Cinco cosas que exitan a Steve Rogers.

2. Nombre.

#Stony #SteveTop #YoungTony

2. Nombre.

Hacía ya un par de días que Steve lo había hecho con Tony. Lo castigo siendo salvaje en las embestidas, todo porque su adorado castaño no decía su nombre, pero solo gemia, gritaba, jadeaba su apellido o solo balbuceaba.

Se sentía frustrado porque no logró hacer que dijera su nombre. Así que después de esa vez, lo dejo adolorido y prefirió consentirlo.

Cuándo Tony se había metido a bañar, reviso la lista que ya llevaba un punto hecho. Sonrió. En el siguiente paso, haría gritar a Tony su nombre.

-Steve -llamo su pareja.

-¿Necesitas algo? -cuestiono viendo a Tony desnudo frente a él, buscando en el armario ropa.

Trago con dificultad. Si su castaño lo seguía tentando de esa forma, no podría controlarse como la última vez.

-Si, te estaba diciendo que vallas por favor a la cocina y me traigas una taza de café -pidio amablemente.

Steve asintió saliendo rápido de la habitación. Mientras dejaba a Tony cambiarse.

Trato de relajarse al llegar a la cocina pero la imagen de un Tony desnudo gimiendo su nombre, le nubla el juicio.

Sirvió café en la tasa preferida de su pareja. Dió un último respiro para ir nuevamente a la habitación.

Cuando abrió la puerta, casi deja caer la tasa al ver a Tony, recostado en la cama, usando la ropa ajustada y cómoda que siempre utiliza al estar en el taller.

Se aferró a la tasa como si fuera un salvavidas y decidido, entro.

-Tony, aquí está tu café -hablo teniendo la mirada en el suelo.

Se acercó para darle la tasa en sus manos.

-Gracias Steve -contesto el castaño resubiendo la tasa.

Se sentó al borde de la cama mientras Tony se bebía el café.

Steve solo se quedó esperando y pensando que haría su castaño ahora con la poca cordura que aún le quedaba. Cuando terminó, dejo la tasa en la mesita de noche.

Trago duro al sentir a Tony abrazarlo por la espalda, dejando besos en su cuello. Se resistía a caer en su juego. Pero le era inevitable no hacerlo porque el castaño sabía bien dónde tocarlo para hacerlo perder la poca cordura que aún conservaba.

-Tony -le llamo tomando las manos del mencionado.

-Vamos Steve, solo quiero que te dejes consentir -hablo el castaño.

El Capitán suspiro derrotado. Se levantó de la cama para subirse a ella, sentándose en medio abriendo sus brazos para que Tony se acomode con él.

El genio se sentó entre sus piernas dándole la espalda. Stark esperaba el momento adecuado para que Steve lo tomará. Lo torturó al no decir su nombre el otro día cuando lo hicieron, así que esperaba y el rubio no lo hiciera esperar más tiempo.

-Te amo Tony -le dijo al oído. Recargando su barbilla en el hombro derecho de su cónyuge.

Lo sintió estremecerse, para después entrelazar su mano izquierda con la propia.

-Yo también me amo. -contesto divertido- además es imposible que no lo hagas. Soy un genio, millonario y sexy empresario -enumero.

-Y mi esposo -recordo el soldado.

-Si bueno soy un estuche de monerías -dijo comenzando un pequeño rose con su tracero y la entrepierna de su pareja.

-Tony no -dijo colocando su mano derecha en el abdomen del genio.

El castaño no respondió, solo siguió su movimiento. Se encanta hacer delirar a su pareja, jugar con su cordura.

-ah Steve -gimio al sentir la mano de su esposo subir a su pezón derecho, así como las lamidas y mordidas en su cuello.

Esa estimulación estaba haciendo que se excitará más. Comenzó a mover más la cadera en círculos, sintiendo la dureza de Steve.

Escucho un resoplido por parte de su pareja al frotarse más contra el. Apensar de haber comenzado con una atmósfera romántica, esta se estaba volviendo en una llena de desbordante placer y deseo.

-¡Steve! -grito al sentir la mano de este en su pene.

No sabía cómo había llegado ahí, pero agradecía que lo hiciera, su falo necesitado de atención, expulsó pre-semen.

Jadeo fuerte al sentir mordidas en su hombro izquierdo.

Quería terminar, pero el dejo pulgar de Steve se lo impedía.

-No lo harás -respondio al movimiento desesperado del genio.

-¡Steve! -gimio fuerte al sentirlo entrar de una sola, lo hizo sentarse sobre el pene del rubio.

Se vino al momento en que su esposo dejo su falo.

-Te haré gritar mi nombre -sentencio.

Tony sabía que eso era una venganza por la última vez que lo hicieron. Y también por provocarlo.

-Jodeme -pidio después de recuperarse el primer orgasmo del día.

-Haré que te olvides de tu propio nombre -dijo el rubio.

Coloco ambas manos en la cadera de Tony, comenzando a moverlo.

-Ah Steve -jadeo colocando sus manos sobre las del nombrado.

Ayudándole a moverse, dando pequeños saltos sobre ese falo duro y mojado que lo está haciendo digas por más.

-Di mi nombre -susurro al oído del castaño.

Dejando mordidas en sus orejas, hombros y cuello.

Este día sería muy largo. Después de esto debían tomar una ducha y comer algo, porque siempre terminan con hambre. Pronto seguiría con la lista de cosas que quiere hacer con Tony. Ya van dos puntos de esa lista hechos, faltan tres más.

Debía ser pasiente para eso. Por el momento se encargaría de joder a Tony hasta que lo único que quede en su mente sea el nombre de su marido.

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¡Hola! Bueno vendo a hacer está actualización de esta historia que cada vez se pone más buena.

Jimmy 🦄