrarse en un problema de ese escala, hacerse amigas y tal vez en un futuro ser algo más, pero no podía hacerlo si ella seguía con la estúpida idea de ser Amity, al final será cuestión de tiempo para saber cómo terminarían las cosas.

En el ballet, todo siguió su cuso connormalidad, las tres chicas seguían pensando en lo que sucedería después de queSerenity y Amy se volviesen a ver, pero no eran las únicas que se encontrabanen esa situación, Serenity había logrado ver a Amy, desde el palco en el que seencontraba entre esa multitud de miles, y se había dado cuenta del parecido queexistía entre esa joven y su adorada nieta, pero ya era demasiado tarde, estabaharta de tener esperanzas y siempre decepcionarse, estaba demasiado cansadapara seguir lastimándose de esa manera, ya era muy tarde para seguiresperándola

The lost princess: Amity BlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora