— Lamento lo de Irene, hasta luego — la chica sostenía a su ebria amiga saliendo del departamento — Nos vemos algún día.
— Enserio no necesitas que te acompañe?
La chica miró a Hoseok perdido en aquella silla mirando a la nada, sabía que algo así pasaría pero les siguió la corriente — Cuida de Hoseok, adiós YoonGi — la chica comenzó a caminar y el cerro la puerta para ir con Hosek.
— Le gustaba...
— ¿ Que?
El chico formó una sonrisa después de estar mirando con seriedad a la nada — Le gustaba en nuestros tiempos de secundaria a Wen...
— Levántate de ahí, caminemos un rato te darás una ducha y dormirás, mañana tendrás una cruda...
— No bebí, Wendy cambio mis vasos por agua — sonrió llendo a recoger la bolsa que compro antes — Ramion y cerveza?
Está bien después de media hora ambos estaban en el balcón mirando el anochecer mientras comían y bebían.
— Tu nombre es YoonGi eh?
— Que esperabas que le dijera mi nombre a un chico extraño que miraba todos los días— se defendió el alcohol en su cuerpo lo hacía sentir más alegre y abierto — Solecito.
— Al menos yo si he dado mi primer beso — se defendió e infantilmente mostró la lengua.
— Si si, como digas — mostró su sonrisa triunfante — Pero el beso en el kinder cualquiera lo a dado.
— Tu no — se carcajeo tomando la lata de cerveza — Suga, cuando la semana termine a dónde quieres ir?
— Emm, no lo sé es tu decisión.
— Mi padre considera que deberíamos ir a Tokio, lo escogí al último pero tal vez quieras...
— Sigamos tus planes si tenemos tiempo iremos a Tokio, está bien?
— Si — contestó levantándose para ir a la baranda del balcón — Esto es como el Titanic, pero en las alturas...
— Tranquila Rose y regresa de este lado te caerás.
Hoseok sentía la brisa en su rostro por un momento dejo de escuchar todo el bullicio de la ciudad para concentrarse en el sonido del mar y la voz del pálido tararear sintiéndose relajado.
— Hablame de ti — YoonGi arqueo su ceja y negó con la cabeza— Por que? Conoces de mi quiero conocer de ti...
— Sabes lo suficiente, mi nombre es YoonGi.
— Lo se pero tú conoces a mis padres, mi nombre edad gustos, facetas y se que aunque fingas no hacerlo me prestas atención— El chico dió un sorbo a su cerveza ignorandolo — Hablame de ti, por favor— el piel de Nivea camino adentro sin tomarle importancia — De todas formas no quería saberlo.
— Todo lo que necesitas saber está aquí, — dejo un libro en la mesa — Hasta mañana.
Con ironía levantó el libro creyendo que se trataba de una broma, el libro tenía una cubierta de piel negra que había visto en las manos del pálido más de una vez, con una sonrisa comenzó a leerlo incluso miraba los dibujos que le acompañaban y contorneaba con sus dedos los trazos de tinta, cuando llegó a la página que decía detente con una nota roja devolvió el libro a la mesa, no era un gran descubrimiento a los ojos de otras personas pero para Hoseok era de lo más interesante.
— Le gusta agarrar manos — miró sus manos con diversión — Apuesto que las mías son más grandes — Fue a la habitación después de tomar su medicación esperando no tener una reacción indeseada.
Se recostó a un lado tomo su cuaderno rojo decorado por el mismo y comenzó a escribir como fue su día, escribiría allí hasta que sus días se terminarán lo dejaría a sus padres para que ellos estuvieran al tanto de que fue feliz, cuando por el sueño lo consumía guardado el libro dentro de su bolso y recostó apagando la linterna de a lado quedando en penumbras abrazo su almohadón y quedó profundamente dormido.
Era de madrugada, después de cubrir el cuerpo del moreno salió al balcón a fumarse un cigarrillo la melancolía llegaba a esas horas como una dura bofetada se preguntaba que era lo que quería, cuales eran sus sueños y por que no recordaba momentos felices, se encargó de madurar para cuidar de su hermano que olvidó lo que realmente soñaba, creció sin darse cuenta.
— Mierda.
— Por que eres tan serio.? — cuestionaron a sus espaldas dió la vuelta encontrándose con el moreno arrastrando la manta para cubrirse de frío.
— No soy serio,
La luz de la mañana los despertó a ambos con somnolencia se estiraron, ambos se miraron por unos segundo para después caminar al sanitario.
— Ayer tome un poco de tu enjuague — confesó colocando la pasta dental a su cepillo — No quise despertarte.
— No importa, me llego el olor a mi...— bromeó cepillando sus dientes, Hoseok comenzó segundos después para cuando terminaron el desayuno estaba en su comedor — Mis estómago pide comida a gritos — YoonGi se acomodó con una sonrisa— ¿ Que piensas hacer hoy?
— Dar una vuelta por el centro de la ciudad comiendo un helado, comprar algunos recuerdos para mis padres y ropa... Pasear por la arena..
— Está bien llámame si necesitas algo.
Alzó la mirada encontrándose con el chico serio de siempre con un libro en manos, recordó lo de ayer leyó todos sus gustos tal vez el estaba tan ebrio que había olvidado que le dió su cuaderno pero no tan inconsciente como para dejarlo leer todo.
— Bebamos un café americano después por unas hamburguesas caminamos a la parte más alejada de la costa y ... Ya veremos qué más.
YoonGi sonrió con tranquilidad, el vivir todos el tiempo con personas que se alejaban sin antes conocerlo mejor lo hacía sentir especial ahora aunque no lo demostraría.
— Leíste el libro entonces.
— Eres interesante y aunque ese libro tenga información sobre ti siento que hay mucho más detrás — Yoongi cierra su mochila ignorando como era costumbre, no le gusta hablar de el, cada vez que lo hace le es inevitable llorar llorar te hace ver frágil y el no quiere verse débil.
Comenzaron a caminar, el simple hecho de hacerlo emocionaba a Hoseok matando así su tristeza al saber que su final se acerca.
— Deberíamos
