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Odiaba la lluvia, la odiaba por qué de esta manera ver al chico del puente se le hacía imposible, este chico se le hacía misterioso y poco amigable pero a la vez tierno.

— Hoseoki — le llamo su madre, camino a paso rápido hasta llegar a la entrada do de sus padres estaban con maletas — Te extrañamos — ambos padres abrazaron a su hijo con amor besando su frente — ¿ Y Hyejin?

— Está preparando la cena— contestó separándose un poco— Puedo salir?

Sus padres sonrieron diciendo que si — Cubrete bien y no vuelvas tarde, si algo sucede oprime el botón del radio...

— Si padres.

El chiquillo subió de inmediato, sus padres quedaron abajo con un dolor imposible de explicar, vivían con la idea de que en cualquier momento ese botón sería presionado una vez más y tal vez en una de ellas la vida de su hijo terminaría.

— No quiero que suceda Kai— la mujer abrazo a su marido llorando.

— Debemos ser fuertes mujer.

° ° °

Las tardes lluviosas son sus favoritas, leer un libro mientras bebe de un café americano en su cafetería favorita, podía mirar el humo de su bebida y las gotas caer del techo, las campanas sonaron avisando que un nuevo cliente entró al establecimiento.

— Lo de siempre Hobi?

— Si, gracias.

Miró hacia atrás encontrándose con el chico, solo volvió a su libro bebiendo de vez en cuando su café, Hoseok hablaba animadamente con el gerente y bromeaba con algunos empleados.

— Tengo Brownies Suga.

— No me gustan— contestó de inmediato — gracias.

— Lo se, así que te traje una rebanada de Shescake, ¿ Vienes seguido?

Levantó su vista aceptando el postre, asintio con la cabeza. Aveces le parecía abrumador que el chico se apareciera por  ahí todo el tiempo cuando lo único que quería era estar solo.

— Yo igual, me gusta la tarta de limón y fresa...

— Es ácido y dulce? Es posible...

—Bueno no lo era hasta que llegue yo, me gusta su combinación— habló dándole un mordía o al brownie — Quieres salir?

—No.

— Anda, salgamos conozco un buen Karaoke o ir al cine.

El pálido negó con la cabeza levantándose de ahí con el chico detrás suyo— Anda, no tengo a nadie más para ir.

— Ve solo.

—Quiero ir contigo, tengo una lista de cosas que quiero hacer en compañía

El chico miró la hoja enlistada y decorada por el mismo que hizo con ayuda de Hwasa la semana pasada, el pálido  continuó con su camino.

— Entonces te seguiré, a dónde vamos?

El pálido lo ignoro, el chico jugaba alrededor de el con una gran sonrisa conociendo por primera vez este camino.

— Vives por aquí? — cuestionó mirando los árboles de cerezo mojados por la lluvia de recién— No me gusta la lluvia, me impide continuar con mi lista de cosas por hacer ¿ Te gusta la lluvia a ti?

El pálido guardo el cuaderno de piel en su mochila mirando un punto fijo, el centro donde estaba la fuente.

— Esto es precioso, que vamos a hacer?

— Solo sientate y cállate por favor.

— De acuerdo.

El chico saco un cuaderno mirando el cielo para asegurarse de que la lluvia no volvería, pasaron unos minutos y el moreno estaba perdiendo la batalla contra el quedarse quieto lo miró estaba tan concentrado  en el cuaderno que decidió ir a la fuente y mirar todo alrededor sonriendo a quienes pasaban por ahi,  se canso de repente.

— Suga... Suga... — lo llamó pero su llamado era apenas audible para el pálido quien estaba concentrado en sus trazos— No tengo el control...

Miró por última vez a la fuente para terminar su dibujo, un dibujo que mostraba al chico correr de un lado a otro como un crió con una gran sonrisa no era su objetivo dibujarlo a él pero fue lo que hizo, estaba por irse cuando lo recordó.

— Hoseok... — Lo busco con la mirada y lo miró arrastrase con apenas fuerza hacia el control — Hoseok!!

Corrió hacia el, y cuando llegó este solo mostró una sonrisa para quedar inconsciente.

Dame un momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora