Hace unos días retomé este libro. Decidí volverlo a leer desde el inicio porque recuerdo sentirme muy impactada por lo que logró cambiar de mí.
El tiempo trae consigo cambios, caos, variaciones. Esto gracias a que llegan personas nuevas, hábitos nuevos, responsabilidades, gustos, ambientes, recuerdos, situaciones. Y con todo esto, nuevos "nosotros". Así, en mi caso, convivir con una persona prácticamente a diario, desde hace un año ( mi pareja) me ha cambiado, y lo he venido notando.
El es muy diferente a mí. No es el tipo de persona con la cual te sentarias a hablar horas acerca de estos temas ( crecimiento personal, espiritualidad, etc). Pero es la persona que elegí para que me enseñará lo que llevo dentro. Y así ha sido. Mi ego se ha expuesto y justo cuando decidí retomar el libro, me di cuenta de que había estado sufriendo por querer cambiar cosas de él, y que había estado haciéndome la víctima y tratando de llevar mi responsabilidad de asumir mis emociones hacia un lugar por fuera de mí.
Por más analítica, y reflexiva que me pusiera... El sufrimiento parecía inevitable. Hasta qué recordé, con ayuda del libro, que hay una gran diferencia entre desear que algo cambie desde tu amor, y desearlo desde el miedo. Así descubrí que mi gran esfuerzo porque las situaciones cambiaran lo movía mi propio miedo al dolor, acompañado de resentimiento, enojo, y juicios propiciados por mí ego.
La no aceptación del momento presente es lo que nos impulsa a querer que todo cambie, y dentro de más insatisfechos nos sintamos, menos espacio para la gratitud encontraremos en nuestra vida. Para comprender la unidad, debemos aceptarnos como uno incluyendo también esas cosas que no nos gustan. Por ejemplo, no me gusta sentir que no soy importante para mí pareja... Pero para no ver eso desde mi carencia, y mi miedo a no ser importante, debo primero asumir con amor esa posibilidad, comprenderla, y abrirme a recibir su enseñanza. ¿Cual era la enseñanza? Que detrás de ese deseo de cambio estaba el no aceptarme a mí misma, junto con su miedo. Ahora,¿Para qué necesito sentirme importante?¿Para quien necesito sentirme importante?Sergi, en el libro menciona que para aprender, debemos tomar la decisión de querer hacerlo. Es decir, yo sé montar bicicleta porque un día tomé la decisión de que iba a aprender a hacerlo, así me costara muchas caidas... Cuando menos lo pensé, ya había aprendido. Así mismo, es el camino de asumir nuestras emociones, debemos tomar la decisión de aprender. No analizarla, reflexionarla u observarla, sino tomarla. Las decisiones están ahí para que las tomemos.
Una vez querramos asumir esa gran responsabilidad de aguantar toda la culpa que queremos echarle al mundo por aquello que nos inquieta, podremos empezar a hacernos cargo de nosotros mismos. Y así, aceptar también cualquier emoción que llegue, sin rechazos ni sufrimientos innecesarios.
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Libros De Crecimiento Personal
SpiritualEmpecé a leerme este libro. ( Un curso de milagros) será un espacio para citas y anotaciones.