Primera de Juan

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Me encuentro retomando esta búsqueda que nunca se acaba. La búsqueda de la verdad que todas nuestras almas anhelan, la verdad que constantemente se nos revela a través de nuestras propias experiencias. He tomado varios caminos en mi corta vida, diferentes libros y también corrientes de pensamiento. Hace unos pocos días hubo un suceso muy incómodo en mi vida que me llevo a confrontarme una vez más, a mirar hacia adentro. Esta vez me llevó a las ideas del cristianismo. Es muy curioso, porque la vida me habló día a día a través de personas y hechos durante esta última semana, conduciéndome finalmente a estos escritos.
Una persona que en este momento me está guiando me dejó como "tarea" leer las cartas de Juan:

"Dios es luz...en el no hay tinieblas" esta frase me recuerda mucho al curso de milagros, donde exponen que
EL AMOR PERFECTO NO EXPULSA AL MIEDO. Y me lleva a preguntarme en qué ámbitos de mi vida mi amor es realmente perfecto, y si en realidad amo a todas esas esas cosas o personas que digo que amo. Porque muchas veces hablamos de amor mientras en el fondo estamos llenos de miedo, y proyectamos todas nuestras inseguridades a través de esos "actos amorosos" que hemos construido como patrones a lo largo de nuestras vidas.

Parece que entregarse totalmente al amor es un reto para todos los seres humanos de la tierra... porque nos han hecho tan duros de corazón, nos han moldeado el ego tan detalladamente, que al final nos sentimos totalmente incómodos cuando nos abrimos a la idea de amar sin límites. A mi me cuesta mucho, quiero el control de todo, quiero sentirme importante y querida... todos tenemos una parte de nosotros que está pidiéndole algo al mundo, un miedo que habla desde nuestro interior...

"Si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz estamos en comunión unos con otros"
"Ya se van disipando las tinieblas y brilla la luz verdadera. Si alguien piensa que está en la luz mientras odia a su hermano, esta aun en las tinieblas"

Y no se trata solo de odiar, querer manipular, querer castigar y sembrar culpa en nuestros hermanos también significa estar en las tinieblas. No podemos vanagloriarnos por no odiar a nadie, mientras a su vez señalamos, juzgamos y castigamos a quienes "amamos".

"No sabe a donde va, pues las tinieblas lo han cegado"
Y es así, tanta información que no pertenece a nuestra alma, si no al mundo termina por cegarnos. Cegarnos en el sentido de que lleva nuestras ideas sobre el mundo a construirse con palabras ajenas, a hacernos creer por ejemplo que lo que pensamos es nuestra única verdad, y que por ende eso es lo que somos.

"No amen al mundo ni lo qué hay en el mundo"
"El que no ama está en un estado de muerte"

Para mí amar, en este momento de mi vida significa confiar, ¿en quien? En Dios, el universo, el amor o cómo ustedes le quieran llamar. Reconocer que nosotros no somos Dios, y soltar, eso es un acto de fe que casi nadie se atreve a hacer. También para mí ese amor se traduce en la búsqueda de mi misma, y mi bienestar... porque muchas veces tendemos a amar a otros más que a nosotros mismos, pero la palabra nos enseña que debemos amar a otros TANTO como a nosotros mismos.

¿A qué cosas el mundo estás dispuesto a renunciar para poder dar amor perfecto?

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