Cosas Del Destino #2 | Joel De León | Terminada

Capítulo 22

Narra Joel

-¿Porqué me torturas así? ―Dije haciendo un leve puchero― Eres mala.

-Nadie te manda a estar tan juntito con ella.

-¿Entonces no me vas a besar? ―La reté esperando su respuesta―

-No...

-¿Ah no?.

Ya no quería seguir escuchándola, si no probaba esos labios color carmesí que llevaba meses sin probar, perdería el juicio. Coloqué una mano en su nuca atrayéndola con cuidado. El beso comenzó siendo inocente, en sincronización empezamos a mover nuestros labios, volviéndolo apasionado

Maldije por la falta de aire antes de separarnos

-Ese si es un beso ―Hablé intentando calmar mi respiración―

-Idiota ―Dijo de igual manera―

-Tu idiota.

Rodó los ojos con una sonrisa

-¿Puedo preguntarte algo?.

-Claro...

-¿Porqué no me llamaste o por lo menos me escribiste el veintiocho?.

-¿What? ―La miré con una cara de confusión― Si lo hice.

-¿Ah sí? ―Ahora la confundida era ella―

-Yes, en la noche, en el día no pude, estaba ocupado, y ayer también ―Expliqué― ¿Desde cuándo no revisas tu celular? Por qué te dejé como cuarenta mensajes y veinte llamadas, pensé que te había pasado algo, me calmé porqué Zabdiel me dijo que sólo estabas ocupada.

-Awww, tan lindo ―Besó rápidamente mi nariz― Es que en la noche apagué el cel porqué estaba haciendo tarea, al día siguiente salí a terminar de preparar mi llegada sorpresa, mala mía, rey.

-¿Ves?, ¿Cómo crees que no te escribiría en nuestra fecha? ―Dije colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja―

-Ahora que lo pienso, mi celular debe estar full de mensajes y llamadas...

-TN.

-¿Qué pasa?.

-No sé si lo notaste pero...

Me aparté un poco de ella bajando mi mirada observando el problema que tenía en mi entre pierna. Ella al verlo tan solo se rió, no pude evitar tener un leve sonrojo en mis mejillas

-Uy, lo siento nene, pero no puedo ayudarte con eso.

-¿Why? ―Ladeé mi cabeza con una ceja alzada, esperando una explicación―

-Estoy en mis días.

-¿Es un chiste? ―Pregunté deseando que fuera una broma―

-Ya quisiera que así fuera, pero no.

-¿Entonces me voy con Samantha? ―Bromeé esperando mi golpe seguro, y lo obtuve, seguido de un reproche―

-¡Te pasaste con eso!.

-Ya, sabes que es broma. ¿Te he dicho que amo verte celosa?.

-¿Con qué te gusta verme celosa? ―Alzó sus dos cejas― Muy mal, Joelin, muy mal.

-¿Cuántos días llevas?.

-Dos apenas ―El mundo está en mi contra ésta noche― Así que sí quieres, te puedes ir con tu amiga.

-No te puedes quejar, dijiste que ibas a buscar otro lobo para que te coma ―Fingí enojo―

-Sabes que es broma ―Dice como niña pequeña― El único lobo que quisiera que me coma eres tú.